Es la hora de Alberto Núñez Feijóo. El PP es una olla a presión y la situación de Carlos Mazón se ha vuelto insostenible en los últimos días. Tanto que el propio PP valenciano ya apunta a una crisis orgánica y hay voces que solo ven posible la solución con la intervención directa del presidente nacional.
Las imágenes de funeral de la Dana este miércoles con las víctimas gritando a viva voz insultos contra el presidente valenciano, no se las tuvieron que poner en diferido al presidente del PP. Fue testigo directo. Sentado dos filas más atrás del propio presidente de la Comunidad Valenciana en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Desde ahí escuchó como una parte de las víctimas gritaban “asesino, vergüenza” o “dimisión” al presidente de la Generalitat Valenciana. Pese a que el presidente gallego llevaba todo el año recibiendo en la puerta de su despacho peticiones sobre la dimisión del jefe del Consell, este miércoles pudo escuchar in situ esta realidad.
El punto de inflexión
Esa escena “desgarradora” y “muy, muy desagradable”, según fuentes presentes en la conmemoración del aniversario de la riada, supuso un punto de inflexión para Alberto Núñez Feijóo. A la par, hay varios acontecimientos que han ido colmando la paciencia de Génova. A sus sucesivos cambios de versión sobre la comida en el día de la DANA con la periodista Maribel Vilaplana, se suma la propia confesión de Salomé Pradas, asegurando que Mazón estaba enterado de que se iba a enviar un mensaje de alerta masivo a la ciudadanía y que no esperó a su “ok” para enviarlo, según relataron fuentes de su entorno a Artículo14.
Todo ello ha llevado a Génova a dar a entender, por primera vez desde la DANA, que estaría dispuesta a dejar caer al dirigente valenciano. Fue este mismo viernes cuando la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Ester Muñoz, repitió en dos ocasiones que la decisión de dimitir estaba en las manos del presidente valenciano. “Es una decisión muy personal que tiene que tomar él“, admitió. Ahora mismo todos los escenarios están abiertos en Génova sobre el devenir de la comunidad. Ahora el foco está en Mazón, que ha dejado claro que se tomará este fin de semana para reflexionar sobre su futuro, tal y como avanzó este diario.
Después de confirmarse una reunión del PP valenciano de la que salió el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, como candidato de consenso con el objetivo de presionar a Mazón para que dé un paso al lado. Su nombre no genera consenso en la dirección nacional del PP. En Madrid, el perfil que sí levanta entusiasmo es el de María José Catalá, la alcaldesa de Valencia, quien guarda silencio en estos minutos clave. Ya sonó nada más suceder la DANA, pero la operación relevo entonces era inviable porque significaría “quemar” a la alcaldesa de cara al próximo ciclo electoral. Además, su candidatura es rechazada por Vox, voz necesaria en la ecuación en esta operación.
Hasta ahora, el presidente del PP ha ido midiendo los tiempos desde el día de la DANA. De reconocer en los primeros momentos que su barón había estado “noqueado” a mostrar su apoyo a su barón, asegurando que el PP estaba “orgulloso” del trabajo que estaba haciendo por la reconstrucción. El lunes, Feijóo empezó a endurecer su discurso y emplazó a Mazón a dar “explicaciones” y “respuestas” respecto a lo que hizo en la fatídica tarde de las inundaciones.
Un paso que Génova da impulsado por su propio partido. En las últimas horas llegaban a Madrid las quejas de barones del PP, que presionaban para que el jefe del Consell anunciara en los próximos días que no se iba a presentar a la reelección, tal y como publicó este periódico.
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