La ruptura de Junts, confirmada esta semana tras la consulta de Carles Puigdemont a sus bases, deja al Gobierno en una situación de debilidad inédita, con riesgo de perder prácticamente todas las votaciones. Aun así, en Moncloa mantienen la calma y en el entorno del presidente descartan por ahora la posibilidad de un adelanto electoral, citando las generales en el 2027. “Tramitaremos los Presupuestos. El presidente del Gobierno lo ha dicho claro”, insisten fuentes del Ejecutivo a este periódico.
El Consejo de Ministros aprobó el martes la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, convertida para el Gobierno en una muestra de que siguen legislando “con normalidad” y sin alterar sus planes.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, lo cierto es que la ministra portavoz, Pilar Alegría, evitó este jueves confirmar si las cuentas llegarán efectivamente a votarse en el Congreso. “Vamos a seguir con la misma tónica con la que llevamos trabajando desde hace años”, se limitó a responder, en línea con el mensaje que se repite estos días en Moncloa: serenidad, diálogo y continuidad.

“Siempre confío en que Junts se reposicione”, admiten fuentes cercanas al presidente. En Moncloa descartan dramatizar la ruptura y recuerdan que “Junts ya negociaba ley a ley desde hace meses”. “Nos tomaremos el tiempo que sea necesario para tener su apoyo”, añaden, convencidos de que la formación de Puigdemont no votará contra medidas “que beneficien a Catalunya”.
Misión: estrechar lazos con Sumar
El siguiente paso de Sánchez pasa por reforzar los lazos con Sumar, socio prioritario en la coalición. En Moncloa destacan el “clima magnífico” con el partido de Yolanda Díaz, pese a las tensiones internas. “Seguimos hablando con ellos. Las negociaciones no terminan hasta que terminan, ya sabéis”, deslizan fuentes socialistas.
En paralelo, el Ejecutivo resta importancia también al calendario electoral que se abre tras la convocatoria de elecciones en Extremadura por María Guardiola, y la réplica en comunidades como Castilla y León o Andalucía. En Moncloa aseguran que esas campañas “no entorpecerán la presentación de los Presupuestos” ni afectarán “en ningún caso” al trabajo del Gobierno.

El Gobierno mantiene su hoja de ruta “intacta”
La prioridad inmediata es culminar el borrador presupuestario. Aunque llegará fuera de plazo, la intención de Moncloa es mantener la tramitación para marcar perfil político, incluso si el resultado parlamentario está en el aire. “Día a día”, repiten en el Gobierno, como consigna de supervivencia, sin aclarar del todo si afrontarán la votación de las cuentas en el hemiciclo.
Fuentes del Ejecutivo admiten que la legislatura entra en “una fase compleja”, pero recalcan que no se ha activado ninguna alarma. La relación con Junts, pese a la distancia política, no está rota del todo. En el Gobierno mantienen gestos de acercamiento, conscientes de que los de Puigdemont marcan el equilibrio de la legislatura.

La última señal llegó en forma de disposición: “Estamos dispuestos a explorar la ley contra la multirreincidencia”, apuntan fuentes del Ejecutivo a Artículo14. “Pero para aprobarlo necesitamos mayoría parlamentaria. ¿La izquierda parlamentaria lo hará?”, se preguntan en Moncloa.
Pese al ruido, Sánchez intenta proyectar imagen de estabilidad. “Vamos a seguir con la misma idea”, repiten en Moncloa, convencidos de que no hay alternativa viable a un Gobierno que “ha demostrado capacidad de resistencia”. En Ferraz añaden una lectura más política: “El PP no tiene votos suficientes y Junts no puede justificar ante su electorado tirar leyes que benefician a los catalanes”.


