Festival de Venecia

Kaouther Ben Hania: “¿Cómo permitimos que una niña suplique por su vida?”

La directora tunecina conmueve al Festival de Venecia con 'The Voice of Hind Rajab', una película que rescata la voz de una niña palestina atrapada entre los cuerpos de su familia tras un ataque militar en Gaza

Kaouther Ben Hania, directora de la película 'The voice of Hind Rajab'
Kaouther Ben Hania, directora de la película 'The voice of Hind Rajab'

¿Qué ocurre cuando una voz infantil atraviesa el silencio y obliga a todos a escuchar? ¿Qué sucede cuando el clamor de una niña perdida en la oscuridad no es un relato ficticio, sino un registro real de los últimos minutos de vida? La Sala Grande del Festival de Venecia se estremeció al enfrentarse a esa pregunta. El estreno de The Voice of Hind Rajab, el nuevo trabajo de la directora tunecina Kaouther Ben Hania, convirtió el festival en un espacio suspendido, donde el público, en pie durante más de veinte minutos, ovacionó entre lágrimas lo que acababa de presenciar.

La película reconstruye con crudeza y ternura un episodio que, en enero de 2024, conmocionó al mundo: el caso de Hind Rajab, una niña palestina de 6 años que, tras un ataque israelí en Gaza, quedó atrapada en el interior de un coche entre los cuerpos sin vida de sus familiares. Durante más de una hora, logró comunicarse por teléfono con la Media Luna Roja Palestina, suplicando que la rescataran. Su ruego, “por favor venid a salvarme, tengo miedo”, se convirtió en el corazón palpitante de un filme que mezcla documento y ficción, memoria y resistencia.

“Cuando escuché por primera vez la voz de Hind, supe que había algo más allá de las palabras”, explicó Ben Hania en la rueda de prensa tras la proyección. “Era la voz de Gaza misma, pidiendo ayuda. Una voz que atravesaba el tiempo y el espacio para decirnos que no podíamos seguir viviendo de espaldas a ese sufrimiento. ¿Cómo permitimos que una niña suplique por su vida y nadie pueda alcanzarla?”.

Kaouther Ben Hania, directora de la película 'The voice of Hind Rajab'
Kaouther Ben Hania, directora de la película ‘The voice of Hind Rajab’

El dispositivo cinematográfico

Ben Hania, conocida por La belle et la meute o El hombre que vendió su piel, se ha consolidado como una de las cineastas más audaces del cine árabe contemporáneo. En The Voice of Hind Rajab abandona el relato clásico para concentrarse en una estructura mínima y demoledora. El filme no recrea la violencia de manera explícita; opta en cambio por situar al espectador en una sala de control de la Media Luna Roja, donde un grupo de trabajadores atiende la llamada desesperada de la niña. Los actores, todos palestinos, interpretan ese momento histórico confrontándose a las grabaciones reales, a los clics del teléfono, a los silencios insoportables.

“Quise evitar el espectáculo de la violencia”, detalló la directora. “No me interesaba mostrar cadáveres ni explosiones, porque eso nos insensibiliza. Quería que la audiencia se sentara en esa habitación y escuchara la voz. Una voz basta para entenderlo todo. Una voz basta para derribar los discursos políticos que justifican lo injustificable”.

El resultado es un filme austero y al mismo tiempo estremecedor, que transforma un hecho singular en un alegato universal contra la deshumanización. “Los medios hablan de Gaza como de un daño colateral. Eso deshumaniza, eso convierte a las personas en cifras. El cine, el arte, cualquier forma de expresión debe hacer lo contrario: devolverles un rostro, devolverles una voz”, señaló Ben Hania.

The Voice of Hind Rajab, de Kaouther ben Hania
The Voice of Hind Rajab, de Kaouther ben Hania

El impacto emocional de la película no solo recae en la reconstrucción técnica. También lo sostienen los testimonios de quienes participaron en ella. La actriz Saja Kilani subrayó que “la voz de Hind no necesita defensa. No es una opinión ni una fantasía. Es un hecho, está enraizado en la verdad. Representa a todo un pueblo, a los miles de niños que han muerto en Gaza en estos últimos años. Cuando escuchas esa voz, ya no puedes mirar hacia otro lado”.

Motaz Malhees, otro de los intérpretes, relató su experiencia personal: “Yo tenía diez años cuando viví algo muy parecido. Escuchar la voz de Hind me mató mil veces. No actué: reviví. No era ficción, era mi vida puesta otra vez frente a mí. Esa es la carga y la fuerza de este proyecto”.

La propia directora reconoció que el rodaje fue un proceso doloroso: “Cada sesión era una herida abierta. No se trataba solo de representar, sino de enfrentarse a lo insoportable. Pero en esa fragilidad estaba también la potencia. Porque el cine no solo debe entretener, debe interpelar, debe hacer preguntas que incomoden”.

Hollywood y Palestina, en un mismo escenario

El eco de Hind Rajab llegó mucho más allá de las fronteras árabes. El proyecto contó con un equipo de producción internacional que incluyó nombres como Joaquin Phoenix, Rooney Mara, Alfonso Cuarón y Jonathan Glazer, todos ellos presentes en la alfombra roja del Lido. La imagen de esas estrellas abrazando al equipo palestino y ondeando banderas en memoria de Hind añadió un matiz inesperado: la confluencia entre el glamour de Hollywood y el dolor de Gaza.

“Lo más importante es que Hind no desaparezca, que su voz no se pierda”, dijo Rooney Mara antes de la proyección. “Nosotros no somos los protagonistas, ella lo es. Lo que hemos hecho es poner nuestra plataforma al servicio de esa memoria”.

Joaquin Phoenix, que ha trabajado con Ben Hania en la producción ejecutiva, reflexionó sobre el poder del cine político: “Hay historias que no pueden esperar, que deben contarse incluso si incomodan. Si este filme logra que una sola persona en el mundo se pregunte qué significa realmente la palabra humanidad, ya habrá cumplido su misión”.

La pequeña Hind Rajab, protagonista de la película de Haouther Ben Hania
La pequeña Hind Rajab, protagonista de la película de Haouther Ben Hania

El público de Venecia no fue indiferente. Tras el último plano, la sala entera se levantó en un aplauso prolongado que duró más de veinte minutos, uno de los más largos registrados en la historia reciente del festival. Lágrimas, sollozos, silencio reverente. “No sabíamos si aplaudíamos por la película o por la niña”, comentó un espectador al salir. Esa ambigüedad resume el poder del filme: su capacidad para trascender el cine y convertirse en ritual de duelo colectivo.

Ben Hania, visiblemente emocionada, cerró su intervención con palabras que sintetizan el espíritu del proyecto: “El arte no puede salvar vidas, pero puede impedir que olvidemos. El arte no puede detener una guerra, pero puede recordarnos qué está en juego. Yo no podía quedarme callada. Y si esta película sirve para que escuchemos juntos a Hind, entonces habrá valido la pena”.

Favorita al León de Oro

The Voice of Hind Rajab se ha convertido ya en una de las grandes favoritas para el León de Oro. La crítica ha destacado su audacia formal, su potencia ética y su capacidad de conmover sin recurrir al sensacionalismo. El filme también ha sido elegido como la candidata oficial de Túnez para los Óscar, lo que augura un largo recorrido en festivales y premios.

Más allá de los reconocimientos, el impacto reside en el eco de esa voz infantil que se cuela en las conciencias. “Si queremos hablar de política, hablemos”, apuntó Ben Hania. “Si queremos hablar de geoestrategia, hagámoslo. Pero antes escuchemos a Hind. Porque mientras ella pedía ayuda, el mundo callaba. Y ese silencio nos pertenece a todos”.