Pocos escritores contemporáneos han reflexionado tanto sobre la memoria, la verdad y el poder de la ficción como Javier Cercas. Autor de novelas clave como Soldados de Salamina o Anatomía de un instante, su mirada crítica sobre la historia española, su obsesión con la frontera entre realidad y literatura y su reivindicación del pensamiento como forma de resistencia lo han convertido en una de las voces más lúcidas del panorama iberoamericano.
Pero, además de escritor, Javier Cercas es un lector insaciable. En entrevistas, artículos y ensayos, ha compartido con frecuencia cuáles son los libros que le han acompañado, conmovido o desafiado. Algunos pertenecen al canon indiscutible. Otros revelan su preferencia por las obras incómodas, fronterizas, las que abordan sin tapujos el yo, el mal, la identidad o la política.
En este artículo reunimos las cuatro novelas que, según Javier Cercas, todo lector debería leer antes de morir. No son títulos complacientes. Son libros que, como su propia obra, incomodan, iluminan y perduran.
‘La muchacha de las bragas de oro’, de Juan Marsé
Para Javier Cercas, La muchacha de las bragas de oro no es solo una de las mejores novelas de Juan Marsé, sino también una obra que ayudó a redefinir la narrativa española de la transición. Publicada en 1978, y ganadora del Premio Planeta, esta novela indaga en el pasado de un antiguo falangista que intenta escribir sus memorias mientras convive con su sobrina, una joven libre y provocadora que actúa como catalizador de sus contradicciones.

En esta historia de espejos rotos y narraciones falseadas, Javier Cercas encuentra muchas de las obsesiones que marcarían su propia obra. La revisión del pasado desde una mirada crítica. El cuestionamiento del relato oficial. La literatura como herramienta para desenmascarar las mentiras de la memoria. Marsé construye una sátira elegante. Un retrato despiadado de la hipocresía ideológica y sexual de la España franquista. Pero también una reflexión sobre la imposibilidad de narrarse a uno mismo con honestidad.
‘Ese maldito yo’, de Emil Cioran
Entre las muchas influencias intelectuales que ha confesado Javier Cercas, la figura de Emil Cioran ocupa un lugar especial. Aunque estrictamente no se trata de una novela, Ese maldito yo —una recopilación aforística del filósofo rumano— es una de esas obras que han marcado su manera de escribir y de pensar. Cercas ha declarado en varias ocasiones que la lectura de Cioran lo salvó de ciertas tentaciones retóricas. Y le enseñó el valor de la duda, del escepticismo radical, de la lucidez sin consuelo.

Ese maldito yo condensa el estilo punzante, amargo e inclasificable de Cioran. A través de breves textos que son filosóficos, poéticos y existenciales al mismo tiempo, el autor rumano disecciona el ego con una ironía feroz y una inteligencia que abruma. Para Javier Cercas, este libro representa una de las cumbres del pensamiento moderno. No ofrece respuestas, sino preguntas más precisas. No propone salvaciones, sino una forma de habitar el abismo con elegancia.
Quien lea Ese maldito yo desde la mirada de Javier Cercas entenderá que muchas de sus novelas —especialmente las más introspectivas como El impostor o El monarca de las sombras— beben de esa misma voluntad de desenmascaramiento. El yo, tanto para Cercas como para Cioran, es un territorio sospechoso. Una construcción a veces patética, a veces monstruosa.
‘Ahora y en la hora’, de Héctor Abad Faciolince
Entre las recomendaciones más recientes de Javier Cercas, Ahora y en la hora, de Héctor Abad Faciolince, se alza como una obra que traspasa los límites de la literatura testimonial para convertirse en un ejercicio de memoria desgarradora. Publicado en 2024, el libro nace de una experiencia vivida en carne propia. Un viaje a Ucrania que terminó en tragedia.

Apenas recuperado de una cirugía a corazón abierto, Abad aceptó la invitación para participar en una feria del libro en el este de Ucrania, en pleno frente de batalla. Lo que debía ser una inmersión cultural se transformó, sin previo aviso, en una vivencia límite. El 27 de junio de 2023, en la ciudad de Kramatorsk, mientras compartía una cena con otros escritores. Un misil ruso impactó directamente sobre la pizzería donde se encontraban. La escritora ucraniana Victoria Amélina, compañera de viaje y conciencia del conflicto, murió en el acto. Héctor Abad sobrevivió.
Ahora y en la hora es el relato de ese viaje. Pero también es mucho más. Una meditación sobre el dolor, la culpa del sobreviviente, el absurdo de la guerra y el deber de narrar incluso cuando el lenguaje se agrieta. El título —extraído de la oración católica por los moribundos— evoca ese instante suspendido entre la vida y la muerte, entre el azar y la devastación.
Javier Cercas ha elogiado esta obra por su capacidad para conjugar testimonio, lucidez moral y belleza narrativa. Es un libro que, como los mejores de su género, se enfrenta al horror sin grandilocuencia y logra, aun desde la ceniza, iluminar. En su lectura resuena una de las preguntas esenciales de la obra de Cercas: qué hacer con una vida cuando ha visto demasiado. ¿Y cómo contarlo sin traicionar la verdad?
‘El hijo del chófer’, de Jordi Amat
La última de las novelas que Javier Cercas considera indispensables es también una de las más polémicas de los últimos años. Se trata de El hijo del chófer, del periodista y ensayista Jordi Amat. Publicada en 2020, esta obra narra la biografía de Alfons Quintà, un personaje oscuro y fascinante que fue juez, periodista, fundador de medios y, finalmente, asesino. Su vida es el retrato de una Cataluña que se construyó a base de silencios, pactos ocultos y ambiciones personales desmedidas.

A Javier Cercas le fascina esta novela porque plantea con crudeza el modo en que se construyen los relatos de poder. Cómo se blanquean trayectorias, se manipulan narrativas y se fabrican héroes a medida. En el fondo, El hijo del chófer comparte con su obra una preocupación obsesiva: hasta qué punto podemos fiarnos de la historia oficial. ¿Quién escribe esa historia y con qué intereses?
Con un estilo seco, preciso y demoledor, Amat logra que la biografía de un hombre se convierta en el retrato colectivo de una época. Cercas reconoce en este libro un ejemplo magistral de literatura de no ficción: rigurosa, incómoda, necesaria. Una obra que, como las mejores de su especie, no cierra heridas, pero impide que se olviden.