La Ley Antitabaco afronta una de sus reformas más ambiciosas en los últimos años. El anteproyecto impulsado por el Ministerio de Sanidad no solo amplía los espacios libres de humo, sino que también endurece el régimen sancionador. A partir de ahora, fumar o vapear en lugares prohibidos, como las terrazas de bares y restaurantes, supondrá multas que más que se triplican con respecto a las actuales.
Multas mucho más duras por fumar en las terrazas
Según el texto de la Ley Antitabaco, las sanciones mínimas pasan de 30 a 100 euros. Es decir, si un ciudadano decide encender un cigarrillo en una terraza donde está prohibido, la multa será más del triple de la que se aplica hoy en día.
Se trata de la infracción más leve dentro del catálogo que contempla la ley. Pero marca un punto de inflexión en la política de tolerancia cero contra el tabaco en espacios públicos.

La Ley Antitabaco también establece que, en caso de que el infractor sea menor de edad, la responsabilidad económica recaerá de manera subsidiaria sobre los padres o tutores legales.
Esta novedad busca reforzar la educación preventiva y el papel de las familias en la lucha contra el tabaquismo.
El régimen sancionador de la Ley Antitabaco
La Ley Antitabaco no se limita a las multas por fumar en terrazas. El documento recuerda que las sanciones pueden alcanzar hasta los 600.000 euros en los casos más graves, como la publicidad, promoción o patrocinio de productos relacionados con el tabaco, incluidos los dispositivos electrónicos, en cualquier medio de comunicación.
Esto significa que la Ley Antitabaco mantiene un enfoque integral. No solo persigue a quienes incumplen en espacios públicos, sino que también controla con firmeza a la industria del tabaco y a las empresas que intenten promocionar sus productos.

Uno de los puntos más sensibles de la Ley Antitabaco es su incidencia en la hostelería. El propio Ministerio de Sanidad reconoce que la ampliación de los espacios libres de humo puede tener un impacto indirecto en bares, restaurantes y festivales de música. Terrazas y eventos multitudinarios se verán obligados a reforzar las restricciones, lo que podría reducir la presencia de fumadores en estos entornos.
No obstante, la Ley Antitabaco subraya que este impacto será limitado y no exigirá adaptaciones costosas para los negocios, como sí ocurrió en reformas anteriores. La actividad hostelera podrá continuar con normalidad, aunque con una vigilancia más estricta por parte de las autoridades.
Efectos en la venta y producción de tabaco
La aplicación de la Ley Antitabaco tendrá un efecto disuasorio inmediato sobre el consumo. Eso podría provocar un descenso en las ventas de cigarrillos, vapeadores y otros productos relacionados. Este cambio afectará a fabricantes, distribuidores y puntos de venta, que verán reducidos sus ingresos a corto plazo.

Además, la producción agrícola vinculada al tabaco en España, especialmente en la provincia de Cáceres, se verá resentida. La Ley Antitabaco reconoce que estas comarcas dependen en gran medida del cultivo, pero también plantea una salida: la derivación de la producción hacia mercados internacionales, aprovechando la presencia multinacional de las principales compañías.