El Real Madrid se llevó un triunfo crucial en Valdebebas en la quinta jornada de la UEFA Women’s Champions League, apuntalado por las paradas de Misa, la autoridad de María Méndez y el desequilibrio constante de Linda Caicedo. Tras un comienzo lleno de dudas y la expulsión de Lakrar e Iris Ashley, el equipo supo aguantar el empuje del Wolfsburgo y golpear cuando el partido lo pedía. Una victoria que refuerza las aspiraciones europeas del proyecto de Pau Quesada.

Primera parte con gol y expulsión
El arranque en Valdebebas fue un torbellino. El Real Madrid comenzó agarrotado y pronto se vio al borde del susto tras un serio desajuste entre Lakrar y María Méndez que dejó a Peddemors con el gol en la mirilla. Misa, exigida desde el pitido inicial, sostuvo a las suyas con una intervención prodigiosa ante el cabezazo de Minge. Con el paso de los minutos, el cuadro de Pau Quesada fue encontrando su sitio: ajustó distancias, respiró a través de las aceleraciones de Linda Caicedo y las conducciones de Feller, y empezó a generar peligro real en jugadas a balón parado, donde Weir y Alba Redondo encendieron las primeras alarmas en la zaga alemana.
El crecimiento blanco se transformó en premio en el minuto 18. Eva Navarro colocó un córner y María Méndez lo convirtió en gol, enviando el balón a la red con un cabezazo incontestable. El gol serenó al Madrid, que comenzó a morder más arriba y a detectar los titubeos de un Wolfsburgo incómodo cada vez que le corrían a la espalda. Linda dispuso de un mano a mano clarísimo y Alba Redondo estrelló un disparo en el palo en una acción casi calcada a la del 1-0, avisos que pudieron ampliar la ventaja. Mientras tanto, las alemanas acumulaban posesión, pero chocaban una y otra vez con la seguridad de Misa y la eficacia de las transiciones locales.

Sin embargo, el guion cambió justo antes del descanso. El Wolfsburgo apretó los dientes, forzó nuevas intervenciones de Misa y puso al límite a una defensa blanca que empezaba a notar el desgaste. En plena tensión, Lakrar llegó tarde a un cruce con Beerensteyn y vio su segunda amarilla, dejando al Real Madrid con diez en el momento más delicado. La ventaja madrileña sobrevivió al entretiempo, pero la sensación era clara: el 1-0 era un tesoro, y la expulsión convertía la segunda parte en un ejercicio de resistencia.
Resistencia y premio en la segunda parte
El Real Madrid encaró la segunda mitad con un enfoque pragmático: reordenarse tras la expulsión de Lakrar y sobrevivir a la ofensiva del Wolfsburgo. La entrada de Rocío Gálvez dio estabilidad a la zaga, aunque los primeros minutos fueron un asedio alemán marcado por centros constantes y llegadas de Popp y Beerensteyn. Misa volvió a erigirse en figura clave con intervenciones seguras mientras Linda Caicedo mantenía encendida la amenaza al contragolpe, obligando a Johannes a intervenir en dos mano a mano.
El partido encontró un punto de inflexión en el minuto 67. Weir recuperó un balón en campo propio y habilitó a Linda, que emprendió una carrera descomunal, sorteó a la defensa, dejó en el suelo a la guardameta y firmó el gol que puso el 2-0 en el marcador. El tanto obligó al Wolfsburgo a mover el banquillo y aceleró también los cambios de Quesada, retirando a Caicedo y a Feller para refrescar las bandas con Athenea e Iris Ashley.

El tramo final fue una prueba extrema para las blancas. Aunque el Wolfsburgo monopolizó el balón, se estrelló de manera constante contra la disciplinada defensa de un Madrid sostenido por una Misa impecable, una Eva Navarro monumental y una Angeldahl que blindó el carril central.
Sin embargo, la tensión aumentó en el añadido: una acción fortuita de Iris Ashley sobre Johannes llevó al VAR a intervenir y la colegiada transformó la amarilla inicial en roja directa, dejando al conjunto de Quesada con nueve jugadoras. Pese a la doble inferioridad, el equipo resistió con determinación y congeló un resultado de enorme valor competitivo, rubricando una victoria tan sufrida como histórica.
En una noche límite, el Real Madrid respondió con grandeza y firmó un triunfo que impulsa su camino.


