El 13 de septiembre de 1940, durante el apogeo de la Blitzkrieg, el Ejército alemán lanzó cinco bombas de alto poder explosivo sobre el Palacio de Buckingham. En vez de huir de la ciudad, Jorge VI e Isabel, la Reina Madre, decidieron permanecer en la residencia real en solidaridad con quienes sufrían las ofensivas germanas.
El palacio londinense fue bombardeado ocho veces más a lo largo de la II Guerra Mundial, lo que obligó a las dos jóvenes hijas de los Reyes, las Princesas Isabel y Margarita, a pasar la mayor parte de los años del conflicto en el Castillo de Windsor. Pese a ello, permanecieron en Inglaterra en todo momento.
Escasos meses antes del primer bombardeo de Buckingham, cuando estalló la guerra, la princesa Isabel tenía 13 años y su hermana menor, Margarita, nueve. Entonces, a las 18:00 horas del 19 de septiembre de 1939 Jorge VI se dirigió al pueblo británico en una emisión de radio. En ella habló de los tiempos difíciles que se avecinaban e instó al pueblo a mantenerse firme.
El Rey y su esposa estaban decididos a no dar la impresión de que se escondían del conflicto bélico. Por ello, Jorge VI e Isabel visitaron las zonas que habían sido bombardeadas durante la Blitzkrieg y hablaron con los residentes y los miembros de los servicios de emergencia locales. También visitaron a las tropas que se entrenaban para el combate, las fábricas de municiones, las bases de la Real Fuerza Aérea y los barcos de la Armada Real en un intento por mantener el ánimo de la gente y levantar la moral.
“La princesa mecánica”
Aquella compostura de sus padres ante una de las mayores guerras de la historia forjó un significativo carácter en Isabel. Cuando en abril de 1944 cumplió 18 años decidió que quería aportar su granito de arena al esfuerzo bélico, como hicieron muchos de sus coetáneos. Al principio su padre se opuso a la idea de que se uniera a las auxiliares femeninas o trabajara en una fábrica, pero Isabel se salió con la suya. En menos de un año la Princesa se alistó en el Servicio Territorial Auxiliar (ATS por sus siglas en inglés), la rama femenina del Ejército británico.
Conocida como la mecánica de camiones número 230873, comenzó su formación en marzo de 1945. Completó un curso de conducción y mantenimiento de vehículos en el que aprendió a reparar, mantener y conducir vehículos pesados. Los medios de comunicación la apodaron “la princesa mecánica”.
Con base en la Sección de Formación en Transporte Mecánico número 1 del Servicio Territorial Auxiliar en Camberley, Surrey, trabajaba siete horas al día, pero regresaba al Castillo de Windsor cada noche. Los Reyes visitaron el campo de entrenamiento con la Princesa Margarita, donde vieron a la futura reina aprender sobre el mantenimiento de motores.
Isabel, documenta el Australian War Memorial, se graduó como conductora cualificada tras cinco meses de formación como mecánica y conductora de camiones. Ello le permitió ser ascendida al rango honorífico de comandante junior.
Finalmente, durante el Día de la Victoria en Europa –8 de mayo de 1945-, la Princesa Isabel se unió a sus padres y a su hermana Margarita en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar a la multitud que se había reunido en las calles de Londres para celebrar el término de la II Guerra Mundial en el Viejo Continente.

Intervención en radio
Previa a esta experiencia, la futura reina intervino el 13 de octubre de 1940 en su primera emisión de radio desde el salón del Castillo de Windsor. Lo hizo con 14 años en el programa de la BBC Children’s Hour, en el que animó a los niños evacuados a tener valor. Escaso tiempo después, en 1942, se convirtió en coronel de la Guardia Granadera y en la mañana de su decimosexto cumpleaños llevó a cabo su primer compromiso público oficial: inspeccionar a la guardia en el Castillo de Windsor.
Con 18 años botó su primer barco, el HMS Vanguard, en Clydebank, Escocia, y desempeñó algunas de las funciones de su padre como jefe de Estado mientras él se encontraba en Italia en 1944.


