Con la máxima discreción y evitando el protagonismo para el Gobierno para un acto en el que la tensión ciudadana será máxima y, también, el desgaste político. Así ha preparado el Gobierno de España el Funeral de Estado para homenajear a las víctimas de la Dana en el primer aniversario de la tragedia.
El acto de homenaje a las víctimas de la Dana llega en un momento de máxima crispación política. Sobre todo en la previa de una confrontación entre Gobierno y Generalitat, las dos máximas instituciones con responsabilidades en la gestión de la tragedia y futura reconstrucción. Es por eso que, en medio de toda la tensión política, Moncloa ha decidido ceder el protagonismo al Rey Felipe VI, según confirman fuentes gubernamentales a Artículo14.
Una figura que recaba el consenso ciudadano frente a la crispación que supone para la ciudadanía, en estos momentos, el nombre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Así, el Rey Felipe VI será el único que intervendrá en representación del Estado, como máximo exponente. Junto a él, también se escuchará el relato de tres familiares de las víctimas mortales de la Dana, según ha confirmado este diario por fuentes del gobierno valenciano. Este detalle- el hecho de que el Gobierno haya elegido a las víctimas que participarán en el funeral- es importante, dado que hay una parte de las víctimas que han reiterado en público su oposición a que Carlos Mazón participe en el funeral de Estado.
Un homenaje blindado
El funeral del Estado se celebrará este miércoles 29 de octubre en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia. En el homenaje se recordará a las 237 víctimas mortales de la tragedia.
Precisamente, fue el propio presidente del Gobierno quien se comprometió con las víctimas de la Dana a celebrar un funeral del Estado para recordar a las víctimas al cumplirse un año de la mortal riada. Si bien, el Gobierno cumple con su palabra, evita así las críticas de la ciudadanía al celebrar un acto en el que Sánchez no contará con foco público. Su presencia también estará totalmente blindada para evitar cualquier tipo de protesta pública. La última vez que Sánchez se expuso a la ciudadanía fue cuando visitó la ciudad de Paiporta a los pocos días de sucederse la Dana y tuvo que abandonar la visita por los riesgos para su propia digura.
Conscientes de que las protestas serán un clamor, Moncloa ha decidido blindar al máximo el acto y tan solo podrán acceder las personas que cuenten con una invitación personal e intrasferible. Junto a los Reyes, las principales autoridades del Estado y los familiares de las 237 víctimas mortales de la Dana. De hecho, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias tan solo hay reservados dos espacios, una zona institucional y otra delimitada para la prensa.
El objetivo, según desprende el protocolo de Moncloa, pasa por proteger al máximo la ceremonia de las más que probables protestas que se dirigirán contra la clase política. Así, solo RTVE ofrecerá señal institucional en directo del Funeral y EFE realizará la cobertura gráfica en régimen de pool.
El Ejecutivo ha decidido preparar con la máxima discreción el funeral de Estado. Tanto es así que ni la Comunidad Valenciana conoce los detalles de la celebración laica que se celebrará el próximo miércoles.
De hecho, fue el pasado viernes cuando las principales autoridades comenzaron a recibir las invitaciones, tal y como ha podido comprobar este diario. Estará presente, en la zona de autoridades, el presidente del Gobierno, los presidentes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo, y también se ha invitado a los presidentes de todas las comunidades autónomas. Invitación singular a los presidentes de comunidades autónomas en las que hubo víctimas mortales por la Dana; el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, así como el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla.
También se ha cursado invitación a los alcaldes de los 78 municipios damnificados (75 de Valencia, dos de Castilla-La Mancha y uno de Andalucía), al jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a los portavoces de los grupos de las Cortes Generales y de las Cortes Valencianas, y a los de las cámaras parlamentarias de Castilla-La Mancha y Andalucía.
