La Navidad suele asociarse a celebración, encuentros familiares y alegría compartida, pero no siempre es así para todos los miembros del hogar. En el caso de las mascotas en Navidad, este periodo puede convertirse en una fuente de estrés y desequilibrio emocional debido a los cambios bruscos en su entorno y en sus rutinas habituales.
Los expertos advierten de que las mascotas en Navidad son especialmente sensibles a factores que para los humanos pasan desapercibidos. El aumento del ruido, la presencia constante de personas desconocidas o la alteración de horarios pueden afectar de forma directa a su bienestar psicológico.
Cambios de rutina que alteran a las mascotas en Navidad
Uno de los principales problemas para las mascotas en Navidad es la ruptura de su rutina diaria. Las comidas fuera de horario, los paseos irregulares o la falta de descanso alteran su sensación de control sobre el entorno. Algo esencial para perros y gatos.
Las reuniones familiares numerosas suponen una auténtica sobrecarga sensorial para muchas mascotas en Navidad. El ruido continuo, los olores intensos, el movimiento constante y la invasión de su espacio generan desorientación e inseguridad. Especialmente en animales sensibles o poco sociables.
Señales de estrés en las mascotas durante las fiestas
El malestar de las mascotas en Navidad suele manifestarse a través de conductas que a menudo se interpretan erróneamente como “mal comportamiento”. Esconderse, ladrar o maullar en exceso, orinar fuera de lugar, destruir objetos o incluso mostrar signos de agresividad son, en realidad, señales claras de estrés.

Veterinarios y etólogos recuerdan que estas reacciones indican que la mascotas se sienten sobrepasadas o desplazadas. No se trata de castigar estas conductas, sino de entenderlas y actuar para reducir los estímulos que las provocan.
La pirotecnia, uno de los mayores enemigos
Si hay un elemento especialmente dañino para las mascotas en Navidad, ese es la pirotecnia. Perros y gatos tienen una capacidad auditiva muy superior a la humana. Por lo que los petardos y fuegos artificiales se perciben como sonidos intensos, impredecibles y amenazantes.
En muchos casos, la reacción de las mascotas ante la pirotecnia es de auténtico pánico. Temblores, jadeos, vómitos, intentos de huida o conductas destructivas no solo afectan a su estado emocional, sino que pueden tener consecuencias físicas si el estrés se prolonga en el tiempo.

Para Imke Marks, fundadora de Mooiza, el bienestar de las mascotas en Navidad pasa por respetar sus ritmos y límites. “No forzar el contacto con los invitados y ofrecerles un refugio seguro, tranquilo y alejado del ruido, con su cama, agua y juguetes, les permite sentirse protegidos y recuperar la calma cuando lo necesitan”, explica.
La experta añade que medidas sencillas, como el uso de música suave o ruido blanco, pueden ayudar a amortiguar los estímulos externos que tanto afectan a las mascotas en Navidad. Especialmente durante las horas de mayor actividad en el hogar.
Apoyo emocional y soluciones naturales
Además de las medidas ambientales, Marks recomienda reforzar el bienestar emocional de las mascotas en Navidad con apoyo específico. “Es importante cuidar su equilibrio tanto por fuera, mediante aromaterapia, como por dentro, con una suplementación nutracéutica adecuada en los días de mayor agitación”, señala.


