“Pedro Sánchez salió ileso de la comisión de investigación”. Más aún, “reforzado”. Esa es la lectura que hacen en el Gobierno tras casi cinco horas de comparecencia en las que el presidente del Ejecutivo esquivó los ataques de la oposición con evisavas, se defendió con sarcasmo y convirtió el interrogatorio en un escenario de réplica política. “Han demostrado que es un circo”, resumen fuentes de Moncloa, convencidas de que el PP “se pasó de frenada” en su intento de acorralar al líder socialista.
En el entorno del presidente se felicitan por el resultado. “Balance positivo. Viendo el final, es una evidencia”, resumían ya de vuelta a Moncloa. Incluso ironizaban con la posibilidad de repetir la cita, ante la amenaza del PP de volver a llamar “en cualquier momento a Sánchez” si aparecen nuevas revelaciones judiciales. “Si el PP quiere volver a llamar al presidente, iremos encantados”.
En el equipo de Sánchez aseguran que “todo salió según lo previsto”. El presidente se mantuvo “tranquilo” incluso en los momentos de mayor tensión con el senador del PP Alejo Miranda de Larra, que condujo el interrogatorio más bronco de la jornada. “Él estaba bien. Se ha ido bien”, sostienen desde el entorno del presidente. Tanto es así que el propio jefe del Ejecutivo aseguró estar “satisfecho” mientras deslizó que “otros seguro que no”, en referencia al PP.
El Gobierno considera que el PP “llevaba un año preparando el circo” y que su “frustración” se hizo evidente durante la sesión. “La reacción del PP muestra su desesperación. No han conseguido nada, y ahora que ya han traído al presidente, el balance es evidente: les ha salido mal”, se reafirmaron en Moncloa. “Sabíamos que buscaban el barro, y lo llevaron hasta el final. Pero el presidente salió reforzado”.
Dudas en el PP
Desde el PP los sentimientos fueron encontrados con el resultado de la comisión, más allá de las declaraciones públicas, asegurando que Sánchez está acorralado por la corrupción. “Si pones las expectativas tan altas, después pasa lo que pasa”, se quejaba un senador popular. “Una carta gastada”, lamentaba otro dirigente. La sensación en las baronías era precisamente que el portavoz popular “debió permitir a Sánchez contestar” y que cometió algunos errores durante el interrogatorio.
Ayer, en PP ya dejaba de cobrar fuerza la posibilidad de llevar al presidente del Gobierno “ante el juez”, como prometían antes de la comparecencia si detectaban “mentiras” en el relato de Sánchez. “Está pendiente de no dar un corte categórico que pueda justificar que el PP le lleve ante la Justicia por falso testimonio”, resolvían en la dirección.
Sin embargo, desde Génova decían salir victoriosos y guardan en la hemeroteca muchos “silencios elocuentes” tras el interrogatorio a Sánchez. Hasta 52 “evasivas”, resumen. Para la oposición, el éxito de la comisión fue precisamente hacerle todas las preguntas “que muchos españoles querrían que respondiera” sobre corrupción. Al no obtener nada claro en muchas de ellas, le sirve al PP para proclamar que los ciudadanos han visto “la nula vocación de colaborar del presidente”. “Tenemos un presidente sin respuesta ante la corrupción que rodea a su partido”, explican en la dirección del PP.
Así, los populares se reservan en la recamara varios “cortes” con “evasivas”, como por ejemplo el interrogante sobre si se sometería a un careo con José Luis Ábalos y Víctor de Aldama para “aclarar” las dudas sobre la corrupción del PSOE. También, destacan en el Senado, el hecho de que Sánchez “no recuerde” cómo conoció a Aldama. “No ha sabido ni despejar la duda de si tiene o no mensajes con él”, recalcan.
Además, en el PP ponen en valor que Sánchez “no haya querido responder sobre el hermano” o que diga que no recuerda “cuando se le pregunta por su último cobro en efectivo por parte del PSOE”. Así, zanjan, “no ha despejado ninguna duda sobre la contabilidad B del PSOE, el rescate de Air Europa, la trama de las mascarillas…”. Continúa “acorralado” por la corrupción, resumieron, pendientes de novedades sobre Ángel Víctor Torres y el ya famoso informe de la UCO.