La Casa Blanca fue escenario este lunes de una cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski y a una delegación de los principales líderes europeos con el objetivo de encontrar una salida negociada a la guerra entre Rusia y Ucrania, que lleva ya más de tres años y medio de devastación.
Al término de las conversaciones, Trump sorprendió a todos al anunciar que había iniciado gestiones para organizar una reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y el propio Zelenski.

“Al concluir nuestro encuentro, llamé al presidente Putin y comencé los preparativos para una reunión, en un lugar aún por determinar, entre él y el presidente Zelensi. Después de ese encuentro, tendremos un formato trilateral: los dos presidentes, y yo. Fue una reunión muy buena, para acabar con una guerra que lleva casi cuatro años”, escribió Trump en su red social Truth Social.
"Everyone is very happy about the possibility of PEACE for Russia/Ukraine. At the conclusion of the meetings, I called President Putin, and began the arrangements for a meeting…" – President Donald J. Trump 🇺🇸🇺🇸 pic.twitter.com/avDo5j39F9
— The White House (@WhiteHouse) August 18, 2025
El anuncio sacudió el tablero diplomático internacional. Aunque en el anuncio no se daban detalles de la fecha o el lugar, la mera posibilidad de un cara a cara entre Putin y Zelenski auspiciado por Washington y respaldado por Europa marca un giro inesperado en el proceso de paz.
La presión europea en busca de garantías de seguridad y un alto el fuego
La cumbre contó con una lista de participantes poco habitual, que reflejó la magnitud de la apuesta diplomática. Acompañaron a Zelenski el presidente francés Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el primer ministro británico Keir Starmer, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente de Finlandia Alexander Stubb y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

Todos ellos viajaron a Washington con un mensaje común: sin garantías sólidas de seguridad para Ucrania y Europa, cualquier acuerdo con Moscú sería insostenible. “Si jugamos bien nuestras cartas, podemos terminar con esto. El hecho de que usted, presidente Trump, haya dicho que está dispuesto a participar en las garantías de seguridad es un paso enorme, realmente un avance”, declaró Rutte en el Salón Este de la Casa Blanca.
Macron fue aún más explícito: “Podemos contar con ustedes, como ustedes pueden contar con nosotros. Pero su idea de pedir una tregua, de parar al menos los asesinatos, es una necesidad, y todos apoyamos esa idea”. En la misma mesa, el canciller Merz insistió en que la credibilidad de cualquier negociación depende de un alto el fuego inmediato: “Intentemos presionar a Rusia, porque los esfuerzos que estamos emprendiendo hoy necesitan al menos una pausa en las hostilidades para que tengan sentido”.
Zelenski, agradecimiento y carta para Melania
El presidente ucraniano llegó a Washington con un tono mucho más conciliador que en su encuentro previo el pasado mes de febrero. Zelenski recordó su tensa visita, cuando abandonó abruptamente una reunión con Trump y el vicepresidente J.D. Vance. Esta vez, sin embargo, se mostró agradecido. “Gracias por sus esfuerzos, sus esfuerzos personales, para detener las muertes y detener esta guerra”, le dijo a Trump al inicio de la reunión bilateral entregando una carta de su esposa dirigida a la primera dama, Melania Trump por su iniciativa de ayudar a recuperar a los niños ucranianos secuestrados por Rusia durante la guerra.
.@POTUS: "@FLOTUS felt very strongly. She's watched the same thing that you watch… She loves children, and she hates to see something like this happening… It was a very beautiful letter. It was very well-received by him." https://t.co/PtRGcC8Fsm pic.twitter.com/rs14n8Ae3O
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) August 18, 2025
Más tarde, ante la prensa, Zelenski resumió la jornada en términos positivos: “Tuvimos una reunión constructiva, específica, estamos contentos de tener hoy una gran unidad”. Fuentes de su delegación confirmaron que, además de las garantías de seguridad, se abordaron temas de derechos humanos y la situación humanitaria en las regiones más castigadas por la invasión rusa.
Trump, entre micrófonos abiertos y mensajes calculados
El estilo de Trump volvió a ser protagonista. Tomando el mando de la reunión, antes de entrar a la sala con los líderes europeos, un micrófono abierto captó una conversación informal con Emmanuel Macron. “Creo que él (Putin) quiere hacer un trato. Creo que quiere hacer un trato conmigo, ¿entiendes? Por loco que suene”, aseguró el presidente estadounidense al líder francés, sin percatarse de que las cámaras de la Casa Blanca registraban el momento.
Ya en el encuentro formal, Trump aseguró que veía “una posibilidad razonable de poner fin a la guerra”, siempre y cuando Europa asumiera el “primer frente de defensa” en el mantenimiento de la paz, con apoyo logístico y armamentístico de Washington. “Vamos a trabajar con todos y vamos a asegurarnos de que, si hay paz, esa paz dure mucho tiempo. Habrá mucha ayuda en términos de seguridad. Nosotros ayudaremos vendiendo armas a Ucrania y a otros aliados en Europa, en lugar de brindar ayuda directa”, afirmó.

Eludió, no obstante, responder si Estados Unidos desplegará tropas en el marco de un eventual acuerdo de seguridad.
Conversaciones con Putin
El anuncio de Trump estuvo precedido por su cumbre con Putin la semana pasada en Alaska. Aunque allí no se lograron avances concretos, ambos líderes hablaron de “progresos” y sentaron las bases de la llamada telefónica que Trump realizó este lunes en plena reunión con Zelensky y los europeos. De hecho, fuentes diplomáticas confirmaron que Trump interrumpió brevemente las conversaciones en la Casa Blanca para llamar a Putin. Según la prensa alemana, el gesto sorprendió a los europeos, que esperaban ser parte de ese contacto. La conversación entre ambos líderes duró 45 minutos.

El Kremlin reaccionó con cautela. Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, calificó la conversación de “franca y muy constructiva”, y anunció que Moscú y Washington acordaron designar negociadores de alto nivel para avanzar en un marco de diálogo entre Rusia y Ucrania.
El delicado equilibrio de las fronteras
La gran incógnita sigue siendo qué estaría dispuesto a conceder Zelenski en un eventual acuerdo y qué exigiría Putin a cambio de un alto el fuego. Trump no hizo referencia a las líneas territoriales, un punto altamente sensible para Kiev y Europa. Algunos analistas advierten que el énfasis de Trump en “hacer el trato” podría traducirse en presiones hacia Ucrania para aceptar condiciones desfavorables. De allí la insistencia europea en mostrarse unidos junto a Zelenski en Washington.

“Hoy no se trataba solo de Ucrania, sino de la seguridad europea en su conjunto”, comentó un diplomático presente en las conversaciones.
La narrativa de Trump es conseguir la paz en Europa bajo liderazgo estadounidense
En sus declaraciones finales, Trump buscó presentarse como el único capaz de lograr un acuerdo entre Moscú y Kiev. “Tuve una muy buena reunión con distinguidos invitados —el presidente Zelenski, Macron, Stubb, Meloni, Starmer, Merz, Von der Leyen y Rutte— en la Casa Blanca. Hablamos de garantías de seguridad para Ucrania, que serán provistas por varios países europeos en coordinación con Estados Unidos. Todos están muy contentos con la posibilidad de paz para Rusia y Ucrania. Al final de la reunión llamé al presidente Putin y comencé a preparar el encuentro con Zelenski. Después habrá un trilateral: los dos presidentes y yo. Son pasos tempranos pero muy buenos”, escribió en un comunicado.
El mandatario estadounidense también informó que su vicepresidente, J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff estarán a cargo de coordinar con Rusia y Ucrania los detalles de las negociaciones para el próximo encuentro.
La fragilidad de la esperanza
Pese al tono optimista, los ataques rusos no se detuvieron. Mientras Zelenski hablaba en Washington, drones golpeaban Járkiv y un misil caía en Zaporiyia, causando al menos diez muertos. La distancia entre los gestos diplomáticos y la realidad en el terreno sigue siendo enorme.
Sin embargo, los líderes europeos insistieron en que esta era una oportunidad que no debía desaprovecharse. “El hecho de que Estados Unidos se sume activamente cambia todo. Podemos avanzar si mantenemos la unidad”, dijo Von der Leyen. Por su parte, Macron subrayó que “la idea de parar los asesinatos es una necesidad”, reafirmando la urgencia de un alto el fuego.
La cumbre en Washington deja más preguntas que respuestas, pero también abre una puerta inesperada ante la posibilidad de un encuentro directo entre Putin y Zelensky, mediado por Trump después de casi cuatro años de guerra. Europa logró trasladar a la Casa Blanca sus líneas rojas en términos de garantías de seguridad y un cese inmediato de las hostilidades, mientras Zelenski evitó quedar aislado ante las maniobras de Trump.
El desenlace dependerá ahora de si el anuncio de Trump se traduce en hechos, o si se queda en un gesto mediático. Lo cierto es que, por primera vez en meses, la palabra “paz” ocupa el centro del discurso internacional.