“Los chicos no lloran, tienen que pelear”: la nueva masculinidad en el cine

¿Puede ayudar el cine a reflexionar sobre las nuevas masculinidades, el papel de los hombres en este mundo cambiante y el avance hacia una sociedad más justa e igualitaria?

Fotograma de La quimera (Alice Rohrwacher, 2023)

“Los chicos no lloran, tienen que pelear”, cantaba Miguel Bosé en 1990, en reivindicación de una nueva figura masculina que empezaba a asomar la cabeza en el panorama social español, gracias a las nuevas tendencias artísticas y el ansia de libertad que brotaron tras la desaparición de la dictadura franquista. Así como en España llegó paulatinamente desde los años 80, en otros países se fue dando un proceso parecido, cada uno en su momento.

El cine, como generador de perfiles sociales en los que nos miramos y desde los que nos miran –actúa como espejo de la sociedad–, es testigo de este despertar social y plantea desaprender lo aprendido, ciertas normas impuestas, leyes no escritas, que apuntaban a los roles sociales y antropológicos tradicionales del hombre y de la mujer. A bote pronto: “feminismo” o “empoderamiento de la mujer” y “nuevas formas de masculinidad” es como soleemos leerlo en los medios de comunicación. La realidad es que nada es nuevo, solamente cambia la percepción de la sociedad frente a las diversas maneras de mirar a la mujer y de mirar al hombre.

“Los hombres no lloran”, “los hombres tienen que ser fuertes”, “los hombres son unos machotes y no pueden expresar sus sentimientos”. Esta concepción de la masculinidad que se ha ido construyendo culturalmente a lo largo de los años está cambiando, y muestra grandes avances si lo comparamos con las últimas décadas. Durante años, el cine ha apelado a un tipo de hombre inalcanzable: siempre fuerte, siempre seguro, valiente, decidido, exitoso, líder, sin mostrar sentimientos… Por fin, vemos cómo en los últimos años, muchos directores y guionistas introducen estas “nuevas masculinidades” o “masculinidades igualitarias”, en el sentido de que ambos sexos estamos llamados a sentirnos libres de sentir, manifestar, expresar, sin dejar de ser menos hombres o menos mujeres por ello.

Hombres sensibles, que lloran, que sueñan, que se pierden, que tienen otros ideales más allá de su proyecto profesional, que emprenden una búsqueda. Tanto películas españolas como extranjeras estrenadas en España estos últimos años señalan este nuevo enfoque: La quimera (Alice Rohrwacher, 2023), Fallen leaves (Aki Kaurismäki, Finlandia, 2023), La estrella azul (Javier Macipe, España, 2023), Segundo Premio (Iñaki Lacuesta, España, 2024).

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La quimera

Gran parte de lo que nos conquista en esta película es la sensibilidad y la búsqueda del protagonista, interpretado por Josh O’Connor, un actor que se presta a esto. Sus rasgos faciales y su sonrisa discreta y embaucadora son herramientas que O’Connor seguramente usa conscientemente para dar una imagen tierna de un chico tímido, introvertido y emocional. Así pasaba también con el personaje al que interpretaba en The Crown, un joven príncipe Carlos de Inglaterra. Este personaje masculino en búsqueda que trasciende las apariencias y lo convencional lo vemos también en La gran belleza. Esta cita de su protagonista, el paseante de Roma, Jep Gambardella, lo expresa muy bien: “De pequeños, a esta pregunta mis amigos daban siempre la misma respuesta… ‘Los culos’. Pero yo respondía: ‘El olor de las casas de viejos’. La pregunta era: ¿Qué es lo que realmente te gusta más en la vida? Estaba destinado a la sensibilidad. Estaba destinado a convertirme en escritor”.

'La quimera' de Alice Rohrwacher

‘La quimera’ de Alice Rohrwacher

Fallen leaves

Kaurismäki escribe personajes de gente corriente, gente trabajadora con empleos deshumanizados, mal pagados o aburridos. Lo bello en su cine es comprobar cómo él dignifica la condición de sus personajes, decidiendo que estos sean los protagonistas de su propia historia. En Fallen leaves, el director finlandés nos presenta a Holappa, un hombre alcohólico en paro casi permanentemente, que se enamora de Ansa, una empleada de supermercado acusada cruelmente de un hurto mísero y que acaba trabajando en una fábrica. El cineasta nos muestra la inseguridad de Holappa, la timidez, el anhelo de acercarse a Ansa y conquistarla, y cómo se enfrentará a sus adicciones y sus heridas para lograrlo. Aunque ambos son protagonistas, gran parte de la atención en el guion se enfoca en revelar la vulnerabilidad de Holappa.

'Fallen Leaves', de Aki Kaurismäki

‘Fallen Leaves’, de Aki Kaurismäki

La estrella azul

En La estrella azul nos emocionamos con la historia de Mauricio Aznar (interpretado por el actor Pepe Lorente), un famoso roquero español que, cansado de su rutina (bloqueo en los conciertos, adicción a las drogas, problemas con su pareja), coge la guitarra y se va a la Argentina en busca de un músico legendario de Santiago del Estero: Don Carlos (Cuti Carabajal), un anciano músico en horas bajas que, a pesar de ser autor de algunas de las canciones más famosas del folclore de su país, apenas consigue pagar sus facturas. Es una verdadera delicia descubrir a través de las imágenes cómo estos dos hombres se hacen amigos a través de la música, que evoca sentimientos, recuerdos, emoción y nostalgia. De su encuentro nace un extravagante dúo quijotesco, con todos los visos de ser un absoluto fracaso comercial.

'La estrella azul', del director Javier Macipe

‘La estrella azul’, del director Javier Macipe

Segundo premio

“Cara a cara, los hombres solían tener poco que decirse entre sí. Encontraban cierta proximidad al concentrarse en un tercer elemento ajeno a ellos mismos: la música, los videojuegos, el golf, las mujeres. Las relaciones entre hombres eran triangulares, y eso era lo que hacía posible que dos hombres pudieran tener algo de intimidad”. La crítica de cine Eulália Iglesias (Caimán Cuadernos de Cine) rescata la cita de Kim Gordon, la bajista del grupo Sonic Youth, para describir cómo es la relación entre los dos líderes de la banda Los Planetas, que relata Iñaki Lacuesta en Segundo Premio, a caballo entre la ficción y la realidad, a propósito de la leyenda del grupo pop indie granadino. La amistad que une a estos dos personajes –Jota (cantante) y a Florent (guitarra)– se fragua a través del anhelo de tocar en una banda, de las emociones expresadas en las letras de sus canciones y la inspiración para componer música, así como los retos que les plantean en el horizonte, y las amenazas de las drogas, que les hace ser vulnerables y reconocerse en esa debilidad, algo que en muchas ocasiones ha generado problemas para los hombres según la visión más “machista” que conocemos.

Fotograma de la película 'Segundo Premio'

Fotograma de la película ‘Segundo Premio’, sobre el grupo musical Los Planetas

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