Alberto Núñez Feijóo se fue este miércoles del Congreso de los Diputados convencido de que los socios no dejarán caer a Pedro Sánchez. Al menos, a corto plazo y a la espera de futuras novedades judiciales. Esto es, no hay opciones de que prospere una moción de censura. Aún en el hemiciclo, se abonó al discurso más duro contra el presidente, corroborando esa oposición sin cuartel que en la víspera exigió a sus diputados a puerta cerrada. “Se acabó la piedad”, resumieron en su entorno directo.
Lo cierto es que el PP había marcado en rojo el día de ayer. Había expectativas en la dirección del PP ante la posibilidad de que alguno de los aliados del Gobierno de coalición diese una señal inequívoca de hartazgo. Terminado el pleno, en la dirección nacional percibieron que fue un día más, que terminó con el mismo resultado de siempre. Un refuerzo por parte de unos socios “hambrientos” a un gobierno “hundido”.
El PP apreciaba, a principios de semana, posibilidades de reactivar las negociaciones con alguno de los partidos, como avanzó Artículo14 el lunes. “Hablamos después de escuchar al presidente”, le habían transmitido algunos de los socios. Pero Feijóo comprobó durante el pleno que son “mansos y dóciles” y percibió que no tenían “ganas de cambiar de actitud”, según explican fuentes de la dirección nacional del partido. “Blandos y poco contundentes”, se reafirmaron.
Así, el diagnóstico que hace el PP es que los aliados no dejarán caer al Gobierno porque saben que todavía pueden “exprimirle más”. “Los socios piensan que Sánchez es una máquina tragaperras con partidas gratis”, dicen gráficamente las fuentes consultadas por este periódico.
De esta manera, el PP vuelve a guardar en el cajón el escrito para presentar la moción de censura. Solo el PNV le dio pie al PP para presentarla, cuando instó a Sánchez, en caso de no dar explicaciones convincentes, a convocar elecciones, a someterse a una cuestión de confianza o se refirió a Feijóo para que presentara la moción de censura. El PP interpreta que los nacionalistas no piden este mecanismo con intenciones reales sino para erosionarles.
En cuanto a Junts, llamó la atención en las filas populares la ausencia de referencias directas de Feijóo en sus intervenciones, lo que se interpretó como un intento de dejar las puertas abiertas a un posible entendimiento después de verano.
Dureza total contra Sánchez
En todo caso, siendo conscientes de que no hay intención de los socios por dejar caer a Sánchez, el PP ya escenificó lo que será su estrategia a seguir a partir de ahora. “Se acabó la piedad” y “no vamos a tener condescendencia” con Sánchez a partir de ahora, sentencian en el equipo de Feijóo. De hecho, esta misma semana ya fueron aleccionando a sus diputados y senadores a los que pidió no bajar la guardia y una “oposición sin cuartel”. Será a partir de septiembre cuando el PP atornille sus palabras. Sin descartar volver a la calle, por ejemplo.
La intervención inicial y, principalmente, la réplica de Feijóo fueron demoledoras. Hasta ahora, había evitado entrar al barro contra Sánchez. Ayer todo cambió. El presidente del PP dijo “basta ya” después de que Sánchez le acusara de mantener una “relación estrecha” con un “delincuente condenado”, en referencia a su fotografía con el narcotraficante Marcial Dorado.
Es por eso que Feijóo elevó el tono contra Sánchez y sacó a la palestra el negocio de las“saunas”del suegro del presidente. “¿Con quién está viviendo usted? ¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted?”, le espetó. Y es que en el entorno de Feijóo dan veracidad a informaciones que apuntan que antes de llegar a Moncloa, el presidente vivía en una casa en Pozuelo pagada por Sabiniano Gómez, el padre de Begoña Gómez, con el dinero conseguido por las “saunas”.
Según las fuentes consultadas, este ataque que no estaba preparado en el esquema inicial de Feijóo, sino que decidió incluirlo a última hora, tras escuchar a Sánchez. “Ha sido más duro que Abascal, que ha quedado deslucido por completo, como si no existiera”, resumió un diputado popular.
La pregunta que sobrevuela en el PP es si es sostenible mantener ahora la tensión tan alta ante la previsión de que no haya elecciones anticipadas de manera inmediata. Más después de que los populares activaran en su congreso la alarma electoral. Génova asegura que sí, que no ha caído en la “ansiedad”. El hecho de que se rumoree la implicación de Francina Armengol o el ministro Ángel Victor Torres en la trama corrupta motiva a los populares a “esperar”. “No tenemos prisa”, zanjan sobre el escenario electora