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FIFA Unites: el debut histórico de las refugiadas afganas en un torneo internacional

Por primera vez, futbolistas afganas exiliadas competirán internacionalmente, usando el deporte como símbolo de lucha y esperanza.

La FIFA avanza con firmeza en su compromiso por la inclusión organizando el “FIFA Unites: Torneo Femenino”, una competición amistosa internacional que tendrá lugar del 23 al 29 de octubre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Cuatro selecciones femeninas tomarán parte en esta cita: la inédita selección de refugiadas afganas, junto a los equipos nacionales de Libia, Chad y el país anfitrión, Emiratos Árabes Unidos.

El torneo se disputará en formato de liga, donde cada equipo jugará tres partidos y el conjunto que acumule más puntos se alzará con el título. La competición contará con cobertura global, pues todos los encuentros serán transmitidos en directo a través de la plataforma digital FIFA+, ofreciendo así una ventana al mundo para este evento que trasciende lo deportivo.

La refugiadas afganas hacen historia

La gran atracción de esta edición será, sin duda, la selección compuesta por refugiadas afganas, que debutará por primera vez en una competición internacional. Su formación arrancó en julio de este año con una concentración para detectar talento, celebrada en Sídney, Australia.

Pero esta iniciativa trasciende lo deportivo: es un acto contundente de visibilización y apoyo a la lucha de miles de mujeres afganas que hoy sobreviven en el exilio. Muchas de ellas huyeron para escapar de la persecución sufrida por atreverse a practicar deporte en un país donde han sido sistemáticamente relegadas y silenciadas.

Las jugadoras de la selección afgana femenina
@memarpress2

Chad, Libia y Emiratos buscan protagonismo

Junto a la selección de refugiadas afganas, el torneo contará con la participación de los equipos femeninos de Chad y Libia, que aspiran a consolidar su presencia en la Clasificación Mundial Femenina de la FIFA. El combinado local, Emiratos Árabes Unidos, competirá bajo la dirección de la neerlandesa Vera Pauw, una entrenadora con una amplia trayectoria internacional.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, resaltó que estas iniciativas representan “un símbolo de progreso y esperanza para las mujeres de todo el mundo”. Asimismo, enfatizó que garantizar el acceso universal al fútbol femenino es “fundamental para construir el futuro del deporte”.

Fútbol como derecho y refugio

Este torneo se inscribe dentro de la visión global de la FIFA de promover el respeto a los derechos humanos, erradicar cualquier forma de discriminación y potenciar el liderazgo femenino mediante el deporte rey. Más allá de la competición, iniciativas como esta buscan construir puentes culturales que faciliten el diálogo y la comprensión mutua, otorgando visibilidad a mujeres que han sido marginadas o silenciadas en sus países de origen.

Las jugadoras de la selección afgana femenina disputando un partido contra
@amutelevision

La competición es un claro ejemplo de cómo el fútbol puede convertirse en un instrumento para el cambio social y la justicia. La inclusión de la selección de refugiadas afganas va mucho más allá de lo deportivo: este equipo no solo juega para ganar partidos, sino que representa un acto de resistencia frente a la opresión y un llamado urgente para denunciar la situación de miles de mujeres que, bajo regímenes represivos, han visto vulnerados sus derechos fundamentales. Su presencia en el terreno de juego simboliza la fuerza y la esperanza de quienes luchan por recuperar su voz y dignidad a través del deporte.

La resistencia desde el exilio

Desde la vuelta al poder de los talibanes en 2021, los derechos de las mujeres en Afganistán han sufrido un retroceso dramático. Excluidas de la educación, el trabajo y la vida pública, también se les prohibió practicar deporte, siendo el fútbol femenino una de las primeras víctimas de esta censura. Esta realidad forzó a muchas jugadoras, entrenadoras y activistas a exiliarse en países como Australia, Canadá o Reino Unido, donde han podido reconstruir sus vidas y seguir entrenando con la esperanza intacta.

El equipo de refugiadas afganas que ahora debuta en el escenario internacional es el resultado de una resistencia incansable. Mientras en Dubái se disputa este torneo, millones de mujeres en su país natal continúan sometidas a una opresión que castiga incluso el simple acto de jugar. Cada pase y cada gol son actos de desafío que reivindican sus derechos y mantienen viva la esperanza de un futuro donde ser mujer signifique dignidad y poder, no censura ni miedo.

En un silencio impuesto, las mujeres de Afganistán escriben con valentía un relato de resistencia.

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