EEUU

El yate, la boda y la fortuna inflada, las sombras detrás del ascenso de Michael Boulos

Una investigación revela cómo la boda de Tiffany Trump le abrió la puerta a operaciones financieras opacas, favores y el difuso cruce entre intereses familiares, empresariales y gubernamentales

Tiffany Trump junto a su esposo Michael Boulos
IG: @tiffanytrump

Cuando Michael Boulos, joven empresario recién graduado, pidió matrimonio a Tiffany Trump en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca en enero de 2021, pocos imaginaron que aquel gesto romántico sería el inicio de una trama en la que negocios y política se entrelazarían. Según una investigación de The New York Times, la cercanía de Boulos a la familia del entonces presidente Donald Trump abrió oportunidades financieras inmediatas para él y sus familiares, que no parecen haber gestionado limpiamente.

Tiffany Trump junto a su esposo Michael Boulos
IG: @tiffanytrump

El negocio del yate con Jared Kushner

El primer acuerdo surgió dentro del propio círculo familiar. Boulos trabajaba en la firma de corretaje de yates de su primo, Jimmy Frangi, cuando logró interesar a su futuro cuñado, Jared Kushner, en la compra de un superyate de unos 50 metros. Documentos y mensajes de texto revisados por el diario estadounidense muestran que la operación incluyó un sobreprecio oculto.

Aunque Kushner creía estar pagando unos 12,5 millones de euros —unos 15 millones de dólares en aquel momento—, Frangi aseguró en un mensaje a un socio: “THIS MAKES US 3.5” (“ESTO NOS HACE 3,5”), en referencia a millones de euros de ganancia adicional obtenida a espaldas de Kushner. El abogado Taylor Howard, que conoció el caso en medio de otra disputa financiera, escribió que Kushner había sido sobrecargado por 2,5 millones de dólares y que el corretaje “estaba usando eso para aumentar sus ganancias en la transacción”.

Los Trump
El vicepresidente estadounidense JD Vance, Usha Vance, Tiffany Trump, Michael Boulos, Melania Trump, el presidente Donald Trump, Lara Trump, Eric Trump, Ivanka Trump y Jared Kushner bailan en el Baile de la Libertad en Washington
Efe

No obstante, todos los implicados niegan irregularidades. Un portavoz de Boulos sostuvo que él solo recibió una tarifa pactada por adelantado y que había roto lazos profesionales con Frangi. Por su parte, Frangi admitió haberse quedado con dinero destinado a comisiones, pero rechazó que hubiera inflado el precio. “Si podía hacerlo por menos, entonces por supuesto que ganaría más”, defendió.

El resultado fue poco exitoso: Kushner nunca terminó de acondicionar el yate, llamado Solstice, que permanece inacabado en un astillero en Grecia. Pese a ello, Boulos habría recibido unos 300.000 dólares de la transacción, según reconoció su primo.

Tiffany Trump junto a su esposo Michael Boulos
IG: @tiffanytrump

La promesa de acceso a la boda

El segundo episodio revelado por el The New York Times gira en torno a la influencia social que ofrecía el enlace Boulos-Trump. Frangi aseguró a un empresario saudí, Abdulelah Allam, que podía conseguirle invitaciones y fotografías en la boda para aparentar cercanía con los Trump. “Queremos que estés en lo más alto de la lista de invitados”, escribió en un mensaje.

Ese encuentro nunca se concretó. Allam no asistió al matrimonio y tampoco obtuvo los beneficios esperados. Aun así, el empresario transfirió 100.000 dólares a Boulos en junio de 2022. El origen y propósito de ese dinero sigue rodeado de versiones contradictorias: mientras el portavoz de Boulos afirmó que se trataba de saldar una deuda de Frangi, un asistente de Allam aseguró que era un préstamo personal.

Los Trump
Tiffany Trump, Eric Trump, Lara Trump, y Donald Trump Jr. en la Convención Nacional Republicana
Efe

La investigación subraya que Boulos no apareció en los mensajes que detallaban la estrategia de “soften up” (“ablandar”) a funcionarios saudíes, aunque su nombre y cuenta bancaria sí fueron mencionados por Frangi. El portavoz de Boulos fue tajante: “El Sr. Boulos nunca ha tratado, participado ni discutido con nadie las preocupaciones del Sr. Allam sobre Arabia Saudita“.

Tiffany Trump junto a su esposo Michael Boulos
IG: @tiffanytrump

Intereses “familiares, empresariales y gubernamentales”

La boda celebrada en Mar-a-Lago no solo unió a Tiffany Trump con Michael Boulos, sino que también elevó el perfil público de la familia. El patriarca, Massad Boulos, fue retratado como un magnate millonario, aunque The Times encontró pruebas de que su patrimonio era limitado, incluyendo una participación en una compañía de camiones en Nigeria que “valía menos de 2 dólares”. Tras la reelección de Donald Trump en 2024, Massad Boulos se convirtió en asesor presidencial en asuntos de Oriente Medio y posteriormente en consejero del Departamento de Estado para África.

El reportaje destaca cómo amigos y asociados de los Boulos también intentaron capitalizar su acceso. En los días de la toma de posesión presidencial, el empresario Habib Saidi, cercano a la familia, comentó públicamente en Mar-a-Lago su intención de usar la cercanía con el poder estadounidense para explorar proyectos en Arabia Saudí. Posteriormente, aseguró no recordar esa conversación.
Para The New York Times, estos episodios se insertan en una dinámica ya conocida durante la administración Trump: la difusa frontera entre los intereses “familiares, empresariales y gubernamentales”. En este caso, la familia Boulos encarna esa mezcla.

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