España es un país con un sistema bicameral, el cual se divide en Congreso de los Diputados (Cámara Baja) y Senado (Cámara Alta). Las dos forman las Cortes Generales, y componen el sistema legislativo del país. Así se estableció en la Constitución de 1978, la cual también presenta diferencias entre Senado y Congreso.
Cada una tiene diferentes funciones y niveles de influencia legislativa. Y aunque existe una mayor relevancia en el Congreso, por el Senado también pasan decisiones clave relacionadas con la legislación. Así, ambas presentan unas particularidades concretas.
Diferencias entre Senado y Congreso: la primacía de la Cámara Baja

El Congreso de los Diputados, por ley, se compone de 350 miembros. Estos son elegidos mediante la representación proporcional de los resultados de las elecciones, divididas en listas cerradas de 52 circunscripciones provinciales.
Cada provincia tiene un mínimo de 2 escaños, a excepción de Ceuta y Melilla, que cuentan con un diputado cada una. A partir de los dos congresistas, se asignan el resto de escaños según la cantidad de población de cada provincia. Madrid y Barcelona son las que más representación tienen, con 37 y 32, respectivamente.
Las principales funciones del Congreso son legislativas (tramitación de proyectos y proposiciones de ley), constitucionales (aprobación de reformas constitucionales), territoriales (autorización de acuerdos internacionales) y de control del Gobierno (elección del presidente, mociones de censura y sesiones de control, entre otras).
De las dos cámaras, es la que mayor influencia política tiene. Ya que posee un fuerte control sobre el Gobierno y ofrece la decisión final sobre la legislación, pudiendo modificar o incluso vetar las decisiones del Senado.
Como curiosidad, la Cámara Baja es heredera de las Cortes de Cádiz y del Congreso ya existente en el siglo XIX.
Los datos relevantes sobre la Cámara Alta, el Senado

El origen es precisamente una de las principales diferencias entre Senado y Congreso. Esta Cámara Alta, titulada así por razones históricas, proviene del Estatuto Real de 1834. En aquel momento, era el Estamento de Próceres, y estaba compuesto por nobles.
Otra notable diferencia es la cantidad de personas que ocupan sus asientos. En el Senado, el número de miembros es variable. Actualmente, se cuenta con 266 senadores y senadoras, y su elección combina dos sistemas.
Por un lado, la elección directa. En las elecciones generales, se vota por 208 senadores, y cada provincia de la península escoge 4 de ellos. Las islas de mayor tamaño (Mallorca, Tenerife y Gran Canaria) escogen 3 senadores cada una, mientras que las islas menores escogen uno. Ceuta y Melilla votan por dos, respectivamente.
Los 58 senadores restantes son designados por cada comunidad autónoma. Las asambleas legislativas autonómicas designan un senador adicional por cada millón de habitantes. Por este motivo no hay un número fijo de miembros del Senado, ya que este puede variar en función del aumento o disminución de la población de cada comunidad.

La principal función de la Cámara Alta es que actúa como una segunda cámara legislativa, cuyas enmiendas y decisiones dependen por completo de la Cámara Baja de nuestro sistema legislativo. Esta limitación también sucede en sus plazos, así como en sus sesiones de control y comisiones de investigación.
Su funcionamiento y representación sí tiene un mayor impacto con las provincias y autonomías, ya que puede autorizar acuerdos, intervenciones, y otras necesidades. Su aportación a la legislación afecta especialmente a negociaciones con la Cámara Baja y con las comunidades.
A pesar de las marcadas diferencias del Senado y Congreso, ambas cámaras sí tienen poder común en las elecciones del Tribunal Constitucional (4 magistrados cada una), del Consejo General del Poder Judicial (10 vocales por cámara), del Defensor del Pueblo (escogido conjuntamente) y del Consejo de RTVE (4 miembros cada una).