Chile se encuentra a las puertas de una elección crucial que podría redefinir su rumbo político. Más de 15,7 millones de ciudadanos elegirán este domingo al sucesor de Gabriel Boric, entre dos candidatos situados en las antípodas ideológicas: el ultraderechista José Antonio Kast y la comunista Jeannette Jara. Pero más allá del enfrentamiento ideológico, el debate gira en torno a un tema que atraviesa la historia reciente del país: los derechos de las mujeres y el riesgo de un retroceso en su conquista.
Kast, ferviente católico, padre de nueve hijos y defensor del modelo neoliberal heredado de la dictadura, ha hecho carrera reivindicando el legado de Augusto Pinochet. Fue diputado durante 16 años por la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido fundado al amparo del régimen militar, y no ha ocultado su admiración por líderes como Donald Trump o la italiana Giorgia Meloni. “Kast es una pieza más de la nueva política de Trump hacia América Latina”, advirtió el analista Carlos Malamud para EFE.
Su visión de país se articula en torno a tres ejes: seguridad, economía y familia. Sin embargo, ese último concepto, “la familia”, se ha convertido en el eje de sus propuestas más polémicas. En su programa de gobierno, Kast plantea eliminar el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género para reemplazarlo por una institución “de la familia”. Para la abogada Bárbara Sepúlveda Hales, presidenta de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile, esa medida “expresa una concepción en la que las mujeres existen solo como madres o esposas, no como ciudadanas”.

Natalidad
El plan de Kast “Chile Renace”, presentado en abril de 2025, busca fomentar la natalidad mediante incentivos económicos: entregar mil dólares a las madres y otro bono igual al recién nacido. “Vemos con preocupación que para muchas personas tener hijos es un desafío enorme, lo ven como una carga enorme, siendo que debería ser algo positivo”, explicó el candidato. Pero la propuesta fue rápidamente tachada de “machista y populista” por la senadora Paulina Núñez, de Renovación Nacional, quien lamentó que “un candidato presidencial crea que una mujer va a decidirse en ser madre porque le traen un millón de pesos”.
Desde el Gobierno, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, recordó que “la principal razón de la baja natalidad tiene relación con la tensión entre la maternidad y las responsabilidades laborales”. Para ella, los bonos “no atacan el problema de fondo”, y subrayó que “el impacto económico de tener un hijo es mucho más que eso; es más que recursos”.
Hoy presentamos el #PlanRenaceChile que busca enfrentar la grave crisis de natalidad y promover el apoyo a la maternidad y la familia. Para que Chile vuelva a nacer y proyectarse hacia el futuro con más chilenos, no menos. pic.twitter.com/NlHT8ybjaW
— José Antonio Kast Rist 🖐️🇨🇱 (@joseantoniokast) April 22, 2025
Un historial de ataques a los derechos femeninos
La trayectoria política de Kast está marcada por su oposición sistemática a los avances en materia de derechos de las mujeres. En 2007, interpuso un recurso ante el Tribunal Constitucional para impedir la distribución de la píldora anticonceptiva de emergencia, argumentando que era abortiva. En 2021 propuso derogar la ley de aborto en tres causales, eliminar el Ministerio de la Mujer y suprimir el matrimonio igualitario. Aunque hoy evita abordar abiertamente esos temas, sus antecedentes son difíciles de disociar de su presente político.

La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres ha advertido que las propuestas de Kast “reinstalan una lógica de subordinación que creíamos superada” y que su visión “refuerza la idea de las mujeres como madres, no como ciudadanas plenas”. En sus programas anteriores y discursos públicos, Kast ha cuestionado los feminismos y ha afirmado que “la izquierda ha exacerbado el enfrentamiento entre hombres y mujeres”.
La estrategia para conquistar el voto femenino
Consciente de su debilidad entre las votantes -en 2021, el 68% de las mujeres menores de 30 años votó por Boric-, Kast ha modificado su estrategia. En esta campaña ha evitado pronunciarse sobre libertades individuales y ha incorporado a mujeres en posiciones visibles dentro de su equipo, como Beatriz Hevia, María Jesús Wulf, Ruth Hurtado y Carmen Soza. Esta última, considerada la “guardiana del programa”, ha reducido el documento de 204 páginas de 2021 a uno de solo 39, centrado en seguridad, economía y políticas sociales.
El Partido Republicano ha promovido además una campaña impulsada por mujeres de Renovación Nacional bajo el lema “Con Kast, las mujeres vamos a vivir mejor”. En ella, senadoras y alcaldesas buscan proyectar una imagen de “liderazgo femenino” en torno a un candidato históricamente percibido como ajeno a las causas de género. “Con su visión y nuestro trabajo, podemos asegurar que bajo su gobierno las mujeres de Chile Vamos a vivir mejor”, sostuvieron en su declaración pública.

Feminismo versus ultraderecha: dos modelos de país
Mientras Jeannette Jara propone ampliar derechos, como la sala cuna universal, la extensión del postnatal masculino o la atención ginecológica integral, Kast se aferra a una visión tradicionalista que pone el foco en la familia como núcleo de la sociedad.
En la misma línea, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres advirtió que los modelos de ultraderecha “ponen en riesgo los derechos alcanzados por las mujeres, las diversidades y las disidencias”.
La historia reciente muestra que el voto femenino ha sido decisivo en momentos de cambio. Esta vez, no solo definirá quién ocupará La Moneda, sino también si Chile cambiará de rumbo en derechos femeninos.

