JULIA DEL RÍO

La historia de la primera suboficial y subteniente de la Armada de España

Conoce la trayectoria de Julia del Río, la primera mujer suboficial y subteniente de la Armada de las Fuerzas Armadas

Primera suboficial y subteniente de la Armada
Juia del Río, en la Jura de Bandera con motivo del 25º aniversario de la 62ª Promoción de Suboficiales de Armada
Armada / Ministerio de Defensa

La Armada ha reunido y reúne a grandes mujeres entre sus filas. Pero sin la valentía de algunas pioneras, quizá el camino de ellas habría sido muy distinto. Con la llegada del nuevo milenio, una joven gallega se convertía en la primera suboficial de la Armada de nuestras Fuerzas Armadas. Esa era Julia del Río.

Con el tiempo, también se le escaló a subteniente. Y actualmente, sigue desempeñando su labor, con funciones dentro del Mando de Operaciones Conjuntas del Ministerio de Defensa. Conoce su espectacular carrera militar.

Inicios de la carrera militar y nombramiento como primera suboficial de la Armada

Imágenes de la trayectoria de Julia del Río
Concello de Porto do Son

Julia del Río Mosquera nació en el año 1973, en Porto do Son (A Coruña, Galicia). Es hija de pescadores, y a veces acompañaba a su padre en sus faenas, aunque solía marearse a bordo.

Entre su cercanía al mar, las películas y los desfiles militares que veía en televisión, se sintió atraída por la idea de alistarse a las Fuerzas Armadas. De espíritu aventurero y amante de los deportes, no le contó a su padre que se iba a alistar hasta un día antes de hacerlo. Así lo cuenta el ingeniero naval y amigo suyo, Raúl Villa, en Ellas y el mar.

Y en 1993, el primer año que se permitió el ingreso de las mujeres en la Armada, con 20 años, Julia consiguió entrar en este cuerpo militar. Empezó formándose como marinero en San Fernando, Cádiz, en la especialidad de artillería y misiles. En la Jura de bandera, se le destinó a la novena escuadrilla de aeronaves de Rota.

Se sentía un poco sola inicialmente, pero cogió rápidamente la pasión por su labor. Poco a poco fue escalando puestos, gracias a las formaciones y horas en alta mar a bordo de fragatas como la Extremadura.

Y en el año 2000, su esfuerzo tuvo recompensa: se convirtió en la primera mujer suboficial de la Armada española. Además, en esa especialidad de misiles y artillerías, dominando cañones y otros armamentos.

Julia del Río, una vida de entrega

Del Río frente a una enseña del Mando de Operaciones
Defensa

Su trayectoria ha sido muy completa. Desde 2000 a 2016, estuvo destinada en Ferrol. Pasó por la fragata Asturias, y sirvió como docente de Armas en la Escuela de Especialidades Antonio de Escaño. Después, estuvo destinada dos años en la Base Naval de A Graña.

En ese tiempo, tuvo tiempo para formar parte de misiones internacionales. En los años iniciales, llegó a participar en la Guerra de Yugoslavia, a bordo de la fragata Extremadura. Allí tuvo que abrir fuego disuasorio, y manejar varias situaciones tensas relacionadas con el tráfico marítimo en pleno conflicto.

Al convertirse en madre de tres hijos, buscó un trabajo en tierra. Para ello, realizó un curso en Estados Unidos de lanzamiento de misiles verticales. Con más esfuerzo, se le ascendió a subteniente, siendo la primera mujer en conseguirlo en toda la historia de la Armada.

Así, obtuvo un puesto de alta responsabilidad en el Mando de Operaciones Conjuntas, del Ministerio de Defensa. Desde allí, ayuda a coordinar los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas de nuestro país, y lleva una mejor conciliación de vida. Además, ha trabajado en el aprendizaje y conocimiento de numerosos idiomas.

Julia del Río, a pesar de tener un inicio duro y solitario, asegura que siempre recibió un trato de respeto. Contó en todo momento con el apoyo, incluso cuando las infraestructuras del Ejército aún no se habían adaptado a la mujer.

Eso sí, cuando consiguió ascender, reconocía que había hombres que “sí se sentían intimidados” por tener una mujer al mando. Pero ella tiene una buena relación con la mayoría de personas, esa “gran familia” que ha encontrado en el Ejército. 

La subteniente y suboficial se siente muy orgullosa de su trayectoria y de todo el sacrificio que ha hecho, y no descarta volver a las operaciones navales próximamente. Con suerte, ese deseo se verá satisfecho, igual que de todas esas mujeres que trabajan duro en su día a día en la Armada para tener una trayectoria como la de Julia.

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