El experto en pediatría Carlos González ha hablado recientemente en su podcast sobre un tema tan delicado como importante. Y este es el del aislamiento de la madre tras el parto.
Después de la euforia inicial y la atención centrada en el recién nacido, sucede este fenómeno, a menudo silencioso. Este puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental y emocional de la madre, afectando a su capacidad para vincularse con su bebé y disfrutar plenamente de esta nueva etapa.
Por qué es peligroso el aislamiento de la madre tras dar a luz

La etapa del posparto es el periodo que abarca desde el alumbramiento hasta, aproximadamente, las seis semanas siguientes. No obstante, sus efectos emocionales y fisiológicos pueden prolongarse mucho más allá. Durante este tiempo, el cuerpo de la mujer experimenta una gran cantidad de cambios hormonales, físicos y emocionales.
A la recuperación del parto se suman las demandas constantes del bebé: tomas, cambios de pañal, limpieza, noches sin dormir…
En esta situación, la mayoría de mujeres se encuentran con una reducción drástica de sus interacciones sociales. Ya sea por ausencia de apoyo familiar, por el tiempo que se pasa a solas en casa con el bebé, o por la distancia con amigos y compañeros de trabajo, o por todos ellos. En esas semanas, la vida gira en torno al cuidado del bebé y del hogar.
El pediatra Carlos González señala este aislamiento como un suceso que implica “uno de los factores que contribuye a la depresión postparto“.
Lo que dice un experto al respecto
El experto señala en Criando sin miedo, su podcast, que este aislamiento de la madre le termina pasando una gran factura. Pasa días sin nadie con quien hablar y con tareas repetitivas, cosa que termina afectándole, pudiendo llegar a ocasionarle serias consecuencias. Estas pueden ser depresión, ansiedad, trastornos de estrés post traumático, e incluso sentimientos muy negativos, como la frustración o incluso la desvinculación con su bebé.
Por ello, González insiste en que la madre mantenga una red de contactos adultos con los que poder relacionarse y hablar. No sólo a través de WhatsApp, sino en llamadas y mejor aún, en persona. Si no es posible salir de casa con cierta frecuencia al no poder hacerse nadie cargo del bebé, estas reuniones se deben organizar en casa. Ya sea con familiares o conocidos, por supuesto. Sea como sea, pero la madre debe mantener relaciones sociales de manera habitual.
Existen también grupos de apoyo para madres, donde ellas y algunos profesionales pueden mantener contacto, compartir experiencias e incluso llegar a establecer vínculos de amistad. La ayuda profesional psicológica también es una gran opción, si se siente que es necesario este tipo de atención debido a las consecuencias del aislamiento.
El aislamiento de la madre tras el nacimiento de su bebé es un peligro a menudo silencioso. La maternidad, en toda su complejidad, merece ser vivida con apoyo, comprensión y empatía. Al reconocer y abordar este problema, no solo estamos protegiendo la salud mental de las madres, sino que también estamos invirtiendo en el bienestar de las futuras generaciones.
El mantenimiento de las relaciones sociales en las primeras semanas de viaje de la maternidad es de crucial. La vida de una madre y su bebé, y el futuro de una familia, dependen de ello.