Sigue la cruzada de la Administración Trump contra las universidades. La Casa Blanca anunció que impedirá a Harvard la inscripción de estudiantes internacionales, lo que supone la pérdida de una de las principales fuentes de ingresos para la prestigiosa institución educativa.
En abril, el Gobierno estadounidense ya congeló fondos de más de dos billones de dólares en becas para el centro, que rechazó adaptarse a las demandas de la Casa Blanca para adecuar sus contenidos y destituir a profesorado incómodo para Trump. “La universidad entregará su independencia y renunciará a sus derechos constitucionales”, avisó entonces el rector Alan Harber.

Cómo afecta la prohibición de la Administración Trump a Harvard
El impedimento para matricular a estudiantes extranjeros podría afectar a un cuarto del alumnado del centro, y llega tras semanas de tensión, en que la Casa Blanca exigió a Harvard compartir detalles personales de los matriculados antes de aceptar su llegada al país. Con el movimiento, el ejecutivo de Trump impedirá que una de las universidades más elitistas de EE UU tenga capacidad de atraer a los alumnos más brillantes de todo el mundo.
Con la nueva medida, Harvard afrontará un segundo escollo legal. El mes pasado, la universidad ya abrió una demanda legal contra la Administración Trump por su intento de modificar los currículums, las políticas de admisión y las normas de contratación de la institución. Este viernes, una juez federal de Boston (Massachusetts) bloqueó temporalmente la decisión de la Administración Trump de paralizar las matriculaciones de extranjeros.

Harvard denuncia a la Administración Trump
“Harvard ha demostrado que, a menos que su petición de restringir temporalmente (la orden de Trump), sufrirá un daño inmediato e irreparable”, apuntó la juez de distrito Allison D. Burroughs. Burroughs fijó además para el próximo 27 de mayo a las 9:30 hora local una audiencia sobre el caso a la que deberán acudir representantes de ambas partes. Pero la orden de restricción temporal entrará en vigor de manera inmediata y probablemente se extenderá hasta la celebración de esta vista.
Fue Kristi Noem, la secretaria de seguridad nacional, quien informó al centro sobre la prohibición de inscribir alumnos foráneos. “Os escribo para informar que entra en efecto inmediatamente la anulación del programa de intercambio para estudiantes universitarios”, apuntó. La medida afectará a estudiantes ya inscritos, así como a futuros candidatos.

Kristi Noem avisa a Harvard de la prohibición
“Harvard ya no podrá apuntar a estudiantes extranjeros, y los existentes deben ser transferidos o perderán su estatus legal”, prosiguió Noem. Se estima que en el curso 2024-25 unos 6.800 estudiantes internacionales se matricularon en Harvard, lo que suponía cerca del 27% del alumnado. En 2019, representaban casi un 20% de los estudiantes.
Las matrículas en Harvard no son precisamente baratas, por lo que la medida supondrá un duro golpe a las arcas de la institución. Para el curso 2025-26, las matriculas rondan los 59.320 dólares al año, y pueden ascender hasta unos 87.000 si incluye habitación. Normalmente, los alumnos extranjeros pagan cuotas más altas que los locales.

Una medida “ilegal”, denuncian en Harvard
Desde la universidad, el portavoz Jason Newton consideró de “ilegal” la medida anunciada. “Estamos plenamente comprometidos con que Harvard pueda acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, provenientes de más de 140 países, quienes enriquecen enormemente a la universidad y a esta nación”, comentó. Y prosiguió: “Estamos trabajando con rapidez para brindar apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta represalia amenaza con causar graves daños a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava nuestra misión académica y de investigación”.
Without its international students, Harvard is not Harvard. https://t.co/V8uvTNaL64
— Harvard University (@Harvard) May 23, 2025
Los visados para programas de estudios están bajo potestad del departamento de Inmigración y Aduanas, integrado en la secretaría que dirige Noem. Son las leyes federales las que estipulan que centros pueden disponer o no de certificación. Según la carta enviada por Noem, errores en los requerimientos de reportes podría suponer la denegación de certificados. Para Harvard, este proceso es ilegal.
Una prohibición “sin precedentes”
Andre Flores, que ocupó el mismo cargo que Noem durante la Administración Obama, comentó al New York Times que la medida no tiene precedentes. “El departamento de seguridad nacional jamás intentó rediseñar la aceptación de estudiantes de una universidad vetando sus sistemas de acceso”, apuntó.

Leo Gerden, veterano miembro de Harvard y defensor de los alumnos internacionales en el campus se mostró en shock tras conocer la noticia. “Sin sus estudiantes internacionales y sin su capacidad para atraer a los mejores profesionales de todo el mundo, Harvard ya no será Harvard. La administración Trump nos está utilizando como fichas de póquer en este momento. Es extremadamente peligroso”, consideró.
Por qué Harvard está en el punto de mira de Trump
Harvard se ha posicionado al frente de las universidades de élite que dan la batalla contra la Administración Trump, y aspira a recuperar los fondos congelados por parte del Ejecutivo. No obstante, muchos de sus trabajadores temen que los recortes afecten a su carrera profesional.
La decisión de Noem se derivó de una investigación separada que su agencia abrió el 16 de abril. En una carta al centro, exigió una gran cantidad de información sobre los titulares de visas de estudiante, afirmando que la universidad había “creado un ambiente de aprendizaje hostil para los estudiantes judíos”. Para abogados de Harvard, el requerimiento iba más allá de los datos que el centro podía compartir legalmente con las autoridades.
La semana pasada, Harvard informó a la administración que solo unos pocos estudiantes cumplían con esos requisitos y solicitó al gobierno aclaraciones adicionales sobre una de las solicitudes. Pero finalmente Noem descalificó a Harvard del programa de visas de estudiantes, explicando que su decisión se debía al “incumplimiento de la universidad con requisitos de información básicos”.