PRIMERA PILOTO EJÉRCITO DEL AIRE

El cielo tampoco era el límite: Yolanda Gassó, la primera mujer piloto militar del Ejército del Aire

Conoce la trayectoria de Yolanda Gassó, la primera mujer piloto del Ejército del Aire que demostró que el cielo no era el límite para ellas

Yolanda Gassó, portada de la revista Aeronáutica y astronáutica en 1991

En muchas canciones y otras obras artísticas, el lema de “el cielo es el límite” es una recurrencia. Para Yolanda Gassó, más que eso, era un objetivo. Y de objetivo, pasó a ser un logro, al convertirse en la primera mujer piloto del Ejército del Aire de España.

De este ejército de las Fuerzas Armadas de nuestro país han surgido numerosas mujeres que superaron todas las barreras. A las cuales, Yolanda abrió las puertas del cielo, se podría decir. Descubre la brillante y sorprendente carrera militar de una de las mujeres pioneras en el Ejército español.

La primera mujer piloto que tocó el cielo con el Ejército del Aire

Yolanda Gassó Vila nació en Las Palmas de Gran Canaria el 2 de julio de 1972. Provenía de una familia militar, y desde pequeña, se sintió atraída por el mundo aeronáutico, como ella misma relata en el prólogo de Las damas del cielo. Así que se lanzó a por el reto de acabar dentro del Ejército del Aire.

Tras aprobar su oposición en marzo de 1991, el 8 de abril de ese año, con apenas 18 años, logró el hito: Yolanda se convertía en la primera mujer piloto del Ejército del Aire.

Inicialmente, cumpliendo el papel de piloto de complemento, como la Alférez Gassó. En diciembre de 1991 fue cuando obtuvo dicho título. Y tras ser instruida en Transporte, en 1992 se convertiría también en la primera mujer en obtener la titulación de Piloto Militar de Transporte. 

Enseguida, llegaron siete meses aún más duros que sus oposiciones. Lejos de casa por primera vez, para una joven Yolanda. Primero, con tres meses de formación militar en el ya extinto CASYD (Centro de Adiestramiento de Seguridad y Defensa). Y después, otros cuatro meses de instrucción aeronáutica en la Academia General del Aire.

Su primer vuelo en solitario lo recuerda perfectamente. Y lejos de cualquier sensación de temor o nerviosismo que se podría esperar, Gassó afirma que lo vivió en absoluta paz.

Era ella sola, con su avión y su rugido, surcando entre las nubes del cielo. Y el cielo dejó de ser el límite en ese instante, para ella y para las mujeres con aspiraciones en el Ejército del Aire.

Una vida de servicio, una vida de altos vuelos

Yolanda Gassó en una entrevista para la revista Interviú
Revista Interviú

Desde su certificación como primera piloto del Ejército, fue destinada al Centro Cartográfico y Fotográfico
del Ejército del Aire (Madrid), y a continuación estuvo unos años en la Academia General del Aire.

Terminada su experiencia de nuevo como Alférez, comenzó la carrera de altura de Gassó, al ser destinada a Getafe, concretamente al Ala 35. Desde allí, empezó a surcar los cielos en misiones y a ejecutar maniobras recorriendo el mundo.

La mayoría de esas misiones, según ha contado, pilotando un  CASA/IPTN C-235. Es un versátil avión turbohélice de transporte táctico y de patrulla marítima.

Curiosamente, ya en el nuevo milenio, pasó a ser instructora. Esta vez, en la Academia del Ejército del Aire Italiana, ayudando a las recién llegadas militares femeninas al Ejército italiano, en aquel momento.

En 2003, regresó al Ala 35 de Getafe, y participó en misiones con los tres cuerpos de las Fuerzas Armadas de España y de otros países. Año a año, realizó diferentes misiones internacionales, como en Afganistán (2006) y en Chad (2008). En este periodo, obtuvo el grado Combat Ready 3, la máxima calificación que puede obtener un piloto militar.

Posteriormente, entre periodos de instrucción y de dirección de varios grupos de Material y de Fuerzas Aéreas, le llegó el ascenso a comandante en 2012. A día de hoy, es teniente coronel del Ejército del Aire.

Con más de tres mil horas de vuelto, la teniente coronel Gassó es una fuente de inspiración para todas las mujeres que querían hacer carrera militar aérea.

Ella es consciente de lo que su esfuerzo y su talento han supuesto para muchas. Dicho en sus palabras: “abrir caminos intransitados es tarea ardua, y la vida militar requiere de mucho sacrificio”.

Pero su voluntad de servir y dar el máximo han demostrado que el cielo no es una recurrencia artística, es una meta que se puede alcanzar, navegar y superar.

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