El fútbol femenino español está en un momento de cambio, pues tras quedar segundas en la Eurocopa y aprovechando la nueva ola que regía la RFEF, se optó por cortar por lo sano y despedir a Montse Tomé. La asturiana no convencía y por eso mismo se optó por savia nueva, por lo que la nueva seleccionadora es Sonia Bermúdez. Al igual que con Tomé o antes con Jorge Vilda, han optado por subir a alguien que viene de las categorías inferiores de la roja, apostando por la continuidad. No obstante, esta decisión no ha terminado de gustar en el seno del equipo, pues creían que era el momento de buscar a alguien de fuera. Aunque confían en que la madrileña, una exjugadora de mucho peso en la historia nacional, sea capaz de revertir la situación.

Poca experiencia en los banquillos
En los banquillos la experiencia de la nueva seleccionadora viene de hace no mucho, pues empezó como seleccionadora sub-15, además de ejercer las labores de asistente de las categorías inferiores del combinado nacional, en agosto de 2022, dos años después de su retirada como futbolista. Aunque ya tenía algo más de bagaje, pues nada más colgar las botas se hizo cargo del equipo cadete femenino del Real Madrid, donde estuvo un par de temporadas antes de acabar en la RFEF.
Una vez entró en la estructura federativa ha ido ascendiendo hasta ser la entrenadora de la selección sub-23 desde septiembre del año pasado, el cargo que desempañaba hasta este momento. Y durante estos casi cuatro años ha levantado el Europeo sub-19 en 2023 y 2024, y también dirigió a la selección sub-20 en el Mundial 2024, quedando eliminada en cuartos de final. Pero ahora le toca el gran desafío, coger las riendas de la selección femenina en un momento complicado.
Una carrera de leyenda en el verde
Antes de llegar a ser entrenadora, Bermúdez fue una gran jugadora en una época en la que el fútbol español distaba mucho de ser lo que es hoy en día. Durante su etapa como futbolista se convirtió en una de las primeras referentes del fútbol femenino nacional en un momento complicado, previo a su profesionalización. Bermúdez nació en Vallecas y comenzó su carrera en la capital, en el Butarque Leganés, después jugó en el Sporting de Huelva entre 1999 y 2003 y en el Sabadell una temporada, hasta que llegó a su primer gran equipo, el Rayo Vallecano, donde estuvo desde 2003 hasta el 2010 y logró su primer gran título, la Copa de la Reina de 2008.
Tras eso dio el salto a un FC Barcelona que comenzaba a asentarse como la referencia y donde estuvo desde 2011 hasta 2015. Con las culés ganó cuatro ligas y una Copa de la Reina, además de ser máxima goleadora de la liga en cuatro temporadas seguidas y marcó 123 goles en 141 partidos, récord histórico del club en su momento hasta la irrupción de Jenni Hermoso y Alexia Putellas. Durante esos años, Bermúdez consiguió el permiso del club azulgrana en 2014 para fichar por el Western New York Flash de la NWSL, jugando una temporada en la liga estadounidense, la mejor del mundo. Tras eso, volvió a Madrid, jugando con el Atlético de Madrid, donde ganó dos ligas y otra Copa de la Reina, justo antes de colgar las botas en 2020 cuando formaba parte de la plantilla del Levante.