La primera gran ola de calor del verano ha sumido a gran parte de Europa en temperaturas sofocantes que superan los 40 grados en numerosos puntos del continente. Alemania, Francia, España, Portugal, Italia, Bélgica y los Países Bajos se encuentran entre los países más afectados, con alertas meteorológicas activadas y medidas de emergencia para proteger a la población.
La combinación de temperaturas récord y fenómenos meteorológicos extremos ya ha dejado víctimas mortales. En Italia, al menos dos personas han fallecido en las últimas horas. Un turista de 70 años murió arrastrado por una riada en Bardonecchia, cerca de Turín, después de que el río Frejus se desbordara a causa de las lluvias torrenciales provocadas por el calor.

Un trabajador muerto en Italia por el calor
Además, en las proximidades de Bolonia, un propietario de una empresa de construcción de 46 años colapsó mientras repavimentaba el estacionamiento de un colegio. Según informó la televisión pública RAI, aunque se está realizando una autopsia para confirmar la causa, todo apunta a que las altas temperaturas jugaron un papel determinante. El sindicato CGIL subrayó que esta tragedia demuestra la urgencia de reforzar las medidas de protección para los trabajadores expuestos al calor.

En Francia, las consecuencias de la ola de calor también se han hecho sentir de manera dramática. El lunes, fuertes tormentas derivadas de las altas temperaturas provocaron desbordamientos en el torrente del Charmaix, en las localidades de Modane y Fourneaux, dentro del departamento de Saboya, fronterizo con Italia. La Prefectura de Saboya informó que la crecida del Charmaix fue la más grande en 70 años. El lodo cubrió completamente las vías ferroviarias, lo que llevó a la interrupción del tráfico ferroviario entre París y Milán. La compañía estatal SNCF confirmó a EFE que los equipos siguen trabajando para despejar los raíles, sin que haya por el momento previsión para la reanudación del servicio.

Récord de temperaturas por el calor
Francia se enfrenta este martes a su pico de altas temperaturas. Según Météo-France, 16 departamentos, incluida la región de París, permanecen en alerta roja, el nivel más alto de la escala. En la capital francesa, se esperan máximas de hasta 41 grados.

Las autoridades han cerrado más de 1.350 colegios de manera total o parcial, y han clausurado el último piso de la Torre Eiffel hasta el jueves como medida de precaución. La ministra de Trabajo, Sanidad y Solidaridad, Catherine Vautrin, advirtió: “Todo el mundo, no solo las personas vulnerables, debe tener cuidado“, en declaraciones al canal TF1.

Este miércoles, más calor en Alemania
El panorama no es más alentador en otros países europeos. En Alemania, el frente cálido conocido como “Bettina” ha disparado las temperaturas por encima de los 38 grados y amenaza con alcanzar los 40°C este miércoles. Además, el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático confirmó que los primeros seis meses de 2025 han sido los más secos en la región desde que comenzaron las mediciones en 1893.

España, por su parte, vive su junio más caluroso desde que hay registros, con un promedio nacional de 23,6°C, superando el récord anterior de 2017. Según datos de la AEMET, Barcelona ha alcanzado una media mensual de 26°C, el valor más alto desde 1914. La ciudad también registró una máxima de 37,9°C en un solo día de junio.

En la República Checa, la ola de calor también ha tenido un impacto ecológico dramático. En el lago Modlanska, al norte del país, casi todos los peces ha muerto debido a las altas temperaturas y la proliferación de cianobacterias. Según informó Jan Skalský, portavoz de la Asociación Checa de Pesca, ya se han recogido más de once toneladas de peces muertos, en una catástrofe medioambiental que obligará a realizar una futura revitalización del lago.

En Portugal, el récord de temperatura para el mes de junio se rompió el pasado fin de semana, cuando la localidad de Mora alcanzó los 46,6°C, superando el anterior máximo de 44,9°C establecido en 2017.

En el Reino Unido, el 1 de julio de 2025 se registró el día más caluroso del año, alcanzando los 33,6 °C en Frittenden, Kent. Este récord supera el anterior de 33,2 °C del 21 de junio en Surrey. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido emitió alertas ámbar por calor, indicando impactos significativos en la salud pública. Además, junio de 2025 fue el más cálido registrado en Inglaterra, con una temperatura media de 16,9 °C, superando el récord anterior de 2023. Estas condiciones extremas se atribuyen al cambio climático, que intensifica la frecuencia y severidad de las olas de calor.

Mientras tanto, los Países Bajos permanecen bajo alerta naranja, especialmente en el sureste, donde las temperaturas pueden alcanzar los 38 grados. Bélgica también ha declarado la alerta naranja por calor, con máximas de hasta 38 grados en el interior del país.

La Organización Meteorológica Mundial advirtió que dos tercios de las olas de calor más graves en los últimos 75 años han ocurrido en este siglo y alertó de que hacia 2050 la mitad de la población europea estará expuesta a estos fenómenos. Clare Nullis, portavoz de la OMM, subrayó: “Todo el mundo corre riesgos, aunque son especialmente vulnerables los mayores y las personas con menos recursos“.
Se espera que a partir del jueves algunas regiones del oeste de Europa comiencen a experimentar un leve descenso de temperaturas, pero el episodio muestra que el continente -sobre todo el norte- no está preparado para afrontar de forma sistemática este tipo de extremos climáticos, cuya frecuencia e intensidad siguen aumentando.