Las vacaciones de verano ofrecen son clave para el ocio y el enriquecimiento educativo de los niños. Más allá de las aulas de los colegios, los niños pueden aprender mientras se divierten en estos meses. Escoger unos buenos juguetes para la playa es crucial para favorecer un pasatiempos seguro y divertido.
La selección consciente de juguetes en este ambiente acuático y arenoso puede ayudar con las habilidades cognitivas de los niños. También con las motoras y sociales, transformando el ocio en una experiencia de aprendizaje significativa.
¿En qué fijarse a la hora de comprar juguetes para la playa?

Por las condiciones de nuestro país, es habitual que las familias pasen al menos una parte de sus vacaciones en la costa. La playa, con el dinamismo que le otorgan la arena y el mar, puede ser un escenario óptimo para el juego libre y la exploración.
Expertos en desarrollo infantil, como la organización Healthy Children, indican que el juego al aire libre, y en particular el contacto con la naturaleza, es crucial para el bienestar físico, mental y emocional de los pequeños.
Además, el espacio natural estimula la curiosidad, la creatividad y la imaginación. Estos son elementos esenciales para desarrollar en los niños el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Por ende, es importante que los niños se lleven juguetes para la playa. Por supuesto, estos deben ser seguros. Es indispensable asegurarse de que estén fabricados con materiales no tóxicos, y que no contengan piezas pequeñas. Pues pueden representar un riesgo de asfixia para los más jóvenes.
La durabilidad y resistencia a las condiciones climáticas, como el sol intenso y el agua salada, son factores clave para garantizar una inversión inteligente y una vida útil prolongada del producto. Asimismo, se debe tener en cuenta que sean respetuosos con el medioambiente.
Las recomendaciones de los expertos

Teniendo en cuenta los factores clave de los juguetes, hay algunos más recomendados por los expertos pediatras. Los clásicos como cubos, palas y moldes de arena mantienen aún su relevancia inmutable. Estas herramientas básicas, aunque parezcan sencillas, vienen muy bien para el desarrollo de la motricidad, la coordinación óculo-manual y el razonamiento espacial.
Jugar con arena mojada o seca, agua, piedras… Todo eso favorece y estimula su creatividad. Si se complementan con otros juguetes, como excavadoras, submarinos y otros que les permitan llevar más lejos su imaginación, el éxito está más que asegurado.
Más allá de los habituales juguetes para la playa, se puede contar del mismo modo con accesorios como colas de sirena, gafas y tubos de buceo, o similares. La interacción y el ocio con el agua les mantiene activos físicamente y les ayuda a interesarse por el entorno y la vida marítima.
Por último, son una gran elección los juegos impermeables, como las cartas, muñequitos, pelotas, freesbees… Sobre todo, los que permitan el juego colectivamente, y así aumenten sus habilidades sociales entre ellos o con otros niños y niñas.
Con ellos, pueden aprender sobre resolución de conflictos, el trabajo en equipo, la comunicación y el establecimiento de reglas sociales, entre otras cosas muy interesantes.
Recuerda escoger juguetes y juegos seguros, preferiblemente de buenos materiales, adaptarlos a la edad y las habilidades específicas del niño, y supervisar siempre su uso. Especialmente, aquellos que puedan causar algún problema mayor, como los relacionados con el contacto directo con el agua.