Investigación

Ábalos rompe con su abogado tras negarse a pactar con Anticorrupción o dejar el acta

El exministro ya tantea otros letrados tras la abrupta ruptura con José Aníbal, que le recomendó un acuerdo con el fiscal Luzón. La relación siempre fue “muy complicada”

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La estrategia de defensa de José Luis Ábalos salta por los aires apenas dos días antes su declaración en el Supremo. Su hasta ahora abogado, José Aníbal, renuncia a seguir representándole por “un deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación basada en la confianza”, y añadía en el escrito presentado en el Alto Tribunal que “lejos de constituir una circunstancia puntual en el tiempo, se han convertido en una constante”.

La relación entre ambos siempre fue “muy complicada”. La semana pasada, la tensión entre ambos ya fue enorme cuando Aníbal le recomendó que dejara su acta de diputado para perder el aforamiento y devolver la causa a la Audiencia Nacional. La tesis de su abogado, según fuentes presentes en la reunión, es que se le está sometiendo en el Supremo a “un juicio político” y no iba a conseguir archivar el caso. Por ello, optaba por un cambio de magistrado, que lo asumiera Ismael Moreno en la Audiencia Nacional y así conseguir también dilatar la instrucción.

EFE/Chema Moya

Si bien Ábalos compartía lo del “juicio político”, dijo que no tenía nada que temer porque el “no ha cometido ningún delito”. Y por ello, prefirió mantener todo como hasta ahora.

Según las fuentes consultadas por Artículo14, otra de las razones de peso de la ruptura es que el letrado siempre defendió un pacto con la Fiscalía Anticorrupción. Un extremo al que el ex ministro se negó tajantemente porque, insistía en privado, “pactar significaba reconocer delitos” y él quería sostener su inocencia.

Otra de las broncas que han tenido en los últimos meses se debió a una equivocación del abogado cuando se anunció una entrevista en Mediaset con Carolina Perles, la ex mujer de Ábalos. Pidió que Perles fuera a declarar como testigo al Alto Tribunal porque consideraba que su testimonio en televisión podía afectar a Ábalos en la causa, pero a las horas retiró la petición aduciendo un error.

Por todo ello, en víspera de su cita en el Supremo, se redactó un escrito de renuncia “sin agredirse” mutuamente, según las fuentes consultadas.

“Tres días” para Ábalos

Ahora, el juez Leopoldo Puente tiene que decidir cuánto tiempo da a Ábalos para nombrar un nuevo abogado u ofrecerle, en su defecto, uno de oficio. Fuentes del caso consultadas prevén que puede darle “tres días” para que presente a un nuevo letrado si durante este mismo martes no se decanta por ninguno de los dos que habría tanteado en los últimos días.

De hecho, desde que comenzaron las diferencias con Aníbal, Ábalos habría estado tanteado a diferentes abogados. Se planteó que Ricardo Corzo, abogado que le lleva todas las querellas por injurias y delitos contra el honor, asumiera el caso, pero prefiere mantener la causa principal separada de estos pleitos menores.

El precedente de Koldo García

En junio, Koldo García también realizó un movimiento parecido. Dejó a su entonces abogado Ismael Oliver para que asumiera su representación Leticia de la Hoz, que entonces ya llevaba el caso de su hermano Joseba García y su ex mujer, también imputados.

Si bien, el proceder técnico fue diferente porque no fue Oliver quien renunció a García sino que De la Hoz pidió directamente la venia al magistrado, es decir, se presentó como la nueva abogada de Koldo García y este no quedó sin defensa en ningún momento.

Koldo García tras comparecer ante la comisión del Senado.
EFE/ J.J. Guillén

Acto seguido, la abogada solicitó suspender la declaración para tener tiempo para estudiar la nueva causa que asumía y el juez lo rechazó tajantemente. “No es al investigado a quien corresponde organizar la agenda de este Tribunal, debiendo aquél comparecer en la fecha y hora señaladas”, le afeó en aquella ocasión el magistrado.

Y le recordó que cuando un “intempestivo anuncio del cambio en la dirección letrada no tiene más causa expresada o reconocible que la de procurar suspender los señalamientos ya determinados; sin que, en definitiva, haya lugar a la suspensión interesada” puede incurrir en un fraude de ley. Es decir, que si el magistrado considera esta maniobra de Ábalos como una estrategia dilatoria, al igual que pasó con Koldo García, no accederá a aplazar la declaración.