Mireia Hernández: “Lo más bonito es que me digan que se emocionan al verme nadar”

La elegancia y la fuerza se combinan en cada rutina de la nadadora española, que ha hecho del agua su escenario. A sus 23 años, su carrera está plasmada en arte y perseverancia

Los deportista española de nado sincronizado Mireia Hernández Luna
EFE/EPA/FRANCK ROBICHON

Desde muy pequeña, la natación fue parte de su vida. Pero para Mireia Hernández, no fue simplemente una actividad recreativa. A los cinco años, ya se sumergía en las piscinas con una determinación un tanto inusual para su edad. La nadadora concedió en exclusiva una entrevista a Artículo14.

Hoy, 18 años después, es una de las máximas exponentes de la natación sincronizada. Su recorrido, lleno de sacrificios, aprendizajes y triunfos, es testimonio de una pasión convertida en carrera profesional.

“El punto de inflexión fue cuando me ficharon en el CN Granollers, que en ese momento era el campeón de España”, recuerda la nadadora. Fue allí donde todo cambió: nuevas exigencias, un ritmo distinto y una dinámica que la impulsó hacia el alto rendimiento.

Ya no se trataba solo de disfrutar del agua, sino de proyectarse hacia competencias internacionales. A partir de ese momento, Mireia supo que la natación artística sería su camino profesional.

La nadadora española Mireia Hernández

En su trayectoria, no han faltado referentes que la inspiraran. Nombres como Gemma Mengual y Andrea Fuentes han marcado en su carrera profesional, no solo por sus logros deportivos, sino por su capacidad de liderazgo y compromiso con la disciplina. “Gemma fue quien más me inspiró a quedarme en este deporte. Y Andrea Fuentes, que ahora es nuestra seleccionadora, también ha sido fundamental”, afirma. Pero más allá del plano deportivo, Mireia destaca el apoyo constante de su familia y de las amistades construidas a lo largo del camino: “Nunca dejaron de confiar en que podía lograrlo”.

Un sacrificio que tuvo recompensa

En una disciplina donde cada presentación dura apenas unos minutos pero exige muchas horas de preparación, la presión puede convertirse en una constante. “Después de 18 años, sigue pesando”, admite Mireia. Para ella, la clave ha estado en aprender a gestionarla, apoyándose no solo en su equipo técnico, sino también en una figura cada vez más indispensable en el deporte de alto nivel: la psicóloga. “Nuestro deporte se expone en dos o tres minutos, pero detrás hay muchísimo trabajo. La mayoría de veces, el foco no lo tengo en los demás, sino en no defraudarme a mí misma”.

Uno de los momentos más emocionantes de su carrera llegó en el Mundial de Doha, donde junto a su compañero Dennis González logró la medalla de plata en la categoría de dúo libre. Antes de esa final, un pequeño error en la rutina técnica los dejó en cuarto lugar, fuera del podio. “Esa rabia fue la que nos empujó a darlo todo en la siguiente rutina. Lo recuerdo como si fuese ayer, fue muy emocionante”.

Los deportistas de nado sincronizado Mireia Hernández y Dennis González

Más allá del logro personal, destaca el trabajo colectivo detrás de ese resultado: “Éramos un dúo, pero había mucha gente involucrada. Fue un momento muy especial”.

Otro hito reciente fue su participación en la Copa del Mundo en Markham, Canadá, donde España conquistó nueve medallas. Para Mireia, el valor de esa experiencia va más allá de los podios: “Hemos conseguido mucho más a nivel de equipo. Estamos formando algo que puede inspirar a las próximas generaciones”.

El equipo español en la Copa del Mundo en Markham

Con una voz serena pero firme, la nadadora describe su disciplina como algo más que un deporte. “Para mí, es arte. Es una manera de expresarse, de sentir el agua, de compartir con el equipo. Me hace crecer que alguien me diga: ‘me has emocionado al verte nadar’”.

Una inspiración para muchas

A las nuevas generaciones que sueñan con seguir sus pasos, les deja un mensaje claro: la constancia y la ambición son claves. “Habrá dudas, pero si el corazón y la cabeza dicen que sí, hay que seguir. No solo en el deporte, sino también en la vida. Hay que ser consciente de lo que implica y estar dispuesto a luchar hasta el final”.

A sus 23 años, en pleno esplendor de su carrera, Mireia Hernández ya ha dejado una huella profunda en la natación artística española. Su historia es la de una niña que soñó con ser artista en el agua y que, a base de esfuerzo y pasión, lo está logrando.

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