TENIS

La controversia del dobles mixto del US Open, al detalle

El revolucionario formato de dobles que ofrece el US Open siembra críticas y dudas entre los jugadores del circuito ATP y WTA

US Open

El US Open ha comenzado oficialmente y lo ha hecho con su formato novedoso: el dobles mixto. Esta revolucionaria idea del Grand Slam estadounidense para dar visibilidad a una modalidad que pasa desapercibida ha sido objeto de críticas durante las últimas semanas. Pero, ¿por qué se ha generado esa oleada de comentarios negativos? Te lo explicamos.

Partiendo de la base mencionada anteriormente, el típico show americano ha querido tener presencia en el último Grand Slam del año. ¿Cómo conseguirlo? Los organizadores del US Open pensaron en darle un giro de tuerca a la modalidad de dobles tradicional. Y su propuesta fue reunir a los mejores tenistas del mundo a nivel individual e invitar a otros tantos para formar el mejor espectáculo posible.

US Open

Sin duda, una fórmula rompedora que esconde detrás una estrategia orquestada para reunir espectadores y generar atracción en una parte del tenis que vive en un plano secundario. A priori suena convincente, pero la realidad es que no todo ha salido según lo previsto y no todos los protagonistas comparten un punto de vista común sobre esta alocada idea.

¿En qué consiste la nueva modalidad del US Open?

Antes de adentrarnos en esas voces que se han levantado en contra del US Open y sus organizadores, es importante conocer a fondo en qué consiste el dobles mixto. Básicamente, enfocados en dar show, la modalidad la forman un total de 16 parejas que luchan por alzarse con el título de campeones y con un botín económico tremendamente suculento.

De esas 16 parejas, la mitad se han formado gracias a la combinación del ranking individual de los dos integrantes de la dupla. Y la mitad restante son “wild cards”, es decir, invitaciones del propio torneo. El resultado es que jugadores como Alcaraz, Djokovic, Draper, Fritz, Swiatek, Venus Williams o Raducanu participan en algo que ni se habrían planteado previamente.

Pero, ¿cómo hacer esto sin perjudicar al torneo individual? Muy sencillo. El dobles mixto se estructura en cuatro rondas (octavos, cuartos, semifinales y finales), disputándose todas en un espacio de dos días (19 y 20 de agosto). Para cuadrar todo esto, los partidos son más cortos de lo habitual.

A dos sets de cuatro juegos, con punto de oro y, en caso de empate, con super tie-break a 10 puntos. Explosividad, poco desgaste y un show que solo cambia en la final. Y es que la lucha por el trofeo sí se disputa a dos sets de seis juegos. El caso es que este formato ha sido el origen de todas esas críticas y razón no les falta.

Cruce de opiniones

Como todo en la vida, los cambios no satisfacen a todos por igual. En este caso, la propuesta de la Asociación Estadounidense de Tenis (USTA), lo vive en sus carnes. Hay personas como Daniela Hantuchová, ganadora del dobles mixto del US Open en 2005, que lo ven un acierto: “Hace que nuestro deporte sea más interesante para los aficionados, es fantástico”.

Pero hay otras personas, vinculadas a la modalidad de dobles, que lo ven como una falta de respeto. Kristina Mladenovic, una auténtica leyenda de la modalidad, compartió su rechazo de manera tajante: “No hay problema en organizar un evento así, pero no lo llamen Grand Slam”. Una postura contundente provocada porque el formato es más propio de un torneo de exhibición que de un Major.

Con ella coincide Jamie Murray, uno de los mejores doblistas del mundo: “Es una exhibición glorificada a mis ojos”. El británico va más allá incluso y señala que es arrebatar una oportunidad a los jugadores habituales de la modalidad. Y ha aprovechado para resumirlo todo a un tema puramente económico.

En cifras, este año el ganador se llevará 1 millón de dólares, cinco veces más de lo que se llevaron los ganadores la temporada pasada. “No están jugando porque es una oportunidad para ganar un Grand Slam, están jugando porque están recibiendo un camión lleno de dinero”, agregó Murray.

Paolini y Vavassori, campeones del US Open 2024

La televisión, papel determinante para el US Open

Está claro que las posturas a favor y en contra han estado, están y seguirán estando si el US Open opta por prolongar esta revolucionaria idea. Sin embargo, hay un factor que pesa mucho sobre este tipo de decisiones y es, evidentemente, la televisión. Con la intención de reunir a los mejores y atraer a los espectadores, la fórmula casa con la gran apuesta que realizó ESPN.

El gigante televisivo firmó el año pasado un acuerdo para tener los derechos del US Open en exclusiva hasta 2037 por la friolera cifra de 1.500 millones de dólares. Y, casualmente, este dobles mixto está programado antes de que empiecen los cuadros finales del torneo, extendiendo así la oferta televisiva que genera el Grand Slam americano.

Y, por si fuera poco, al disputarse la modalidad en apenas dos días, la parrilla televisiva es mucho más extensa e intensa en ambas jornadas. Así, se podrá ver a los mejores en horario de “prime time”, que es el momento idóneo para reunir el máximo de audiencia posible. ¿En conclusión? Cada detalle cuenta en un plan medido al milímetro.

Contratiempos inesperados

Pero no todo lo que reluce es oro. En un calendario extensamente cargado, ese diseño ideal del US Open no ha salido a la perfección. Numerosos jugadores han ido comunicando su renuncia por diversos motivos, principalmente físicos. El último en hacerlo fue Jannik Sinner, tras abandonar la final del Cincinnati Open.

Jannik Sinner

El número 1 mundial fue baja a última hora en lo que es un contratiempo mayúsculo para el evento. Y otros jugadores, como Alcaraz o Swiatek, presentes también en las finales de Cincinnati, llegan a Nueva York sin descanso. Un factor que puede afectar a esa espectacularidad que busca el dobles mixto, el formato que ha generado una gran controversia en el mundo del tenis.

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