El incendio forestal que se declaró este lunes en el término municipal de Paüls, en la comarca del Bajo Ebro, en Tarragona, continúa fuera de control y ha devastado ya más de 2.900 hectáreas, buena parte de ellas en el Parque Natural dels Ports, una zona de gran valor ecológico. La virulencia de las llamas y las rachas de viento, que han alcanzado hasta 90 km/h, han obligado a confinar a más de 18000 personas y a evacuar a medio centenar de vecinos en zonas especialmente vulnerables.
Las localidades afectadas por el fuego incluyen Paüls, Alfara de Carles, Xerta, Aldover y Tivenys, además de varios barrios de Tortosa, como Remolins, Bítem, Jesús y el recientemente añadido barrio de Els Reguers. La Generalitat ha activado el plan INFOCAT en fase de emergencia y ha solicitado el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ya trabaja sobre el terreno junto a los Bomberos de la Generalitat.

Viento intenso y condiciones extremas
Durante la noche, el fuerte viento ha dificultado seriamente las tareas de extinción, expandiendo el incendio por barrancos y laderas hasta cruzar incluso el río Ebro, un punto crítico que los bomberos intentaban contener. Aunque se espera que a lo largo del día entre viento más húmedo y favorable, la situación sigue siendo extremadamente delicada. Según ha advertido la consejera de Interior, Núria Parlon, “quedan horas muy complicadas” y ha apelado a la prudencia de la ciudadanía.
Más de 300 efectivos terrestres, entre bomberos y personal de la UME, trabajan sin descanso para controlar el avance de las llamas. A estos se suman 12 medios aéreos, incluidos dos aviones FOCA del Ministerio de Transición Ecológica y helicópteros de carga en tierra. También se ha movilizado maquinaria pesada y equipos de apoyo logístico desde Zaragoza.
Pueblos confinados y evacuaciones preventivas
Además del confinamiento de miles de personas por riesgo de humo e incendio, se han producido evacuaciones puntuales en masías y urbanizaciones aisladas, como El Toscar, en Alfara de Carles. Las autoridades también han cortado carreteras como la C-12 a la altura de Xerta, donde las llamas llegaron a alcanzar una gasolinera, aumentando la tensión entre los residentes. El alcalde de Paüls, Enric Adell, ha relatado con preocupación la angustia que se vive en la zona: “La gente ve el fuego muy cerca, sin cobertura telefónica y con mucho viento. Es una situación muy difícil”.
Primer gran incendio del verano
Se trata del primer gran incendio forestal de esta temporada en Cataluña y el más grave desde el verano de 2022. A diferencia del reciente fuego en Lleida, de origen agrícola, el de Tarragona se desarrolla en masa forestal y presenta un comportamiento más errático debido al viento, lo que obliga a una gestión técnica diferente. Desde el Centro de Coordinación Operativa de Cataluña (CECAT), el president Salvador Illa ha seguido de cerca la evolución del incendio. A través de sus redes sociales, ha agradecido la labor de los equipos de emergencia y ha pedido a la población “máxima precaución” y respeto a las indicaciones oficiales.
Aunque las próximas horas serán clave, las autoridades insisten en no bajar la guardia. Cualquier cambio en la dirección o intensidad del viento podría empeorar la situación. El dispositivo continúa activo con todos los recursos disponibles y la esperanza puesta en que las condiciones meteorológicas den un respiro.