Responsabilidades

Los cinco segundos más largos de Sánchez: “Fue una concatenación de errores poco probables”

El Gobierno reclama por segunda vez, públicamente, nuevos datos a las energéticas y a Red Eléctrica. A priori descarta escenarios como un daño físico de elementos del sistema, pero insiste en que aún no se puede descartar el ciberataque

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
KiloyCuarto

El Gobierno no encuentra la salida del laberinto del apagón energético. Pedro Sánchez comparecerá el miércoles ante el Congreso de los Diputados para informar sobre la gestión del apagón del 28-A, con el riesgo real de no poder aclarar qué falló el día que toda la España peninsular y Portugal se fueron a negro.

Los cinco segundos en los que se desencadenó el fallo son ya los que más pesan, los más largos en la gestión de un presidente que ha tenido que lidiar con todo tipo de crisis desde su llegada a La Moncloa en 2018. Si el lunes, Sánchez pospuso durante seis horas su primera comparecencia ante el país, fue porque quería dar un diagnóstico que no pudo elaborar, y que hoy tampoco tiene armado.

En la semana de la crisis, el Ejecutivo ha reclamado públicamente a las empresas energéticas y a Red Eléctrica, hasta en dos ocasiones, que aporten toda la información. Quieren los “datos” brutos, no sólo el diagnóstico de cada uno de los actores sobre lo ocurrido el lunes del apagón. Ya tiene “gran parte” de la información solicitada “inicialmente”, pero necesita más.

Y Sánchez ha ido recalibrando el tono de sus mensajes frente a un sector que sabe poderoso, y cuyas “cajas negras” resultan fundamentales para entender lo ocurrido y hacer cambios para que “jamás” vuelva a pasar algo similar, en palabras del presidente.

El martes por la mañana anunció una “comisión de investigación” liderada por la vicepresidenta tercera y ministra del ramo, Sara Aagesen, y avisó a las empresas de que exigiría “responsabilidades” si se demuestra que el error o errores iniciales son achacables a su gestión. Esa misma tarde se reunió con ellas en Moncloa para pedir su “colaboración”, y el miércoles el Gobierno afirmó que no tenía motivos para dudar de sus explicaciones.

Esa “comisión de investigación” se convirtió en “comité de análisis”, y celebró su primera reunión el jueves 1 de mayo, festivo nacional. “Se ha recibido gran parte de la información solicitada inicialmente a los agentes del sistema (dada la complejidad técnica para la obtención de ciertos datos hay algunos que todavía están siendo recopilados por los agentes)”, indicaron desde el Ministerio de Aagesen.

Volvieron a reunirse este sábado durante más de cuatro horas y media, sin que trascendieran grandes novedades. El comité ha dividido sus trabajos en dos grupos, uno de ciberseguridad y otro sobre la operación del sistema eléctrico. 

En paralelo a las indagaciones, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, afirmó el miércoles que el motivo del colapso lo tiene que “aclarar” el “responsable de la red eléctrica, Red Eléctrica de España”, informa Europa Press. El responsable o los responsables, como reconocen fuentes de Moncloa, afrontará una batalla legal por compensaciones millonarias.

“Puede ser que obedezca a un hecho fortuito”

Sánchez señaló en su tercera -y última- intervención pública en el marco de esta crisis, tras el Consejo de Ministros del martes, a los “operadores privados”, tanto a Red Eléctrica como a las energéticas. Hoy Moncloa respalda a su presidenta, Beatriz Corredor, y descarta su dimisión, aunque le reprocha que dejara pasar dos días antes de ponerse ante cámaras y micrófonos en dos entrevistas.

A pesar de la dureza inicial del presidente, el miércoles fuentes del Ministerio de Transición Ecológica admitían que puede que este fallo no obedezca a un error atribuible directamente a ninguno de los actores. Rechazaron “descartar nada”: “Puede ser que todo el mundo haya hecho lo que tiene que hacer”, “y puede ser que” obedezca a un “hecho fortuito”.

“Ha ocurrido una concatenación de errores poco probables”, reconocen, y aceptan que “el sistema tiene que estar preparado para cualquier eventualidad”. No lo estuvo: tienen claro que los cortafuegos -hasta 15 Gigawatios de potencia, el equivalente a lo que estimaron inicialmente que había “desaparecido” del sistema-, no fueron suficientes.

Para entender la magnitud de esos 15 Gigawatios, el Ejecutivo afirmó que equivale al 60% de toda la energía que se estaba consumiendo en España un lunes laborable. Es algo más del doble de la potencia nuclear instalada en España.

A priori, también apuntan a que el error no obedece a que determinados elementos del sistema sufrieran un “daño físico”: “Si se hubieran dañado físicamente elementos del sistema la recuperación hubiera sido más lenta”. Se asume, además, que si se hubiera mejorado la interconexión con Francia, probablemente habría sido más difícil llegar a este escenario.

Los datos que manejan apuntan a que el origen del apagón se ubica geográficamente en Extremadura, pero descartan confirmar que provenga de una central fotovoltaica, y piden no señalar a “una tecnología” concreta. Insisten en que en el último año ha habido muchas ocasiones en las que el mix energético ha tenido una configuración “parecida” en lo que toca al aporte de las renovables: “Uno de cada siete días”. Y no se produjo una crisis como esta. “Este fallo era muy improbable”, insisten.

Cinco días después de un apagón inédito en España, ni siquiera creen que se pueda descartar aún la hipótesis del ciberataque, que Red Eléctrica desterró un día después, sin avisar previamente a Moncloa: “Como hay miles de posibles ubicaciones del sistema eléctrico que están interconectadas, la confirmación o desestimiento de ciberataques requiere de mucha más información”. La Audiencia Nacional también investiga esta posibilidad y ya ha requerido varios informes.

Casi una semana después del corte de luz, vista la complejidad del sistema y de los “millones” de datos de esos 5 segundos que hay que analizar, el Gobierno no tiene un diagnóstico claro, y por eso tiene margen para prevenir que un fallo similar vuelva a producirse.