Cuando una mujer sale a practicar un deporte en el espacio público, como correr, no solamente tiene que preocuparse de llevar la equipación adecuada o de estar en buenas condiciones físicas, también debe tener en cuenta un factor de riesgo extra: el de la violencia machista. Aunque nos suene a ciencia ficción, muchas corredoras son perseguidas a plena luz del día por parques y senderos, molestadas física y verbalmente e incluso acosadas sexualmente.
Según el estudio “Práctica de running en Madrid desde una perspectiva de género” realizado por RACC y Zurich Seguros en 2022, el 25% de las encuestadas afirmaba haber sufrido acoso al salir a correr, más del doble que los hombres (12%). El 76% de las corredoras reconocía que evitaba las zonas mal iluminadas y con poca gente y el 41% prefería salir acompañada para sentirse más protegida.
Para tratar de evitar este tipo de ataques a la libertad de las mujeres, la mayoría de las advertencias se dirigen exclusivamente a las víctimas, lo que invisibiliza a los culpables y añade aún más presión a las deportistas. Así que vamos a cambiar el foco de actuación ¿Qué deben hacer los hombres para que las mujeres puedan participar en una carrera con libertad y seguridad?
Respeta su actividad, no hagas comentarios ni gestos
Además de interrumpir su concentración y ritmo, emitir cualquier apreciación sobre su cuerpo, burla o expresiones ofensivas refleja una actitud machista. Primero por creerse con derecho a emitir un juicio que nadie le ha pedido y, segundo, por tratar a esa mujer solo como un cuerpo. Los piropos o comentarios sobre el cuerpo de las mujeres sin que exista un contexto y una relación que los justifique, se convierten en una forma degradante de tratar a un ser humano completo, considerando solo su dimensión física. Hay que recordar que, dependiendo de la naturaleza del comentario, puede ser considerado acoso sexual callejero y estar penalizado por la ley, si resulta ofensivo o crea un ambiente de intimidación y miedo.
No invadas su espacio y evita el contacto físico
Muchas mujeres denuncian que, cuando salen a correr, algunos hombres se dedican a perseguirlas, corriendo muy cerca de ellas o siguiéndolas con patinetes eléctricos y bicicletas. Además, cuando ellas no se detienen ni responden a sus provocaciones, son tocadas, empujadas, pellizcadas y hasta escupidas. También las bloquean el paso aprovechando la superioridad física, o las paralizan e inmovilizan para agredirlas sexualmente. Esta misma semana hemos visto cómo un hombre ha agredido a una activista de Femen, tocando sus pechos en una manifestación. Esta idea de que los hombres pueden acceder al cuerpo de las mujeres, cuando quieran y con total impunidad, está normalizada debido a la cultura machista y es necesario cambiarla.
Si estas practicando running por un espacio mixto, haz todo lo posible para que las mujeres que te encuentres se sientan seguras: no corras muy cerca de ellas durante mucho tiempo. Adelanta dejando suficiente espacio y, si ves a otro hombre siguiéndola o molestándola, pide ayuda y avisa a la policía.
Apúntate a un taller de feminismo
En muchas ocasiones se recomienda a las mujeres que se apunten a talleres de autodefensa, pero ninguna vez se les sugiere a los hombres que aprendan a relacionarse en igualdad con las mujeres. Mucho más efectivo que el spray de pimienta, el silbato o una llave de judo es que los hombres tomen consciencia a través del conocimiento, de todos esos gestos que incomodan y agreden a las mujeres. Además, no solo tendría un efecto positivo para la mujer corredora, sino para todas las mujeres y el propio hombre, ya que aprendería a relacionarse de una manera mucho más sana y justa con sus compañeras.
Precauciones que puedes tener en cuenta si eres mujer y sales a correr
Las mujeres deberíamos poder practicar cualquier deporte en el espacio público con la libertad y la confianza suficientes como para no tener que pensar en estrategias para sortear a posibles delincuentes. No obstante, si quieres estar más tranquila cuando salgas a correr, asegúrate de llevar el móvil contigo para estar localizable o poder llamar a alguien. No lleves auriculares con música alta para poder percibir todo lo que pasa a tu alrededor. Puedes usar un dispositivo que rastree tu ubicación y dárselo a alguien, como un reloj o una aplicación. Evita los lugares con mucha vegetación o coches y elige rutas despejadas donde puedas ver bien y seas visible para otros viandantes. Varía tu ruta para evitar seguir un patrón que alguien pueda predecir. Trata de que haya luz día y personas cerca que puedan ayudarte en caso de que suceda algo. Y, por último, puedes practicar carreras en grupo, también son una forma de hacer ejercicio, sentirte segura y divertirte.


