En una conversación normal, una persona puede decir entre 120 y 15o palabras por minuto. Si está en una presentación oral o una situación incómoda, la velocidad puede llegar a subir hasta el intervalo de 170 a 190. Los estudios realizados confirman que, haciendo los cálculos, se puede llegar a pronunciar más de 8.ooo palabras en una hora de conversación, y en todo un día, se ha registrado la cifra media de 20.000 palabras para una persona normal en su día a día. La pregunta es, ¿Cuántas de ellas son palabras únicas, es decir, sin contar repeticiones? ¿Y cuáles son las que más se utilizan? Al llegar el último mes del año, los periódicos más importantes del mundo se hacen la misma pregunta para determinar cuál ha sido la palabra más importante del año.
Quizá la palabra del año más sonada y comentada año tras año sea la del diccionario de Cambridge. El diccionario más importante y popular entre los angloparlantes ha elegido para esta edición la palabra “Parasocial“. Este término describe la conexión unilateral que crean usuarios online (especialmente a través de redes sociales como TikTok o Instagram) con figuras públicas, influencers, celebridades o incluso personajes de ficción. Esta emoción, causada por la enorme cantidad de tiempo que se puede pasar viendo y comentando vídeos y directos de otras personas puede acabar resultando en comportamientos tóxicos por parte de los internautas. Su elección se dio por varios motivos.
En primer lugar, el crecimiento en búsquedas por su uso en redes. Pero también interviene el fenómeno moderno que ha significado y la relevancia cultural que ha adquirido con los meses. Para la publicación, significa una muestra de cómo la gente busca figuras de confianza en línea a medida que disminuye la que tienen en medios tradicionales. También, es capaz de capturar las dinámicas marcadas en internet y cómo el consumo de contenido digital ha generado unas relaciones de devoción hacia influencers y fortalecido la relación con la Inteligencia Artificial.
La palabra de Oxford: rage bait
Otro referente en la lengua inglesa, Oxford, también ha seleccionado su palabra del año. La casa editorial de la universidad, la de mayor reconocimiento en Inglaterra, y de las más grandes a nivel mundial, ha determinado que la palabra del año es “rage bait“. En castellano, esta expresión no tiene una traducción precisa, pero sería algo así como “cebo de ira”.
También salida del mundo de Internet y las redes sociales (no serán los únicos casos), este término se refiere a un tipo de contenido provocador, ofensivo o molesto que se publica expresamente para provocar una fuerte reacción emocional negativa, causando así las risas de quien lo ha publicado y el que lo lee. El contenido no tiene ni siquiera tiene que estar respaldado por quien lo publica, solo busca causar ira (de ahí el nombre) y que otros usuarios entren al trapo, generando interacción y conversación. Según los datos de Oxford Languages, su uso se triplicó este año, y se ha señalado que es el ejemplo perfecto de cómo las plataformas pueden llegar a amplificar la polarización y la búsqueda de atención de todo tipo de personas.
Rage Bait
Al conocer noticias indignantes o ver imágenes que causan enojo, los usuarios de internet ya están elaborando un comentario en la cabeza, claro, para luego pasar a la otra noticia que enfurezca. La construcción Rage Bait, fue electa por Oxford como palabra del año, que… pic.twitter.com/i0jI6vRtWn
— Psic. Carlos Silva Koppel (@Filosofocar) December 9, 2025
La IA y la política. presentes en las palabras del año
Mientras que otros términos como “6-7”, elegido por Dictionary.com, insiste en cómo internet y las redes han alterado tantísimo la manera en que se comunican las personas (este término, un número al azar que no representa nada en particular, sino que actúa como espejo del sinsentido de la lengua para la generación Z, meme sin sentido, confuso, usado simplemente para capturar el vibe del momento y que pierde su significado cuanto más se utiliza), otras publicaciones han apostado por destacar el auge imparable de la Inteligencia Artificial y aspectos políticos contemporáneos.
Por un lado, la palabra “slop” ha sido destacada por el diccionario Merriam-Webster. El diccionario estadounidense hace referencia a las inteligencias artificiales generativas con una palabra que se refiere a el contenido basura creado por IA en forma de vídeos e imágenes. Esta palabra, utilizada por los detractores de esta tecnología, ha aparecido en “videos absurdos, imágenes publicitarias desordenadas, propaganda cursi, noticias falsas que parecen bastante reales, libros escritos por IA de mala calidad y muchos gatos que hablan” según el comunicado de la editorial. Merrian-Webster destaca como parte de su importancia la contradicción que supone que “la gente lo encuentra molesto, pero lo consume igualmente“, lo cual da una interesante lectura de cómo nos relacionamos con la tecnología y el contenido online.
El término “Vibe Coding“, palabra del año para el Diccionario Collins, también viene del mundo de la tecnología. En este caso, en un proceso previo a acceder a su uso: el de la programación. Vibe Coding, algo así como “programar por sensaciones“, se refiere a la tendencia en desarrollo de software en la que se usa lenguaje natural para instruir a una IA a generar y ajustar código de programación. Así, el programador no tiene que escribir todo el código manualmente, sino que que cambia el rol a la IA. Así, destacan la relevancia tecnológica, la rápida adopción y el impacto transformador de esta tecnología, superando obstáculos y agilizando el trabajo tan específico y relevante de la programación.
Pero no todo va a ser internet e IA. El periódico inglés The Economist, especializado en relaciones internacionales y economía a nivel global, ha seleccionado la palabra “TACO” como la más importante del año. No, no se refiere a ninguna comida tradicional mexicana, sino que funciona como un acrónimo de la frase “Trump Always Chickens Out“, es decir, “Trump siempre se acobarda”. La expresión señala las numerosas batallas arancelarias que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado y de las que luego se ha retractado.
En España, sin embargo, la palabra del año, que suele publicar la Real Academia Española, no ha sido publicada aún. La RAE tiende a esperar hasta la última semana del año para determinar oficialmente cuál ha sido la palabra más utilizada. Aunque esta selección siempre sirva para radiografiar lo que ha sido el año, para generar conversación y memes, lo que realmente importa no es el reconocimiento, sino cómo usamos las palabras para construir nuestras relaciones y para fomentar el diálogo allá donde vayamos.