Corría el año 1988. Por primera vez, las mujeres podían ingresar en las Fuerzas Armadas de nuestro país. Muchas valientes se apuntaron entonces, sin dudarlo ni un momento. Entre ellas, se encontraba Belén Rivero, la primera mujer en ingresar en la Armada y en embarcar en el Buque Escuela Elcano.
Similar a la historia de Patricia Ortega, Rivero formó parte de la primera promoción de mujeres que decidieron lanzarse al campo militar. O mejor dicho en este caso, al océano militar.
La historia de Belén Rivero, la primera mujer en la Armada

El Real Decreto-ley 1/1988, de 22 de febrero, regulaba la incorporación de las mujeres a las Fuerzas Armadas. Por primera vez, la carrera militar era posible para las mujeres, con ciertas restricciones de cuerpos y escalas, especialmente los de “mayor riesgo”.
La madrileña Belén Rivero Martín ingresó ese mismo año en la Armada, concretamente en la Escuela Naval Militar de Marín, Pontevedra.
Un año después, en julio de 1989, Rivero se convertía en una de las graduadas en la Promoción de ese año de Tenientes Médicos de la Sección de Medicina del Cuerpo de Sanidad de la Armada. Oficialmente, se convertía en la primera mujer en graduarse como oficial y teniente médico de la Armada Española.
Curiosamente, el despacho lo recibió en el mismo día y lugar que el Rey Felipe VI. En aquel entonces, aún Príncipe de Asturias, Felipe recibió su título naval a manos de su abuelo, Don Juan de Borbón, unido de su padre, Don Juan Carlos de Borbón.

Como parte de su formación, Rivero viajó a bordo de Elcano, el buque de instrucción de la Armada. Una formación que recientemente ha completado la Princesa Leonor,
La trayectoria militar y profesional de Rivero

A pesar de los prejuicios, de las miradas, y de las peticiones oficiales de no llevar el uniforme fuera de los recintos militares, ella siempre se consideró “uno más” de sus compañeros, sin “ninguna condición especial”. Así lo decía siempre en las entrevistas.
Una vez completa la formación militar, se especializó Neurocirugía en el Hospital del Aire. Como médico militar, ejerció su labor en el extinto hospital y en el Hospital Central de Defensa.
En el año 2003, Belén se desvinculó del Ejército debido al cierre masivo de hospitales militares y a la reducción de los especialistas castrenses. Estos han visto reducido drásticamente su número con el paso del tiempo, de unos 3000 a unos 800, según recoge El Debate.
A día de hoy, la doctora Rivero es una de las mejores especialistas en neurocirugía de todo el país. Desde el año 2018, dirige el Servicio de Neurocirugía del Hospital Niño Jesús, uno de los mejores del país en este ámbito.
Belén Rivero abrió la puerta a muchas mujeres para ganarse su lugar y brillar en la Armada. Es el caso de algunas como Esther Yáñez González-Irú (única capitana de fragata), Sara García-Cubillana (primera oficial número 1 de su promoción) o Laura Pons Miles (única buceadora de caza minas de la Armada).
Mujeres que han dedicado y dedican buena parte de su vida a superarse a sí mismas, y a servir a los demás.