LOTERIA DE NAVIDAD
EL GORDO
79432
2º Premio
70048
3º Premio
90693
4º Premio
78477
25508
5º Premio
23112
60649
77715
25412
61366
94273
41716
18669
Cuatro días después de que se haya celebrado el sorteo de la Lotería de Navidad seguro que muchos de ustedes siguen siendo como yo igual de “pobres” que hace una semana. No se si les pasa como a mi: compro muchos más décimos de los que debería con mucha ilusión y luego cuando llega el sorteo me voy desinflando por momentos hasta que las puertas del Teatro Real van cerrando y comienzo a darme cuenta de que este año no ha sido y que me toca esperar hasta el año que viene. Siempre queda el consuelo de que “al menos tenemos salud” o el de “tampoco el Gordo te saca de rico”. ¿A qué lo han escuchado mucho a lo largo de esta semana?
Hubo un tiempo en el que ganar la Lotería de Navidad te hacía rico de verdad. Me remonto a hace un siglo en los años 20 donde con el “Gordo” podías comprar una docena de edificios y hasta cinco automóviles. A finales de la década de los 60 el premio se reducía a doce casas y 22 automóviles y en el 2008 se reducía a una casa y tres coches. El estudio lo llevó a cabo Radio Televisión Española teniendo en cuenta los premios, los salarios y los precios o el coste de vida de cada época y me ha llamado mucha la atención para analizar lo que cuesta ahora comprar una vivienda. Hoy en el 2025 con los 328.000 euros del primer premio de la Lotería de Navidad, después de descontar el buen pellizco que se lleva Hacienda, hay comunidades como Madrid, Barcelona, Gipuzkoa o Baleares en las que es imposible canjear el “Gordo” por una vivienda.
¿Qué haría usted si le tocase el Gordo? Es una de las preguntas que en algún momento de nuestra vida nos han hecho y que siempre respondemos de la misma manera: comprar un piso o liquidar la hipoteca. Y ese el problema que tiene España: el precio de la vivienda se ha encarecido tanto que ni aunque te toque la lotería te puedes comprar un piso normalito en la mayoría de las ciudades. Así que, si no suben el premio, esta lotería navideña de la que todos picamos más de lo que decimos, ya solo sirve para tapar agujeros más bien pequeños. El “Gordo” ya no te garantiza un cambio de vida; en la práctica lo que te permite es pagar deudas y como máximo aportar una entrada para una hipoteca. Lo que antes siempre estaba en boca de todos los agraciados, ahora es una de las principales preocupaciones de la población general. Y en este contexto tan dramático, los gobiernos responden con promesas de miles de pisos públicos e impulsan leyes para intentar frenar los precios. El problema es que España necesita más de 700.000 viviendas para cubrir la demanda acumulada de los nuevos hogares y recuperar el terreno perdido por la nula construcción de vivienda va a tardar años.
La crisis cada vez es más grave y hay expertos que siguen proponiendo iniciativas que las formaciones políticas no recogen porque tocan a Hacienda y con la Iglesia hemos topado pero que serían muy beneficiosas para el bolsillo de las familias españolas. Una de estas ideas pasa por suspender los impuestos que se aplican cuando los padres donan dinero a sus hijos para ayudarlos a comprar una vivienda. ¿Hay algo más injusto? Un padre te intenta ayudar a despegar del nido con cierta tranquilidad y Hacienda le castiga por ayudarte a volar. Cada vez más familias están usando esta vía que se ha incrementado un 70% en España en los últimos siete años y la Administración sigue llenando sus arcas sin importarles el esfuerzo que supone para una familia de clase media ayudar a sus hijos. Durante la pandemia, muchos jubilados sustentaron la economía familiar con sus pensiones y ahora son los padres los que destinan sus ahorros para ayudar a sus hijos a emanciparse debido a los sueldos precarios que tienen. Hacienda bonifica la donación a una ONG que vaya por delante no me parece mal pero penaliza dar dinero a un hijo. ¿De verdad que no se puede suspender o relajar este impuesto? ¿No suena sumamente injusto?
Los expertos con los que hablamos todos los días en los medios de comunicación también apuntan a una revisión de impuestos, tasas y diferentes costes que se suman al precio de la venta de inmuebles e incrementar poderosamente el valor del piso. Si realmente como dice el ejecutivo nos encontramos ante una crisis enorme, tengo claro que el primer paso lo debe dar una Administración que de momento no se pone las pilas y culpa a las comunidades autónomas con no cumplir la ley de vivienda como si esta normativa fuese la panacea. Hay que bajar la presión a los administrados, bajando los impuestos que se les cobra por la vivienda. ¡Ojala el Gordo diese para el piso!