Las consecuencias penales por los episodios de violencia racista desatados en Torre Pacheco no solo van a quedarse entre los manifestantes violentos que están siendo investigados por desórdenes públicos en un juzgado murciano. La Justicia está yendo al génesis de esa violencia, a los arquitectos que han construido este caldo de cultivo en redes sociales y a través de declaraciones públicas.
En primer lugar, la fiscalía Superior de Murcia abrió diligencias previas contra José Ángel Antelo, el líder de Vox de la Región que, en una de las concentraciones de Torre Pacheco, llegó a equiparar a la inmigración con la delincuencia: “Hay que decir las cosas como son y los grandes culpables de lo que estamos viviendo en Torre Pacheco y en otros lugares de la geografía española son esas políticas del bipartidismo que han financiado la inmigración ilegal”, aseveró.
Denuncia desde la izquierda
PSOE, Podemos e Izquierda Unida interpusieron una denuncia contra el político de Vox que ya está siendo investigada por la Justicia porque “aumentó la crispación social” en un momento de alta tensión como el que se estaba viviendo en la localidad murciana. Los denunciantes consideraron que este tipo de manifestaciones “excedían la libertad de expresión e incitaban al odio”.
Por otro lado, la Guardia Civil detuvo esta semana al líder de ‘Deport Them Now’ España. El hombre de 28 años administraba un canal de Telegram donde instigó a sus seguidores esa cacería al magrebí y promovió el concepto de “reinmigración”, la forma de estos grupos ultras de llamar a las deportaciones masivas.
Cuando estalló la violencia en la localidad murciana, a través de su plataforma, donde acumulaba 15.000 seguidores, se dedicó a organizar patrullas vecinales proporcionando mapas de la localidad, técnicas de guerrilla urbana e incluso trucos para escabullirse de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. El joven está siendo investigado por la Guardia Civil y este jueves pasará a disposición judicial. Además, su canal de Telegram ha sido cerrado por orden judicial.

Por último, Acción contra el Odio ha presentado una denuncia en la Fiscalía General del Estado contra 19 personas que consideran que estos días han estado incitando al odio y al racismo en las calles de Torre Pacheco. Entre ellos están Alvise Pérez, Vito Quiles, Roberto Vaquero, Daniel Esteve y José Ángel Antelo.
Susana Gisbert, fiscal especializada en delitos de odio en Valencia, considera que como mínimo “se abrirán diligencias de investigación”, pero que el odio “no se puede ver como algo global. Hay que ir caso por caso y mensaje a mensaje”. De ahí, la dificultad de investigarlo: “No puedes meterte en la cabeza del autor. El delito de odio se mide con parámetros objetivos. Hay que ver la capacidad de influencia que tiene una persona. No es lo mismo decir determinadas cosas en una cafetería que en un canal con miles de seguidores”, explica.
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El delito de odio está desarrollado en el artículo 510 del Código Penal y puede llegar a suponer penas de uno a cuatro años de prisión a “quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada”. En concreto, el artículo precisa “motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias”, entre otros.
Incluso, Gisbert explica a Artículo14 que podría interponerse como medida cautelar el cierre de sus redes sociales. Algo que tendría que tener el juez “muy atado jurídicamente para no chocar con la libertad de expresión y los derechos fundamentales”.
Recuerda que hay una condena de 2 años y 8 meses de cárcel de la Audiencia Provincial de Valencia contra un miembro de España 2000, David Usero, por publicar un artículo en el que incitaba al odio hacia el colectivo homosexual achacándole la culpa de la propagación de la viruela del mono. Llegó a decir que “los comportamientos sexuales de los ‘pierdeaceites’ se están convirtiendo, de nuevo, en un problema de salud pública, y de los gordos”. También afirmaba que se trata de una “lacra vírica, tan antaño denostada por la cultura en occidente y hoy metida hasta en la sopa”, aseveró.
Gisbert, de hecho, es víctima de uno de estos episodios de incitación al odio ultra. El eurodiputado de ‘Se acabó la fiesta’, Alvise Pérez, en su canal de Telegram difundió una imagen de la fiscal y sus cuentas de redes sociales provocando una avalancha de insultos hacia ella. Añadió este mensaje: “Esta gente es la que nos está multando e intentando meter en prisión a miles de españoles por decir que la masiva inmigración ilegal es una invasión”. El caso ya está siendo investigado en el Tribunal Supremo.