FÓRMULA 1

Del podio a la presidencia: Laura Villars afronta el mayor reto de su carrera

La joven suiza desafía estructuras históricas y propone una transformación profunda en el automovilismo y la movilidad global.

Laura Villars

Con solo 28 años, Laura Villars ha pasado de los monoplazas al tablero político del automovilismo mundial. Su irrupción como candidata a la presidencia de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sacude los cimientos de una institución históricamente conservadora. Empresaria, piloto y gestora, Villars no solo desafía el statu quo: propone una nueva era para el deporte motor, con diversidad, transparencia y protagonismo juvenil como banderas.

Una candidatura que desafía el sistema

El pasado 18 de septiembre, Laura Villars hizo historia al oficializar su candidatura a la presidencia de la FIA, convirtiéndose en la primera mujer en aspirar al máximo cargo del automovilismo mundial. Su postulación, inédita en los más de cien años de vida del organismo, ha generado tanto entusiasmo como escepticismo dentro del ecosistema motor.

La piloto de carreras Laura Villars
@laura_villars

La elección se definirá el próximo 12 de diciembre, durante la Asamblea General de la FIA en Tashkent, Uzbekistán. Para entrar formalmente en la carrera, Villars necesita reunir al menos 18 avales de los 245 clubes miembros, repartidos entre asociaciones deportivas, de movilidad y mixtas. En las próximas semanas, se sabrá si logra asegurar ese respaldo clave.

Talento dentro y fuera de la pista

Nacida en Suiza en 1997, Laura Villars creció entre motores, circuitos y sueños a toda velocidad. Desde pequeña compitió en karting y, ya en su etapa adulta, combinó su pasión por las pistas con estudios en administración de empresas. Esa doble vocación —velocidad y gestión— la llevó a fundar su propia firma de gestión deportiva, asesorando a pilotos y escuderías en Europa y Oriente Medio.

Laura Villars tiene una amplia experiencia como piloto
@laura_villars

En lo deportivo, ha pisado escenarios tan diversos como exigentes: Fórmula 4 en Emiratos Árabes y Arabia Saudita, la Ultimate Cup Series (F3R) —donde logró un top cinco en su primer año completo—, el Ferrari Challenge Europe con el 296 Challenge, y actualmente la Ligier European Series, donde compite en la categoría JS P4 con el Team Virage.

Piloto, empresaria y gestora, Villars aporta a su candidatura una mirada poco común: joven pero experimentada, técnica pero estratégica, y con una comprensión profunda de los desafíos que enfrenta hoy el automovilismo global.

El plan de Villars

Lejos de ser una figura simbólica, Villars ha irrumpido con una propuesta tan ambiciosa como concreta. Su candidatura a la presidencia de la FIA no se apoya en discursos vacíos, sino en un plan detallado que apunta a una transformación profunda del organismo desde su estructura misma. La agenda de Villars se sostiene sobre cinco ejes centrales que marcan el tono de su visión.

El primero es la necesidad de una gobernanza independiente y transparente. Propone la creación de un Comité de Auditoría elegido democráticamente, así como un sistema de rendición de cuentas accesible a todos los clubes miembros. Cuestiona abiertamente la opacidad actual en torno al uso del presupuesto y los códigos de conducta internos.

El segundo pilar es la equidad en el trato a los clubes. Villars denuncia el abandono histórico de muchas federaciones pequeñas y plantea la creación de un fondo de apoyo específico, una reducción de cuotas adaptada a las realidades económicas de cada país, y una red de recursos técnicos y formativos que democratice el acceso al desarrollo.

El tercer eje apunta directamente a la inclusión y el acceso. Considera que programas como Girls on Track son un buen punto de partida, pero insuficientes. Su propuesta amplía el alcance con 20 becas anuales exclusivas para mujeres, la creación de una Academia de Jóvenes Líderes y un sistema de subvenciones para reducir los altos costos de inscripción en categorías base, una de las principales barreras de entrada al deporte.

En materia de movilidad y sostenibilidad, Villars propone una FIA que piense más allá del automovilismo competitivo. Su hoja de ruta incluye el lanzamiento de 100 proyectos de movilidad inteligente en los próximos tres años, una tarjeta digital FIA para servicios de transporte, y una alianza con la Organización Mundial del Turismo para promover el turismo responsable. En paralelo, se compromete a trabajar con los países miembros para reducir a cero las muertes en carretera de aquí a 2035.

Por último, su plan pone especial énfasis en el legado a largo plazo. Villars quiere llevar a la FIA a la neutralidad de carbono en 2030, articulando mejor los programas de sostenibilidad ya existentes y creando una academia global de formación para jóvenes líderes de todos los continentes. No se trata solo de modernizar la institución, sino de garantizar su relevancia en un mundo que cambia a toda velocidad.

Las críticas no la frenan

Como era previsible, la candidatura de Laura Villars no ha pasado desapercibida. Su irrupción en la carrera por la presidencia de la FIA ha generado entusiasmo en sectores que piden renovación, pero también escepticismo entre quienes ven en ella una figura simbólica sin posibilidades reales frente a pesos pesados como el actual presidente, Mohammed Ben Sulayem, de 63 años, o el estadounidense Tim Mayer, de 57.

El plan de Laura Villars, basado en cinco puntos clave, apunta a transformar el futuro de la FIA
@laura_villars

Los detractores la acusan de protagonizar una candidatura decorativa, diseñada más para generar titulares que para competir con opciones reales. Villars, lejos de esquivar las críticas, ha respondido con firmeza: “¿Por qué cuestionan mi candidatura y no la de mis competidores? Vengo con un plan sólido, no con promesas vacías. Si lo que cuenta es la experiencia, entonces que cuenten también mis años en las pistas y en la gestión”.

Su mensaje no solo refuerza su credibilidad, sino que interpela directamente al sistema que durante décadas ha privilegiado la continuidad por encima de la evolución. En un entorno tradicionalmente masculino y jerárquico, su voz representa algo más que una disidencia: es una ruptura.

Más allá de las carreras

Lejos de centrar su mirada únicamente en la cúspide del automovilismo, Laura Villars apuesta por una visión más inclusiva y estructural. Su programa pone especial énfasis en las categorías base, en la necesidad de abrir el acceso al deporte y en redefinir el rol de la FIA como un actor con impacto más allá de las pistas.

Para Villars, el automovilismo no puede seguir siendo un espacio reservado para las élites económicas ni un ente regulador encerrado en lo técnico. Su propuesta es clara: convertir a la FIA en un motor de transformación social, con influencia directa en la movilidad global, la educación vial y los objetivos de sostenibilidad a largo plazo. Ya no se trata solo de quién gana en la pista, sino de qué modelo de deporte y sociedad se construye desde la base.

Liderazgo con visión de futuro

Con determinación, preparación y una narrativa que incomoda a los viejos esquemas, Laura Villars se ha consolidado como el rostro visible de una nueva era para el automovilismo mundial. Su figura representa un punto de inflexión en una estructura históricamente dominada por liderazgos masculinos, jerárquicos y resistentes al cambio. Hoy, su candidatura no solo plantea una alternativa: obliga a repensar quién debe trazar el rumbo del deporte motor en las próximas décadas.

Villars no aspira simplemente a convertirse en la primera mujer en presidir la FIA. Su objetivo va más allá del simbolismo. Quiere ser la primera en transformarla desde dentro, con una agenda concreta, inclusiva y orientada al futuro. Su presencia en la contienda marca el inicio de una discusión que el automovilismo ya no puede permitirse seguir postergando.

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