La Ley de Multirreincidencia surge como respuesta a una preocupación creciente en las grandes ciudades: la repetición constante de delitos menores por parte de un mismo delincuente. Alcaldes de todo el país llevan meses reclamando una reforma del Código Penal que permita endurecer las penas a quienes cometen hurtos de forma reiterada. Especialmente, de robos de móviles, relojes, carteras y otros objetos personales. En su planteamiento inicial, la ley busca cerrar un vacío legal que permite que muchos reincidentes queden en libertad tras condenas mínimas y vuelvan a delinquir.
El impulso definitivo a la Ley de Multirreincidencia llegó tras un acuerdo entre PSOE, PP y Junts en la comisión de Justicia. La propuesta llevaba un año paralizada. Pero las tensiones políticas recientes entre socialistas y soberanistas reactivaron la negociación. Junts y PP habían presentado por separado iniciativas para introducir la multirreincidencia como tipo penal, y ambas convergieron en este nuevo texto. Gracias a las enmiendas transaccionales pactadas, la ley avanza ahora hacia su votación definitiva el próximo 10 de diciembre.
¿Qué modifica exactamente la Ley de Multirreincidencia?
Uno de los ejes centrales de la Ley de Multirreincidencia es fijar que una persona pueda ser considerada multirreincidente cuando cometa tres delitos de la misma tipología. El objetivo es endurecer las penas de hurto, ya reformadas parcialmente en 2022. Actualmente, quien comete un hurto con antecedentes por delitos que sumen al menos 400 euros puede recibir penas de seis a 18 meses de prisión. La nueva ley, sin embargo, elimina el requisito económico en los hurtos leves y permite que la pena más alta se aplique directamente.
¿Qué pasará ahora si robas un móvil?
Uno de los cambios más llamativos que introduce la Ley de Multirreincidencia es el aumento de la pena para los hurtos de móviles y otros dispositivos tecnológicos. Según la enmienda pactada, estos delitos podrán castigarse con hasta tres años de prisión. La reforma afectará al artículo 235 del Código Penal, que regula los hurtos de especial gravedad. La nueva ley incluirá aquí los casos de delincuentes con tres condenas previas ejecutorias por delitos de la misma naturaleza, ampliando así el margen judicial para actuar contra quienes roban reiteradamente en entornos urbanos.
¿Qué pasa con las estafas leves?
Además del hurto, la Ley de Multirreincidencia ampliará su alcance a las estafas leves. Esta propuesta fue una de las aportaciones del PP apoyadas tanto por Junts como por el PSOE. El objetivo es evitar que determinados delincuentes queden fuera de las consecuencias del nuevo marco legal únicamente por diversificar sus delitos entre hurtos y estafas. Con la nueva ley, ambas conductas podrán acumular condenas que permitan activar el agravante de multirreincidencia.
Si se cumplen los plazos previstos, la Ley de Multirreincidencia podría votarse en el primer pleno parlamentario de 2026. El PP, que defiende haber logrado incluir sus posiciones clave, afronta el dilema político de respaldar una reforma que también podría facilitar la relación entre el PSOE y Junts. Con todo, la ley se perfila como una reforma imprescindible para afrontar un problema que afecta a la convivencia y a la seguridad ciudadana en las principales capitales del país.