La izquierda empieza a calentar motores de cara al nuevo ciclo electoral, que se abrirá formalmente el 21 de diciembre, con los comicios en Extremadura. Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, celebra este sábado una conferencia política en la que redoblará su apuesta por políticas sociales como la prestación universal por crianza (de 200 euros) que ya ha enfriado la número dos del Gobierno, María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.
Fuentes de la formación de Díaz afirman también que este encuentro, en Madrid, servirá para revalidar -en genérico- su apuesta por la unidad de toda la izquierda alternativa al PSOE de cara a las próximas generales, lo que implícitamente incluye a Podemos. Los morados, por su parte, han convocado a su máximo órgano de dirección, el Consejo Ciudadano Estatal, en la misma jornada y a la misma hora.
Dirigentes de distintos partidos del espectro político integrado en Sumar coinciden en una convicción ante el nuevo ciclo político: no se contempla una lista en la que Irene Montero, señalada como candidata morada para las generales -aún debe oficializarlo con el aval de las bases-, comparta espacio con Díaz. “Son incompatibles”, afirma uno de estos dirigentes.
Formalmente, Díaz no ha querido confirmar que aspira a repetir como cabeza de lista. Y en su entorno aseguran que todavía no ha tomado una decisión. En su partido, Movimiento Sumar, su continuidad se da por sentada, aunque afirman que hoy no está abierto este debate, ni hay previsión de abordarlo a corto ni a medio plazo.
De hecho, la repetición de Díaz como cabeza de lista no está tan clara entre formaciones como Más Madrid o Izquierda Unida. El fin de semana pasado, en una entrevista en Eldiario.es, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, se descartó como futurible relevo.
Entre distintas organizaciones de Sumar consideran que Bustinduy, que no tiene carnet de partido pero ha ido multiplicando sus apariciones con Más Madrid en el último año, es el dirigente con más capacidad política para tomar el relevo de Díaz. La mayoría lo señalan como el ministro que más brilla en su espacio, pese a las reducidas competencias de su cartera.
Sumar, con un 44% de fidelidad de voto
Aunque el discurso público se enfoque en la dirección opuesta, en privado distintas voces del espacio reconocen que tienen pocas opciones reales para suceder a la vicepresidenta. Díaz está empeñada en reconstruir su capital político y esquiva la interna en público.
Tiene a su favor que está entre las dirigentes políticas más conocidas según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), aunque su valoración como ministra se haya resentido. Varias figuras de su espacio la ven demasiado erosionada para volver a postularse, pero tampoco identifican quién podría reemplazarla. Y menos, en un ciclo que las encuestas anticipan a la baja.
Hay varios parámetros del CIS que resultan demoledores para su espacio político. En lo que respecta a la estimación de voto, Sumar y Podemos, que concurrieron juntos el 23-J, se dejan seis y nueve décimas, respectivamente (7,1% para Díaz, 4% para los morados). Sumar apenas registra una fidelidad de voto del 44%, muy por debajo de Vox (86%), PSOE (74%) y PP (67%). Esto supone que más de la mitad de quienes les votaron hace dos años y cuatro meses no volverían a hacerlo.
El segundo gran problema que tienen más que presente: a ellos les penaliza más que al PSOE la percepción de que la legislatura alumbra escasos avances legislativos. Pese a su debilidad parlamentaria, el Gobierno se jacta de haber logrado aprobar 47 leyes desde el arranque de la XV Legislatura, en agosto de 2023.
Es un balance totalmente insatisfactorio para Sumar, que empuja a sus compañeros de Consejo de Ministros para actuar en materias como vivienda, y que reclama un mayor esfuerzo en políticas sociales. El ala socialista se escuda a menudo en los datos macroeconómicos para vender la buena marcha del país, y a Sumar le sigue resultando muy difícil sacar cabeza.
Los movimientos de Maíllo
En las últimas semanas, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha destacado que Díaz aún no ha querido despejar las incógnitas sobre su futuro. También ha amagado con postularse como candidato del espacio para las elecciones generales, inicialmente previstas para 2027, para acabar anunciando que representará a la candidatura de su espacio en las andaluzas -en la que tampoco participa Podemos-, previstas para mediados de 2026.
La mayoría de fuerzas de este espacio mantienen contactos cruzados para buscar una alianza amplia de cara a las generales, de momento fuera de radar. Fuentes de Sumar en el Gobierno reconocen a su vez “algún contacto, pero puntual”, entre los partidos que hoy integran la coalición de Díaz. Y dan por hecho que estos se acelerarán a partir de enero.
Por lo pronto, con la vista puesta en el arranque del ciclo electoral, la izquierda sólo concurre unida en Extremadura, donde la candidatura de Irene de Miguel (Podemos) integra también a Izquierda Unida y a Movimiento Sumar en la región. En Andalucía y en Castilla y León, sin embargo, los partidos de Sumar van esbozando su propio camino, con Podemos caminando en paralelo.
Este sábado, desde las 11.00 de la mañana, Díaz, el ministro de Cultura y portavoz de Movimiento Sumar, Ernest Urtasun, o la coordinadora del partido, Lara Hernández, pronunciarán discursos públicos, para después dejar que su formación debata sobre la media docena de resoluciones que deben valorar.
Ione Belarra, secretaria general morada, prevé tomar la palabra exactamente a la misma hora. Nadie espera que Belarra recoja el guante, sino más bien que ahonde en su discurso crítico con el Gobierno del que ya no forma parte, pero en el que sí está integrado Sumar.



