CERCO AL PSOE

Los socios ponen a Sánchez en el alambre: cada vez más enfadados y marcando distancias

Sumar, ERC, Podemos y BNG marcan distancia. Los socios se ausentan y cuestionan la palabra de Sánchez por la falta de respuestas ante el caso de Santos Cerdán

Yolanda Díaz.
KiloyCuarto/EFE

Los socios del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentran cada vez más enfadados. Sólo han acudido a la sesión de control en el Congreso de los Diputados los ministros de Sumar que tenían preguntas para escenificar malestar y marcar distancias tras la reacción del PSOE.

Díaz ya habría notificado su ausencia la semana pasada. Una figura clave dentro del Gobierno como lo es la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los ministros de Sumar Ernest Urtasun (Cultura) -quien admitió una “pérdida de confianza”- y Sira Rego (Juventud) no acudieron este miércoles al Pleno del Congreso en el que el jefe del Ejecutivo ha tenido que responder a preguntas sobre el caso de presunta corrupción que afecta al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Una ausencia que en el espacio se vincula con un gesto de escenificar distancia con el PSOE y de protesta por su reacción ante esta crisis.

Fuentes de Sumar recalcaron que se decidió que los miembros del espacio en el Gobierno no asistieran a la sesión de control, salvo aquellos ministros que tuvieran preguntas, como fue el caso de la titular de Sanidad, Mónica García, y el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy. Según indicaron otras fuentes, esta postura fue abordada previamente en el seno del Ejecutivo por el conjunto de sus titulares.

ERC le señala

En representación de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, incluso amagó con no ir a la reunión de consultas que convocó Sánchez. Durante la sesión, Rufián se dirigió al presidente con la intención de saber “qué va a hacer” en relación con lo que desvela el informe de la UCO, y censuró que pretende hacer creer que se enteró “antes de ayer” de lo que hacían “dos tipos que estuvieron con él durante meses en un coche”.

Para la reunión, ERC prefirió ir “sin cámaras” a esta cita que considera “una especie de besamanos” y que acudieron con la intención de decirle con más tiempo lo que el portavoz del partido le había trasladado a primera hora en la sesión de control al Gobierno.

Con la incertidumbre de lo que vaya a pasar con la legislatura, le exigen a Sánchez “avanzar en la agenda social”, sobretodo en materia de vivienda. Además, Rufián quizo hacer un rebato a toda la izquierda, incluyendo a los miembros del PSOE, de que “pase lo que pase, intentar dejarle en la mejor situación posible una vida digna a la gente”.

Podemos y BNG ausentes

Podemos y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) directamente tomaron la decisión de no asistir. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha criticado la actitud “indefendible” de Sánchez ante el caso de Cerdán, proclamando que la legislatura “ya está muerta” y ha “llegado a su fin”, dado que el PSOE es incapaz, a su juicio, de aplicar medidas de regeneración o avances sociales.

De esta manera, no intentan generar presión para resollar sobre la posibilidad de una cuestión de confianza o elecciones anticipadas, aclarando que es una decisión que debe pasar por el mismo presidente y no por los grupos que apoyaron su investidura. Aparte reivindica que la única salida desde la izquierda es levantar una alternativa al bipartidismo de PSOE y PP, que es en lo que se volcará su partido. Belarra muestra un gran rechazo ante la postura “disolvente progresista” del presidente.

BNG también planta a Sánchez al considerar que se trata de una maniobra puramente estética destinada a conseguir una “foto de respaldo” que oculte los escándalos de corrupción que afectan al PSOE. Según la formación nacionalista gallega, en un momento de “informaciones graves” sobre prácticas corruptas, el Ejecutivo no puede buscar gestos simbólicos para desviar la atención o diluir responsabilidades políticas.

El diputado del BNG, Néstor Rego, dejó claro que no participarán en lo que considera un intento de “blanqueo” por parte del Gobierno y ha exigido hechos, no escenificaciones. Recuerdan que su apoyo a Sánchez se limitó al acuerdo de investidura y que, mientras ellos han cumplido su parte, ahora es el Ejecutivo quien debe ejecutar los compromisos pactados “sin excusas ni maniobras de dilación”.