Tras el giro drástico de Donald Trump durante su intervención en la Asamblea General de la ONU del martes, en que aseguró que Ucrania “está en condiciones de luchar y recuperar todo el territorio ucraniano en su forma original”, todas las miradas se centraron este miércoles en Volodimir Zelenski. En pocos meses, Trump pasó del enfrentamiento y la humillación pública al presidente ucraniano, a animarle a seguir combatiendo contra Rusia.
Al tomar la palabra en el plenario de la ONU, el presidente ucraniano insistió en su argumentario habitual: la paz real solo se logrará demostrando músculo ante Moscú. “Si una nación quiere la paz, debe trabajar en armamento. Las armas deciden quien sobrevivirá. La legalidad internacional no funciona a menos que no tengas amigos poderosos que verdaderamente te apoyan, e incluso esto no funciona sin armas”, comenzó.
“No habrá garantías de seguridad sin armas ni amigos”, recordó el presidente ucraniano, que sigue desconfiando en una posible tregua que podría ser violada en cualquier momento por el ejército ruso. Respecto al fracaso diplomático, Zelenski lo achacó a que “Rusia sigue rechazando” negociar una tregua justa, e insistió que su pueblo es “pacífico”. Además, consideró que los bombardeos sobre su país -incluidas instalaciones nucleares- continúan porque las instituciones internacionales son “demasiado débiles”.
Aupado por las palabras de Trump, el presidente ucraniano abrió el foco sobre la amenaza rusa sobre el resto de las naciones europeas. “Ser parte de una gran alianza militar (OTAN), no supone automáticamente estar a salvo”, dijo en referencia a las recientes incursiones rusas en el espacio aéreo de Polonia y Estonia. En total, 19 drones entraron a territorio polaco, y solamente cuatro fueron derribados. La alerta es máxima en el flanco oriental de los países de la OTAN.
Antes de su discurso, Zelenski mantuvo una intensa agenda diplomática con líderes internacionales, y participó el miércoles en una sesión especial sobre Crimea -península ucraniana anexionada por Rusia-, alegando que la soberanía sobre este territorio supone una prueba para la legalidad internacional y la habilidad de mantener la democracia.
El presidente ucraniano también apuntó a Moldavia, avisando de lo importante que es para Europa no perder este país como ocurrió con Georgia, donde la injerencia rusa logró infiltrarse en las autoridades del país. Por ello, insistió en que la Unión Europea (UE) debe aportar financiación y recursos energéticos a Moldavia, no solo gestos y palabras. “Rusia intenta hace con Moldavia lo mismo que Irán hizo con el Líbano”, consideró.
Zelenski recuerda a Iryna Zarutska
En un evidente guiño a Trump, Zelenski lamentó el reciente asesinato del influencer conservador Charlie Kirk, tiroteado en un acto público. También recordó a la joven Iryna Zarutska, ucraniana asesinada en un autobús a cuchillazos ante la mirada impasible de los viajeros. “Estamos ante la peor carrera armamentística de la historia humana”, lamentó. Para el líder ucraniano, las armas están evolucionando más rápido que “nuestra habilidad de defendernos”. Como consecuencia de la guerra iniciada por Rusia, ahora existen “decenas de miles de personas” que saben operar drones asesinos.
Respecto a los drones, que han sido decisivos para contener la invasión rusa ante la inferioridad militar ucraniana, Zelenski consideró que gracias a estos aparatos “protegimos nuestro derecho a vivir”. Y pese a que Ucrania no cuenta tampoco con una gran flota marina, lograron victorias en el Mar Negro. “Rusia no nos dejó otra opción”, alegó.
Antes de concluir su discurso, el presidente ucraniano avisó: “parar a Putin es más barato” que una carrera armamentística global. En su opinión, el presidente ruso “seguirá incrementando la guerra”, y exigió a la comunidad internacional la liberación de los niños ucranianos abducidos, los prisioneros de guerra y los rehenes. “No os mantengáis en silencio mientras Rusia continua esta guerra, denunciadlo y condenadlo”, zanjó. Y se despidió: “Gloria para Ucrania”.