LOTERIA DE NAVIDAD
EL GORDO
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2º Premio
70048
3º Premio
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4º Premio
78477
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5º Premio
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Cada 22 de diciembre, el foco mediático de la Lotería de Navidad se posa sobre un escenario muy concreto: el Teatro Real de Madrid. Para muchos espectadores, sobre todo los más jóvenes, el sorteo siempre ha sido ahí, con los bombos ocupando el escenario y las voces infantiles resonando bajo la gran lámpara del coliseo madrileño. Sin embargo, esa imagen es relativamente reciente dentro de una tradición con más de dos siglos de historia.
La Lotería de Navidad se celebra en el Teatro Real desde el año 2012. El traslado coincidió con el bicentenario del sorteo, nacido en 1812, y respondió tanto a razones simbólicas como prácticas. El Teatro Real ofrecía mayor capacidad, mejores condiciones técnicas y un marco más solemne para un acontecimiento que ya no es solo un sorteo, sino un evento seguido por millones de personas dentro y fuera de España.
El salto al Teatro Real en 2012
La llegada de la Lotería de Navidad al Teatro Real supuso un cambio visual y escénico muy claro. Por primera vez, el sorteo abandonaba espacios administrativos o congresuales para instalarse en un gran teatro de ópera. El objetivo era claro: reforzar el carácter institucional y cultural de una cita que forma parte del imaginario colectivo.

Desde entonces, el Teatro Real se ha convertido en sinónimo del sorteo. Las puertas se abren de madrugada, el público accede gratuitamente por orden de llegada y el ritual se repite casi sin cambios: bombos, tablas, niños cantando y una retransmisión que paraliza el país durante horas.
Dónde se celebraba la Lotería de Navidad antes
Antes de su llegada al Teatro Real, la Lotería de Navidad tuvo varias sedes estables a lo largo del siglo XX. Durante más de cuatro décadas, entre 1963 y 2009, el sorteo se celebró en la sede de Loterías y Apuestas del Estado, en la calle Guzmán el Bueno de Madrid. Aquel espacio marcó la consolidación del formato moderno del sorteo, con el sistema de bombos y la presencia ya habitual de los niños cantores.
Sin embargo, ese edificio tenía limitaciones evidentes de aforo y logística. La creciente atención mediática y la presencia de público hicieron que, durante 2010 y 2011, la Lotería de Navidad se trasladara de forma provisional al Palacio Municipal de Congresos, en el Paseo de la Castellana. Fue una etapa de transición, pensada para ganar espacio antes del salto definitivo al Teatro Real.

Si se retrocede aún más en el tiempo, la Lotería de Navidad no tuvo durante décadas una sede fija. En el siglo XIX y buena parte del XX, el sorteo se celebraba en distintos edificios oficiales vinculados a la administración de loterías. El protagonismo, eso sí, ya recaía en los niños del Colegio de San Ildefonso, cuya participación está documentada desde hace más de dos siglos.
En los primeros años, incluso antes de que Madrid se consolidara como sede definitiva, el sorteo navideño llegó a celebrarse en Cádiz, ciudad donde nació la lotería moderna en 1812, en pleno contexto de la Guerra de la Independencia. Aquellas primeras ediciones estaban muy lejos del espectáculo televisivo actual. Pero sentaron las bases de una tradición que ha sobrevivido a regímenes, guerras y cambios sociales.


