Llega septiembre, y junto al mes, las ganas de explorar algún lugar acogedor donde además comer un buen plato caliente. Hay un pueblo de Cantabria donde comer de maravilla, sumado de un entorno muy agradable en estas fechas. Disfrutar de una acogedora y tranquila velada rural allí es una garantía para quien la busca.
Y sí, tan bien se come allí, que el año pasado, fue reconocido como el mejor pueblo español donde hacerlo durante el mes de septiembre.
Una escapada rural siempre apetecible
Bárcena Mayor, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1979, es un pequeño pueblo lleno de casas apiñadas a orillas del río Argoza. Con apenas un centenar de habitantes, este lugar se erige como un perfecto destino para una escapada rural en Cantabria.
Su ubicación es sorprendente: un espectacular valle flanqueado por colinas redondeadas y bosques de robles y hayas. Esto lo convierte en un paraíso rural de incomparable belleza paisajística.
Como curiosidad, solo los vecinos pueden acceder con vehículo hasta sus casas. Esto preserva la tranquilidad de sus calles de piedra y evita la intrusión de coches en sus lugares más pintorescos.
El estacionamiento para visitantes se encuentra en el parking municipal, en el exterior, lo que garantiza un paseo tranquilo y sin obstáculos.
El pueblo se organiza en un único barrio formado por dos calles principales, unidas por corrales, plazuelas y callejones que evocan la esencia de la arquitectura montañesa.
Fue reformado en buena parte en 1990, dejando relucientes las casonas señoriales, el lavadero (con figuras-homenaje), los balcones y los soportales, y la iglesia de estilo barroco montañés de Bárcena Mayor.
Bárcena Mayor, el pueblo de Cantabria donde comer de diez este septiembre
El valle de Cabuérniga, donde se ubica Bárcena Mayor, es el epicentro del cocido montañés. Seguro que te suena este plato insignia de la gastronomía cántabra.
En los restaurantes locales, como La Solana, El Puente, La Jontana y Río Argoza, se puede comer esta delicia. Judías, berzas y el “compango” (tocino, costilla, morcilla y chorizo) crean una experiencia culinaria que es un auténtico monumento natural para los sentidos.
La revista National Geographic nombró el año pasado a este pueblo de Cantabria donde comer muy bien durante el mes de septiembre.
Otros platos destacados son los judiones con jabalí, fabada de venado, solomillo, y otras carnes de caza y de ganadería tan características de esta región. Siempre acompañadas de una buena guarnición de verduras, muchas de ellas locales, como la patata y las setas.
Los lácteos y quesos también gozan de una amplia presencia en los menús, muchos de ellos elaborados artesanalmente. En el pueblo podrán comprar alguna pieza para llevarte a casa.
Por supuesto, cierran la experiencia gastronómica de Bárcena Mayor los dulces caseros. Las quesadas y los sobaos pasiegos, importados de áreas cercanas, junto con las versiones con productos locales de postres míticos como las tartas o las coulants, harán la boca agua del comensal.
En definitiva, en este pueblecito cántabro se dan la mano historia, naturaleza y cuidada tradición gastronómica. Aprovechando el punto álgido del producto local durante el mes, todas las condiciones se dan perfectas para pasarse por allí durante el noveno mes del año.