El número de mujeres que congelan sus óvulos se ha multiplicado por 27 en poco más de una década

En 12 años se ha experimentado un gran cambio. Los avances científicos y los cambios sociales están detrás de esta tendencia

Pruebas de reserva ovárica - Salud
La inseminación artificial de un óvulo (EFE)

Una tiene el runrún de que cada vez se habla más de estas cosas (nunca lo suficiente). De que cada vez más gente congela sus óvulos. De que cada vez más la sociedad está entendiendo eso de la “criopreservación” como algo que entra dentro de la categoría de lo “normal”. Las cifras, en este caso, avalan con creces esa sensación. En apenas 10/12 años, el panorama en cuanto a la congelación de ovocitos se refiere, ha cambiado mucho. En España, en el Registro de Centros y servicios de reproducción humana asistida, figuran 421 hospitales y clínicas, de los cuales 197 cuentan con bancos de ovocitos. Estas cifras son altas y responden a un aumento progresivo del interés de las mujeres por congelar su material genético. Los datos relativos a esta práctica son recogidos por la Sociedad Española de Fertilidad desde el año 2010. Antes, apenas era necesario. En el informe de criopreservación de ese año, figura que 281 mujeres congelaron sus óvulos en 23 centros diferentes. De ellas, más de la mitad (159), lo hicieron porque iban a someterse a algún tipo de tratamiento médico que podría incidir negativamente sobre su fertilidad. El resto lo hizo por “otras causas”. Fueron 1.956 los ovocitos vitrificados en total. El informe recoge también el proceso inverso. En ese mismo año, 2010, se descongelaron 20 ovocitos para realizar un total de 16 ciclos “en fresco”. Pese a que hubo 11 ovocitos fecundados, sólo 3 pudieron ser transferidos. No se congeló ningún embrión y no hubo ningún recién nacido vivo fruto de todo este proceso. El lenguaje quizá es complejo, la conclusión no tanto: se congelaba poco, se descongelaba poco.

Un crecimiento exponencial

En el último informe de esa misma Sociedad, el del año 2022, vemos cómo estas cifras han cambiado. En ese período, 7.502 mujeres congelaron sus ovocitos. La diferencia es evidente se diga como se diga: “se multiplicaron por 26,9”, “fueron 7.221 más”…
Estos datos son sólo médicos, nos recuerda la Sociedad Española de Fertilidad. Su finalidad es la de hacer avanzar la ciencia, hacer que los resultados mejoren. No buscan dar forma a un análisis social, pero sin duda lo reflejan. En 2010, la mayoría de las mujeres que congelaban sus óvulos lo hacían porque estaban enfermas. Ahora ya no. En 2022, 2.491 mujeres criopreservaron sus ovocitos por alguna enfermedad, sí, pero fueron 4.945 las que marcaron la casilla de “otras causas”. Además, desde 2021, el informe recoge el número de personas trans que congelaron sus ovocitos: 310 ese año frente a las 66 de 2022.

En cuanto al uso de esos óvulos criopreservados, también ha aumentado. En 2022 se descongelaron en España 10.580 ovocitos de los cuales 9.620 fueron inyectados y 6.879 fecundados. Hubo un total de 559 embriones transferidos, 1.601 embriones congelados y 168 bebés nacidos vivos fruto de todo ese proceso. Un 100% más que en el año 2010.

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