Sin cambios

Feijóo mantiene “teléfonos en línea” con Junts pero aún no ve un giro para la moción de censura

Génova 13 no detecta que los de Puigdemont quieran retirar el apoyo al PSOE tras negarse a negociar los Presupuestos. "Quieren exprimir más", sentencian. Preocupación por los constantes incendios en el PP catalán

Alberto Núñez Feijóo mantiene las líneas abiertas con Junts, pero no atisba cambios en lo que respecta a una posible moción de censura. “No ha habido ningún giro”, reconocen en su entorno, a pesar de la operación deshielo. Según Génova, los de Carles Puigdemont “aún quieren exprimir más” al Ejecutivo.

Esa operación deshielo es al más alto nivel. El propio Miguel Tellado, secretario general del PP, mantiene una interlocución fluida con la portavoz de Junts, Miriam Nogueras. Del mismo modo, cada vez es más frecuente la “coincidencia ideológica” de ambos partidos, que suman sus votos habitualmente tanto en el Congreso como en el Senado.

Alberto Núñez Feijóo, en un desayuno informativo
EFE/ J.J. Guillén

Con un ojo puesto en el calendario judicial, los populares escanean cualquier movimiento que implique un distanciamiento del PSOE por parte de sus habituales socios. En un primer momento, la advertencia de Junts en verano de retirar el apoyo al Ejecutivo si no se materializaban los acuerdos sellados puso en alerta al PP.

Sin embargo, el “no” de Carles Puigdemont a negociar los presupuestos Generales del Estado no ha sido visto en Génova 13 como una ventana de oportunidad para empezar a trabajar el escenario de una posible moción de censura con opciones de ganarla. Así lo confirman fuentes del entorno del presidente del PP. “El independentismo quiere a un presidente débil en España y con Pedro Sánchez están de suerte”.

Para el PP, el naufragio de las conversaciones entre PSOE y Junts no implican un cambio de cartas. “También dijeron que iban a exigir una cuestión de confianza a través de una PNL y la retiraron”, dicen en el PP para justificar su desconfianza en el partido independentista, al que “no podemos dar en ningún caso lo que les ofrece Sánchez”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Junts, Carles Puigdemont.
Kiloycuarto

La ristra de asuntos pendientes incluye la soberanía fiscal, la oficialidad del catalán y la delegación de competencias en materia de inmigración, lo que hace pensar al PP que todavía Junts no abandonará al Gobierno. “Quieren jugar a la máquina tragaperras”, reflexionan las fuentes populares consultadas. Esto es, interpretan que el partido independentista confía en poder sacar adelante algunos de los compromisos adquiridos en lo que se conoce como el “acuerdo de Bruselas”.

En todo caso, en el PP siguen a la espera de cualquier cambio de opinión por parte de los socios para sacar del cajón la moción de censura. “El teléfono está en línea”, aseguran en el PP.

Eso sí, advierten otras fuentes populares que puede llegar un momento en el que el móvil esté apagado o fuera de cobertura. Cuánto más se acerque el calendario a las elecciones generales, afirman, menos al alza cotizará una moción de censura que, por el contrario, podría tener un alto coste para los populares. “Los pactos siempre serán dentro de la Constitución y con la misma de límite”, subrayan fuentes oficiales.

Sánchez durante la clausura del acto ‘España, vanguardia de la industria verde’
Efe

El polvorín catalán

En paralelo a esa buena relación con Junts, el PP nacional no es capaz de controlar su filial en Cataluña, donde los fuegos se reproducen. Esta misma semana, el malestar se incrementó una vez el Ayuntamiento de Badalona dio apoyo al Pacto Nacional por la Lengua promovido por el PSC, ERC y los comunes para reforzar el catalán. El propio Albiol ha defendido en varias ocasiones la importancia de defender el catalán en todos los ámbitos. Ello choca con la batalla política que el PP libra desde hace meses en Bruselas contra el Gobierno para evitar que se apruebe la oficialidad del catalán en las instituciones europeas.

Tampoco ayuda al PP la oposición frontal del líder del partido en Cataluña a hablar con Junts. Para Alejandro Fernández, “no hay nada que negociar” con el partido de Puigdemont. Es uno de sus mantras. Esta misma semana negó un acercamiento de su partido con los postconvergentes y advirtió de que se están “radicalizando”.

En la dirección del PP hay voces que abogan abiertamente por un relevo en la dirección autonómica. Sin embargo, a día de hoy no hay intención en Génova 13 de activar un congreso autonómico para una operación relevo. En el PP ponen sordina a los mandatos caducados porque no se entendería que se celebrara ese congreso regional y no uno similar en la Comunidad Valenciana para sustituir o renovar a Carlos Mazón al frente del PP valenciano.