Cumbre del G7

Una influyente Meloni marca la agenda y deja su estampa en el G7

Con el reciente éxito en las elecciones y su potencial influencia en la UE, Meloni logra su objetivo en Bari. Los líderes se enredan con la cuestión de la interrupción del embarazo, que enturbia el desarrollo de la cumbre, con un enfrentamiento la primera ministra italiana y Macron

Biden
Fumio Kishida, Justin Trudeau, Charles Michel, Giorgia Meloni, Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Joe Biden Efe

El tema del aborto ha robado todo el protagonismo de un G7, bajo la presidencia italiana, que era para la primera ministra Giorgia Meloni un ambicioso escenario donde demostrar su poder, especialmente tras la victoria en las elecciones europeas.

Tras tres días de rumores y desmentidas, incluido un encontronazo con declaraciones públicas por parte de la líder italiana y el presidente francés Emmanuel Macron, el documento final del G7 en Apulia, publicado de forma definitiva a última hora del viernes, no deja dudas. El término aborto, que había entrado por primera vez en el summit de Hiroshima, desaparece del pasaje sobre los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, dejando lugar a un enfoque más ambiguo que simplemente confirma de nuevo los compromisos tomados ya hace un año.

Meloni

El Papa Francisco y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tras la foto de familia del G7

Las conclusiones de estos dos días de trabajo de un G7, que Meloni ha querido convertir casi en G20, con una decena de líderes internacionales invitados, entre los que han estado Javier Milei, el presidente argentino, y el Papa Francisco, llegan para confirmar que la líder italiana ha ganado una batalla ideológica. O al menos un pulso mantenido con los líderes más progresistas, encabezados en este caso por Macron que confirmó en la noche del jueves que el enfrentamiento sobre el uso de la palabra “aborto” existía porque confesó a la prensa su “decepción” por la salida de este concepto del texto final. Ausencia que finalmente se confirmó y que, en el caso del líder francés, tiene una importancia especial tras conseguir blindar hace unos meses este derecho femenino a nivel constitucional. Lo que desconoce la prensa es lo que los italianos llaman el retroscena, lo que verdaderamente ocurrió en las negociaciones, los roces han sido confirmados, pero no sabemos si inicialmente el texto incluía este tema o fue una polémica nacida luego entre líderes para buscar un protagonismo mayor o una provocación entre antagonistas, como ya ha ocurrido en otras ocasiones con Meloni y Macron.

En el texto se han incluido otros puntos importantes resultado de estos dos días de trabajo, como el desbloqueo de los activos del Banco Central Ruso en Europa para financiar la defensa ucraniana y el apoyo total y vertical a Kiev de los siete líderes. Sobre el conflicto en Oriente Próximo han mostrado apoyo al plan de alto al fuego promovido por el presidente americano Joe Biden. Además, se toca también el tema de la inmigración, por un lado con los acuerdos para el desarrollo del continente africano, un punto especialmente importante en la materia para la líder italiana, por otro una relación sobre el problema del fenómeno en el Mediterráneo.

Giorgia Meloni saluda a Emmanuel Macron en la bienvenida del G7

Giorgia Meloni saluda a Emmanuel Macron en la bienvenida del G7

Giorgia Meloni tenía la intención desde el primer momento, según confirmaron fuentes italianas, de usar este espacio para conquistar atención sobre uno de sus puntos más importantes para el consenso interno, el de reducir los datos de llegadas de migrantes a las costas italianas. Ha conseguido un apoyo por parte de los otros líderes en su enfoque para gestionar el fenómeno, centrado en la colaboración con los países de origen y de tránsito como estrategia central para frenar el flujo.

La líder italiana, que ha sabido usar su rol de anfitriona a la perfección, como cuando acercó al presidente americano Joe Biden al grupo tras un despiste mientras todos observaban un exhibición de paracaidismo, se ha lucido como interlocutora en la idea de un G7 alargado, como ella había definido “que no es una fortaleza cerrada”. Alimentando además la estrategia y el trabajo de fondo que ha desarrollado desde que fue elegida como primera ministra para su reconocimiento como líder de peso internacional, alejando críticas de radicalismo y acercándose a un rol más institucional. “Es una líder que en los bilaterales juega en casa, la escuela diplomática italiana ha sido siempre de alto nivel, y que en un multilateralismo reducido sale reforzada, no en grandes foros como por ejemplo la ONU”, explica Gabriele Natalizia, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Sapienza de Roma. Un rasgo que la líder ha potenciado en este encuentro.

La apuesta italiana

El invitado especial ha sido el Papa Francisco, la gran apuesta de la líder italiana, para diferenciar la presidencia italiana rotatoria de este G7. Invitado a hablar el el panel sobre inteligencia artificial el Pontífice, al que Meloni acogió a la salida del helicóptero que lo traía del Vaticano, ha compartido un discurso que reflexionaba sobre el poder descontrolado que puede llegar a tener esta tecnología que, recordaba, debe estar siempre al servicio del ser humano, y no al revés. “Este ha sido el gran punto a favor y de gran innovación para la líder, ofreciendo además sobre la materia de IA un enfoque diferente incluyendo un ponente como el Papa que habla desde un punto de vista ético, mirando a aspectos inmateriales de esta temática”, añade Natalizia.

El papel del aborto en los compromisos recientes del G7

El tema de la igualdad ha sido importante para los compromisos de los siete países industrializados más importantes del mundo desde mediados de los años 90. Un foco que inicialmente estaba en garantizar y ampliar las oportunidades laborales y económicas de las mujeres y que luego sufrió una transformación hacia la importancia de trabajar por una igualdad de género en los países también en vías de desarrollo, a través de herramientas como la educación para las jóvenes en países africanos.

En cuanto al tema de los derechos sexuales y reproductivos, han salido y entrado del texto del G7 en los últimos años de forma intermitente. Pero el año pasado se consideró un paso adelante la introducción de una fórmula donde se incluyese de forma explícita el aborto libre y seguro. En concreto el texto firmado por todos los líderes, y por lo tanto por la misma Giorgia Meloni que era primera ministra desde hace pocos meses, decía: “Afirmamos nuestro total compromiso por garantizar de forma integral los derechos sexuales y reproductivos para todos, incluyendo el acceso legal y seguro al aborto y a los cuidados posteriores”. Ahora esta mención sale mutilada de estos dos días de cumbre en Bari. “Este tipo de documentos no son vinculantes, pero el uso del lenguaje es un mensaje para el mundo y habla sobre el nivel de compromiso de algunos países en el cumplimiento de ciertas promesas. Es un punto importante porque solo el año pasado se consiguió concretarlo”, explica a Artículo14 Julia Kulik, del grupo de investigación sobre el G7 de la Universidad de Toronto y especializada en género. Eliminarlo ha sido sin duda la firma de Meloni en este G7 bajo la presidencia italiana.

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