Las campeonas del mundo en 2023 atravesaron 2025 sin la comodidad de la perfección, pero con la autoridad de quien ya sabe dónde está. No todas las noches acabaron en celebración, pero el curso confirmó algo más importante: España aprendió a sostener su dominio incluso cuando el camino se torció.
La derrota que no rompió nada
En julio, la selección española cayó en la final de la Eurocopa ante Inglaterra en una tanda de penaltis desafortunada, después de un empate (1-1) en el que las rojas se habían adelantado en el marcador.
Este desenlace llegó tras un torneo en el que España dominó los partidos, llevó la iniciativa y sostuvo una identidad reconocible. Aunque no hubo título, lejos de descomponerse, Las Rojas convirtieron la decepción en punto de apoyo y lo demostrarían más adelante.
Diciembre como respuesta
La respuesta a cualquier duda llegó en diciembre. Y fue contundente. Las de Sonia Bermúdez cerraron el año revalidando la UEFA Women’s Nations League con una victoria clara ante Alemania (3-0).
España ha ganado las dos ediciones disputadas del torneo, y ninguna otra selección lo ha logrado.
Ahí empieza a explicarse algo más que un trofeo: la sensación de continuidad, de costumbre y de un equipo que responde cuando ya no hay margen para el error.
El ranking de la Selección como confirmación
No es casualidad que en la última actualización del año, España se situara en el primer puesto del ranking de la FIFA, por delante de selecciones históricas como Estados Unidos, Alemania o Inglaterra. Algo que además compartía con sus homólogos masculinos por primera vez en la historia.
El liderazgo llegó respaldado por los últimos resultados competitivos: tres victorias y un empate en los cuatro partidos disputados en el tramo final del curso, con duelos de ida y vuelta ante Alemania y Suecia. Con sendos triunfos, la Selección Española se garantizaba comenzaba 2026 desde la primera posición del ranking.
La selección no solo alcanzó la cima, respondió cuando el calendario apretó y los nombres al otro lado ya no admitían margen para la sorpresa.
El Metropolitano y el cambio de escala
Ese 2 de diciembre dejó otro dato que explica el año: más de 55.000 personas llenaron el Metropolitano. Récord histórico para la selección femenina en España.
Esta es una clara señal de qué el fútbol femenino dejó de ser acontecimiento para convertirse en costumbre, y es que cuando el rendimiento se sostiene, el interés también.
Un año completo, también a nivel individual
El dominio colectivo de la Selección Española encontró eco en lo individual. Aitana Bonmatí volvió a ganar el Balón de Oro, confirmando que el liderazgo de la selección se apoya también en referentes reconocidos a nivel mundial.
Lo difícil empieza ahora
Con 2026 en el horizonte, el reto cambia. Con el Mundial de Brasil en 2027, la clasificación es el próximo gran escollo. Además, como telón de fondo se mantiene la defensa del estatus y una presión distinta, la de quien ya vive arriba.