Tras el paso atrás de Carlos Mazón, el Partido Popular quiere sacar adelante una nueva investidura, con un candidato aún por concretar, para aguantar hasta 2027 en la Comunidad Valenciana. Ese es el mandato, verbalizado por Alberto Núñez Feijóo. Si bien, en la sala de máquinas de Génova se trabaja ya con el escenario de un adelanto electoral fruto de las dificultades para negociar con Vox.
A nivel autonómico, los contactos ya han comenzado para desbloquear la situación y tratar de investir en los próximos meses a un nuevo presidente de la Generalitat. Es una negociación que el PP ya prevé intensa. “Vox no nos lo pondrá fácil, contamos con ello”, reconocían ayer miembros del Comité Ejecutivo Nacional a Artículo14.

Dos son los principales nombres encima de la mesa, y ninguno quiso ser confirmado por Génova. El mejor visto por Vox sería Juan Pérez Llorca, el que fuera número dos de Mazón, que ha negociado con ellos los Presupuestos. El otro es el de María José Catalá, la alcaldesa de Valencia.
En esta negociación, la dirección nacional quiere dejar su autonomía al PP valenciano para articular una mayoría que se traduzca en un presidente interino. Aunque el equipo de Feijóo no esconde que se estará muy pendiente de la misma. De momento, el líder gallego no ha descolgado el teléfono para hablar con Santiago Abascal.
Aun dejando en a sus sedes regionales la batuta de las negociaciones, en Génova se avisa de que serán ellos quienes “decidan” el nombre del candidato a la Generalitat. “Después que Vox decida si lo apoya o no y que lo expliquen”, explican las citadas fuentes. Esto es, aseguran que no están dispuestos a hacer excesivas concesiones en la negociación.

De este modo, en el PP creen que “se verá pronto” si hay intención por parte de Vox de negociar. “Que se vea que son ellos los que provocan el adelanto electoral”, planean, una vez escuchadas las críticas públicas de Abascal. “Si pone condiciones imposibles de asumir, a elecciones directos”, se reafirmaban distintas fuentes consultadas por Artículo14.
En público, el PP apeló al pacto, mientras que Vox pasó palabra. En su despedida, Mazón apeló a “la mayoría” de las Cortes Valencianas a pactar este relevo en los próximos días con el objetivo de dar “el impulso que merece la Comunidad Valenciana”. Feijóo reforzó el mensaje y pidió a los grupos “que estén a la altura, que faciliten cuanto antes la elección del nuevo presidente”.
Distinto sonaba el mensaje elegido de Santiago Abascal, que echaba la culpa a Feijóo de usar a Mazón como “un chivo expiatorio que da oxígeno a Sánchez”. Sobre la negociación, negó contactos y dijo que su partido se pronunciaría “cuando el PP decida lo que va a hacer”.

¿Elecciones en Comunidad Valenciana y Castilla y León?
Tras la renuncia oficial del presidente valenciano, ayer, a las 14.51h, se abre un plazo de 12 días en Las Cortes Valencianas para que los grupos puedan presentar candidaturas a la presidencia. Después, llegará un plazo de entre tres y siete días para fijar la celebración del pleno de investidura del futuro presidente.
Si transcurrido ese plazo de dos meses, desde la primera votación de investidura, o en el caso de que no hubiese un candidato a la Presidencia en el plazo legal establecido, se disolverán les Corts y habría elecciones autonómicas. Todo apunta a que, si hay elecciones anticipadas, podrían coincidir con las elecciones en Castilla y León, que tendrán lugar como tarde el 15 de marzo.
Precisamente, el PP trató, en un primer momento, que la crisis derivada de la dimisión de Mazón no se saldara con un adelanto electoral anunciado este mismo lunes. Y es que la disolución de las Cortes habría derivado en urnas el próximo 28 de diciembre. Extremadura y Valencia habrían compartido entonces una semana de campaña electoral.


