El pasado miércoles la OTAN celebró en Bruselas la primera reunión de los ministros de Defensa de los países miembros tras la cumbre celebrada en junio en La Haya. Uno de los principales temas tratados en este encuentro fue el de la amenaza rusa. Así lo atestiguó el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, quien en la rueda de prensa posterior a la reunión señaló que la OTAN, en el contexto de la operación Centinela Oriental, está probando “sistemas integrados que nos ayudarán a detectar, rastrear y neutralizar amenazas aéreas”, tomando como referencia las recientes violaciones del espacio aéreo de países como Polonia o Estonia por parte del Kremlin.
El coronel estadounidense Martin O’Donnell, portavoz del Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa, concreta a Artículo14 que Rutte se refería a que estos sensores terrestres, los cuales estarían conectados a una red propia de cada país miembro y a una red común de la OTAN, podrían “rastrear cualquier amenaza potencial”. Asimismo, O’Donnell señala que las palabras del ex primer ministro neerlandés aludían a armas para “derribar cualquier amenaza, en caso de que sea necesario, y así defender la Alianza”. Unas armas, deja entrever el militar del país norteamericano, que podrían ser de todo tipo: terrestres, aéreas, autónomas o dependientes.
Por motivos de seguridad no se han desvelado que sensores o armas se están utilizando exactamente, pero O’Donnell pone como ejemplo el trabajo que Letonia está haciendo en esta área. El país báltico, fronterizo con Rusia, debe desarrollar un sistema defensivo bueno y de manera rápida en caso de que las incursiones de aeronaves no tripuladas rusas acaben convirtiéndose en una ofensiva. Es por ello que desde la OTAN ven al país de Europa oriental como un ejemplo a seguir en este aspecto.
Las capacidades letonas
El director de Defensa, Seguridad y Aeroespacial de Atrevía, Francisco J. Girao, asegura que la variabilidad de las características armamentísticas dificulta concretar cuales está utilizando Letonia. Aunque Girao sí precisa la existencia de una relación comercial entre este país y las empresas Origin Robotics, SAF Tehnika y Frankenburg Technologies.
En este sentido, la primera sociedad oferta en su página web productos como BLAZE, un interceptor portátil y de rápido despliegue diseñado para “derrotar amenazas aéreas, incluyendo municiones merodeadoras y vehículos aéreos no tripulados hostiles, con un movimiento rápido”. Origin Robotics también vende el BEAK, un sistema de armas guiadas de precisión portátil que son lanzadas desde drones.
En el caso de SAF Tehnika, esta oferta “sistemas de comunicación seguros que son esenciales para las operaciones de defensa y vigilancia”. Por su parte, Frankenburg Technologies se describe como “fabricante de efectores que neutralizan aeronaves no tripuladas de última generación“, así como “pionero en misiles interceptores asequibles y producibles en masa diseñados para neutralizar drones”. Algo que para la OTAN es esencial, pues como ya advirtió Girao hace un mes en este medio, la guerra de “desgaste económico” no es beneficiosa para la Alianza Atlántica debido al coste que supone derribar un dron ruso en contraposición con el que le supone al Kremlin producir y lanzar una de estas aeronaves no tripuladas.
Letonia, clave en la estrategia común contra Rusia
Sobre las palabras de la OTAN, el director de Defensa, Seguridad y Aeroespacial de Atrevia expresa que “es difícil avanzar en una estrategia que haga frente a los rusos a cualquier nivel sin contar con los países del este porque le han visto las orejas al lobo mucho antes que el resto de Europa”. En esas naciones, agrega, impera una “suerte de desconfianza” y una “sensación de urgencia en la preparación” de una estrategia para frenar la amenaza rusa.
Por ello, asegura, “Letonia forma parte de esa vanguardia de países del este especialmente preocupados por los avances no amistosos rusos, que van desde el dominio cibernético hasta los circunscritos a aeronaves pilotadas y las no tripuladas”.
Sin avances en la operación Centinela Oriental
En este contexto en el que la operación Centinela Oriental adquirió protagonismo en la reunión ministerial de Bruselas, desde la Alianza Atlántica reiteran que España “aún no ha determinado” su aportación a la misión. Una situación diferente a la que protagonizan países como Francia, Reino Unido o Italia, los cuales “han aportado o han anunciado que pronto aportarán” capacidades adicionales al despliegue militar, tal y como ha corroborado un funcionario de la OTAN a Artículo14.
Casi un mes después de que el Ministerio de Defensa hiciera público su ofrecimiento para participar en la operación Centinela Oriental, compuesto por tres cazas Eurofighter, un avión A-400 para repostaje en vuelo y un radar, la Alianza Atlántica sigue desdiciendo a España. La fuente con la que ha hablado este medio explica que nueve naciones “han aportado o han anunciado que pronto aportarán” capacidades adicionales a esta misión con la que reforzar el flanco este.