El paso de Pedro Sánchez en el Senado este jueves no está dejando indiferente a nadie. La comparecencia del presidente del Gobierno ante la comisión de investigación del caso Koldo acapara toda la atención política y mediática del día. Desde las nueve de la mañana, el jefe del Ejecutivo se ha enfrentado a más de cinco horas de preguntas, réplicas y ataques cruzados en una sesión marcada por la tensión, las ironías y varias frases que ya se han convertido en titulares.
La intervención de Sánchez en el Senado estaba rodeada de expectación desde hace días. No solo por el contexto judicial del caso, sino también por el pulso político que mantiene con la oposición en un clima de máxima crispación. El presidente acudía con el objetivo de defender la limpieza de su partido y de su Gobierno. Pero algunas de sus respuestas no han tardado en generar polémica.
Un interrogatorio tenso desde el inicio
Desde los primeros minutos, Sánchez en el Senado dejó claro su tono. “El PSOE es un partido que tiene una financiación absolutamente limpia, legal y regular”, afirmó ante las preguntas sobre las finanzas internas del partido. “Tenemos gastos garantizados”, añadió, subrayando que su formación “no tiene nada que ocultar”.
El clima se enrareció rápidamente cuando, con ironía, el presidente agradeció “la imparcialidad del presidente de esta comisión”, para acto seguido rematar: “Es un sarcasmo”. La frase provocó murmullos entre los senadores y marcó el tono del resto del interrogatorio.
Otra de las declaraciones más llamativas de Sánchez en el Senado llegó al abordar los rumores sobre supuestos pagos en efectivo dentro del partido. “En alguna ocasión he podido liquidar gastos, siempre con factura”, explicó, negando rotundamente cualquier irregularidad: “En absoluto he cobrado más de mil euros en un sobre. Es normal que se liquide en efectivo, siempre con factura”.
“¿Me está preguntando cuántos íbamos en el Peugeot?”
Uno de los momentos más comentados del Sánchez en el Senado fue cuando el presidente respondió a la pregunta sobre “la banda del Peugeot”, una referencia utilizada por algunos senadores en tono irónico al grupo que lo acompañó en sus primarias de 2017.
“No sé a qué se refiere con eso”, replicó Sánchez. “Cuando hablé del Peugeot me refería a un proceso de primarias. Me acompañaron miles y miles de compañeros y compañeras. ¿Me está preguntando usted cuántos íbamos en el Peugeot?”. La réplica, cargada de sarcasmo, desató risas y comentarios entre los presentes, mientras el presidente mantenía un semblante serio.
Durante esa misma parte del interrogatorio, negó haber escuchado comentarios inadecuados durante aquella etapa. “No me consta haber escuchado comentarios soeces cuando estaba con la banda del Peugeot”, zanjó.
Defendiendo la limpieza del Gobierno
El eje central del discurso de Sánchez en el Senado giró en torno a la defensa de la “honestidad” del Ejecutivo. “Este Gobierno ha sido de los más limpios y honestos de la historia de la democracia”, declaró en varias ocasiones, insistiendo en la transparencia de su gestión.
También aprovechó para reiterar su apoyo a la presidenta de Navarra, María Chivite, en medio de las investigaciones relacionadas con el caso Koldo. “La señora Chivite cuenta con toda mi confianza”, afirmó con rotundidad, desmarcándose de cualquier vinculación directa o indirecta.
Preguntado sobre la presunta relación con el empresario Antxon Alonso, Sánchez fue tajante: “No conozco a Antxon Alonso”. Y ante los intentos de la oposición por vincularlo con el caso, el presidente mantuvo la calma: “No es que me lo pase bien, es que me parece una pérdida de tiempo”.
“En mi partido se conocen las remuneraciones de los dirigentes”
Entre las frases destacadas de Sánchez en el Senado, también llamó la atención su respuesta sobre la transparencia económica interna del PSOE. “En mi partido se conocen las remuneraciones de los dirigentes”, dijo, subrayando que el sistema de control financiero es “estricto y auditado”.
En otro momento del interrogatorio, se refirió a las conversaciones interceptadas sobre supuestas “chistorras” y “bizcochos” que se habrían usado como claves para hablar de dinero: “No utilizamos esos términos en clave. Hay otras organizaciones que hablaban de magdalenas y de bizcochos”. La referencia, cargada de ironía, fue interpretada como un dardo hacia el Partido Popular.