El MNAC insiste en el riesgo real de dañar las obras de Sijena si se ejecuta su traslado forzoso

El museo prepara nuevos informes técnicos para oponerse a la ejecución judicial, y recuerda que nunca ha cuestionado la propiedad aragonesa de las pinturas, pero sí su fragilidad y las condiciones de conservación

Una comisión de salvamento rescató los brillantes frescos del monasterio de Santa María (Villanueva de Sijena, Huesca), tras el incendio provocado por milicias anarquistas en agosto de 1936
Una comisión de salvamento rescató los brillantes frescos del monasterio de Santa María (Villanueva de Sijena, Huesca), tras el incendio provocado por milicias anarquistas en agosto de 1936

El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha vuelto a posicionarse con firmeza en la defensa técnica de las pinturas murales procedentes del Monasterio de Sijena, cuya restitución ordenó el Tribunal Supremo. En un encuentro con medios este miércoles, el director del museo, Pepe Serra, ha reafirmado que la institución “acata la sentencia”, pero sostiene con “esperanza” que el juzgado de Huesca atienda la cuestión técnica de fondo: el alto riesgo de deterioro que supondría desmontar y trasladar unas obras “de extrema fragilidad”.

Estas declaraciones se producen en un momento clave del proceso, ante la posibilidad de que se inicie una ejecución forzosa del traslado. El museo se prepara para presentar nuevos informes, tanto internos como elaborados por asesores externos, que amplíen los argumentos esgrimidos hasta ahora. “No se trata de lo que se puede o no se puede hacer, sino de los pronósticos de riesgo”, ha explicado Serra, recordando que la conservación moderna se basa precisamente en valorar los peligros a los que se expone una obra.

El MNAC defiende que las pinturas murales románicas —en parte vestigios originales calcinados en 1936, y en parte reintegraciones realizadas en escayola, tela y madera— conforman un “artefacto extremadamente frágil” cuya integridad podría verse comprometida incluso por vibraciones o pequeños cambios de temperatura o humedad. Serra ha precisado que, pese a su instalación en el museo desde hace décadas, “nunca han viajado”, y que los pocos préstamos parciales realizados en el pasado no contaban con las actuales exigencias de conservación preventiva.

Pepe Serra, director del MNAC
Pepe Serra, director del MNAC

La controversia sobre las obras de Sijena —que incluye pinturas románicas arrancadas de la sala capitular tras la Guerra Civil y otros bienes muebles— se remonta a principios del siglo XX, pero ha vivido sus momentos más tensos en los últimos años. En 2017, el Gobierno de Aragón logró la restitución de varios objetos conservados en el Museu de Lleida. En el caso del MNAC, el foco se ha centrado en las pinturas murales, cuya extracción fue legal en su momento, y que desde hace décadas se exhiben en condiciones museográficas óptimas.

La propiedad no está en entredicho

En este sentido, Serra ha insistido en que “nunca se ha cuestionado la propiedad” aragonesa de las pinturas, que el museo conserva en régimen de depósito. “Nuestra única preocupación ha sido la preservación del bien. Cumplir con la sentencia —ha añadido— implicaría someterlas a un riesgo grande de daños”.

El director también ha llamado la atención sobre la falta de información detallada respecto a las condiciones en las que se instalarían las pinturas en su destino original. “No conocemos las características técnicas ni la acreditación formal del lugar donde se quieren ubicar. No se puede escindir la operación de retirada de cómo se quiere instalar”, ha declarado, en alusión a la necesidad de valorar el conjunto del proceso de traslado.

La posición del MNAC cuenta, según Serra, con el respaldo unánime del patronato de la institución. Preguntado por una posible dimisión, ha respondido de forma tajante: “Saltar ahora del barco sería de rata”. Ha defendido también el trabajo realizado por los equipos anteriores y actuales en la conservación de las obras, y ha subrayado que la prioridad es evitar daños que podrían ser irreversibles.

Los frescos del Real Monasterio de Sijena
Los frescos del Real Monasterio de Sijena.
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Entre los nuevos informes que el MNAC incluirá en su escrito de oposición figuran análisis actualizados sobre los materiales de las pinturas, su comportamiento ante cambios de entorno y los riesgos asociados a cualquier intervención estructural. Serra ha puntualizado que, por el momento, no ha visto “por escrito” ninguna valoración técnica que contradiga sus advertencias: “No hay expertos que digan que no existe riesgo”.

Conflicto entre comunidades

El debate en torno a las pinturas de Sijena sigue generando un conflicto político entre Cataluña y Aragón, con implicaciones patrimoniales, legales y simbólicas. Sin embargo, el MNAC insiste en enmarcar su postura en criterios exclusivamente técnicos. La fecha exacta en la que el juzgado podría ordenar la ejecución forzosa aún no ha sido confirmada, pero el museo se declara preparado para responder jurídicamente y con todos los informes necesarios.

La restitución de obras religiosas y patrimoniales a sus lugares de origen ha sido objeto de múltiples procesos judiciales en España, con resoluciones dispares. El caso de Sijena —y especialmente el del MNAC— se ha convertido en uno de los más significativos por la complejidad técnica de las piezas implicadas y por el alto valor simbólico del conjunto.

Por ahora, el museo sigue abierto al diálogo y reitera su compromiso con la legalidad, pero también con la protección del patrimonio. “Es una cuestión de responsabilidad con las generaciones futuras”, ha concluido Serra. El futuro inmediato de las pinturas de Sijena, de momento, sigue en manos del juzgado.

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