Barcelona´92, los primeros JJOO donde la mujer dejó de ser invisible

Cuatro medallistas de los únicos JJOO celebrados en España, charlan con Artículo14 de aquel logro histórico para el deporte femenino

Carolina Pascual recuerda su medalla de plata obtenida en Barcelona´92 con Artículo14 @RFEG

22 medallas y 41 diplomas olímpicos. Jamás se habían conseguido semejantes cifras para el deporte español en unos Juegos. Pero en Barcelona se volcaron los esfuerzos y las inversiones y el esfuerzo dieron sus frutos. Nunca se han vuelto a cosechar tantas preseas.

Sus Majestades los Reyes, la Ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría y Alejandro Blanco, presidente del COE entran al homenaje a los JJOO de Barcelona´92

Barcelona´92 fue el inicio de muchos caminos y la catapulta definitiva para el deporte definitivo. Hasta entonces nunca una deportista en España se había subido a lo más alto del podio a escuchar el himno en unos Juegos. “Yo ni siquiera sabía que podía ser la primera, no me lo dijeron para no ponerme más presión” dice Miriam Blasco. Su oro en Barcelona, como suele decirse en el argot deportivo, abrió la lata. De hecho, al día siguiente Almudena Muñoz cosechó otro, “pero la pregunta de trivial me la llevé yo” dice la exjudoka.

Reencuentros y recuerdos

El COE y sus Majestades los Reyes quisieron ayer rendir homenaje a todos los participantes y campeones en unos JJOO que cambiaron la historia del deporte español. “Es increíble vernos todos de nuevo, unos con menos pelo, otros con barriguita, todos hemos dejado atrás esos niños que éramos ese verano, hoy nos reencontramos los adultos en los que nos hemos convertido” nos comenta Coral Bistuer, el oro olímpico en Taekwondo.

Coral Bistuer recuerda su oro en Barceloa ´92 para Artículo14

“Hoy es un día precioso, porque 32 años después podemos asimilar lo que en su día vivimos como un sueño. Yo cuando gané en Barcelona estaba en una nube rosa de emoción. No fui consciente de lo que implicaba una medalla olímpica” son las palabras de Carolina Pascual, la primera plata para la gimnasia rítmica española. “Para mí uno de los recuerdos de aquel verano es que nos fuimos parte del equipo de Hockey a la playa y una señora nos reconoció. Se puso a gritar: ¡son las chicas de oro, las medallistas! y se formó un revuelo enorme. Por un espacio fugaz de tiempo tuvimos cierta notoriedad” recuerda Virgina Ramírez, una de las componentes del oro para el Hockey en 1992.

Miriam Blasco, primera medalla de oro de una deportista española en Barcelona´92

“Nos daban besos, nos hacían fotos, nos ponían bebés en los brazos, no sabes la cantidad de niñas y mujeres que a posteriori me han dicho que se llama Coral por mí”, recuerda Bistuer. Otras también me dicen que están hartas de mí ¿eh?, que cuando las llaman por su nombre siempre hay alguien que completa con Bistuer” comenta con su espontaneidad habitual. “Nunca se me olvidarán las pancartas y la orquesta con la que me recibió Orhiuela a la vuelta” recuerda Pascual.

El fin a la invisibilidad

Para Miriam Blasco esos Juegos pusieron fin a años de oscuridad “Dejamos de ser invisibles”. “Todavía no podemos hablar de igualdad absoluta, pero se ha hecho un gran trabajo en estos años, sobre todo con el impulso del plan ADO. Ese fue el gran éxito de Barcelona´92” comenta Virginia Ramírez.

“Aún falta camino por recorrer, pero yo creo que en cuestión de visibilidad en los medios ya no pasa eso de que el hombre estuviese en portada y la mujer abajo en pequeñito”. Miriam Blasco es optimista con el camino que se ha ido dando en estos más de treinta años. “Para mí han sido fundamentales los hombres que me ayudaron, los que me facilitaron el camino pero también los que me pusieron la zancadilla, porque gracias a ellos soy la mujerona que soy” reflexiona Coral Bistuer. 

Carolina Pascual cree que su medalla también ayudó a popularizar su deporte. “Hoy en día lo que está generando la rítmica es brutal, ya se quedan cortas hasta las instalaciones que hay”. La gimnasta alicantina cree también que gran parte del éxito de los deportistas de élite reside en sus familias. “Yo sin ellos no hubiese llegado jamás a conseguir la plata. Eran dos horas de trayecto cada día para llevarme a entrenar porque no había clubes donde yo vivía, con todos los gastos que eso suponía. Mis padres dejaron a mis hermanas sin poder hacer gimnasia porque no daba para las tres. Apostaron por mí”.

El costoso camino al podio

Y es que todas las horas, días y semanas previas llenas de esfuerzo para lograr subirse a un podio olímpico es también lo que une a estas cuatro olímpicas. “El oro fue la guinda de un pastel de un trabajo y un sacrificio tremendo” , dice Ramírez. “El quedarte sin vacaciones porque tienes competición, o los golpes que te llevas claro. Que muchas veces acababas con puntos, con roturas o llegando en muletas de competir” comenta Coral Bistuer de sus andanzas en el taekwondo.

“Lo di todo, el sudor todavía lo están recogiendo en Barcelona. Toda España vivía esa emoción con todos nosotros. No podía decepcionarles”, recuerda Carolina Pascual. 

Coral Bistuer y Virginia Ramírez durante el homenaje a Barcelona´92 en el COE

Para Miriam Blasco el haber perdido a su entrenador mes y medio antes de los Juegos fue lo más duro del camino olímpico. “Pero gracias también a la medalla, a pesar de los 32 años que han pasado, todo el mundo recuerda hoy a Sergio (Cardell). Sabía que un oro haría que él viviese mucho más tiempo”. La vallisoletana recuerda con especial cariño también a su contrincante en la final olímpica. “Es que el amor nunca sabes por donde te va a venir. Con la que hice la final olímpica es ahora mi mujer. Es de película”.

 

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